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La Biblia

Como Estudiar La Biblia
Qué bueno es tener a alguien quien te enseñe, quiero aprovechar estos segundos para agradecer a todas las personas quienes tomaron el tiempo para enseñarme; quiero agradecer a los que me enseñaron a caminar, a comer lo saludable, a manejar un automóvil, a tocar la guitarra; en fin, quiero agradecerles por todo lo que sé hacer, porque todo me fue enseñado de una manera u otra. En nuestro último estudio hablamos del hecho que menos de veinticinco por ciento de los cristianos leen la Biblia diariamente, si esto es verdad aún son menos los que la estudian. Quizás el problema descansa sobre el hecho de que todo es aprendido, y nadie se ha preocupado por enseñarles cómo estudiar la Palabra de Dios. Mayormente cuando uno recibe a Cristo como su Salvador, los miembros de la iglesia le felicitan y le dicen que debe ser bautizado, para así identificarse con el ministerio de Cristo en señal de lo que ha sucedido en su corazón. Algunas iglesias regalan una Biblia a los recién convertidos, otros sólo hacen ver al individuo de que es necesario conseguir una Biblia para leerla, pero casi nadie le enseña al nuevo creyente lo que debe hacer con la Biblia. Cómo te gustaría que te llevaran a un nuevo empleo, te metieran en una fábrica de toda clase de materia, te pasaran un libro y te dijeran: “lee esto, aquí está todo lo que tienes que saber”. ¡Claro que no te iba a gustar! Pero eso es exactamente lo que sucede con la mayoría de los creyentes hoy día, se les pasa una Biblia sin ninguna explicación, se les dice: “lee esto”. Ahora no sólo esto le sucede, sino que cuando llegan a los servicios con su nueva Biblia, el pastor o predicador da la cita de su sermón, y todos los hermanos ven al recién convertido luchar por encontrar el texto; finalmente algún hermano le quitará la Biblia y le buscará la cita, pero con una cara de quien dice: “Si no la sabes usar, ¿Para qué la traes?”. Yo personalmente he visto esta escena vez tras vez, y francamente estoy cansado de verla, esto no debe ser así, los hermanos mayores deben tomar el tiempo para enseñar a los menores cómo usar sus Biblias; lo triste es que la mayoría de los hermanos mayores tampoco la saben usar, porque no hubo quien les enseñara a ellos. Por eso escribí esta serie de estudios, quise ayudar un poco, por medio de dar un panorama de cada uno de los Libros de la Biblia, y hacer notar que la Biblia no es un solo libro, sino toda una biblioteca. Sin embargo, hoy quiero darles tres pasos para ayudarles cuando están estudiando la Palabra de Dios. Dije estudiar, y no leer. La mayoría de los creyentes son lectores, o leedores de la Biblia, cuando debieran ser estudiantes de la Palabra. Si tienes lápiz y papel quiero que escribas las siguientes tres palabras, que son los tres pasos que quiero que tomes en cuenta la próxima vez que abres tu Biblia. Las tres palabras son: Observación, Interpretación y Aplicación. Observación, Interpretación y Aplicación. Cada vez que levantas tu Biblia, debes acordarte de estos tres pasos, sino tu estudio no es completo. Espero que escucharás atentamente, porque mi deseo es que después del estudio de hoy, comenzarás a poner todo esto en práctica. Tres pasos: Observación, Interpretación y Aplicación. Vamos a principiar con el paso de Observación, al tomar este paso debemos hacernos la pregunta: ¿Qué miro en este texto? Usemos un versículo fácil como punto de referencia, vamos a usar Juan 3:16 que es un versículo que todos conocen: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda más tenga vida eterna”. Lo primero que hacemos es leer el versículo dos o tres veces, hasta familiarizarnos con lo que dice; después tomamos papel y lápiz, escribimos la palabra Observación, y enumeramos lo que vemos en el versículo. En primer lugar, vemos que Dios ama al mundo; en segundo lugar, lo ama de tal manera que dio a su Hijo Unigénito; en tercer lugar escribimos: todo aquel que cree en el Hijo no se perderá, sino que tendrá vida eterna. Al haber enumerado las cosas que vemos en el texto, entramos a los detalles de la observación, por medio de hacer cuatro preguntas: ¿Quién?, ¿Qué?, ¿Dónde? Y ¿Cuándo? Con la pregunta ¿Quién? Anotamos todos los personajes involucrados en el texto: Dios, el mundo, su Hijo Unigénito, aquel que cree, y no hay más. Ahora pasamos a la pregunta ¿Qué? Y anotamos todas las palabras que desconocemos, por ejemplo: Unigénito, al haber tomado este paso y anotado las palabras y términos que desconocemos, vamos a un diccionario y buscamos los significados. Habiendo terminado esto, pasamos a la pregunta ¿Dónde? Y escribimos todos los lugares mencionados en el versículo, en nuestro texto el único lugar mencionado es: mundo, pero en este caso la palabra mundo habla de la humanidad y no del planeta; así que descartamos la palabra y pasamos a la pregunta ¿Cuándo?, aquí determinamos el tiempo del versículo si está en el pasado, en el presente o en el futuro. Encontramos que Juan 3:16 expone dos tiempos: pasado y futuro: “Dios amó al mundo”, tiempo pasado; “Dio a su Hijo Unigénito”, tiempo pasado; “Todo aquel que cree, no se pierda más tenga vida eterna”, tiempo futuro; o sea si creemos en lo que Dios hizo en el pasado, podemos estar seguros del futuro. Al contestar las cuatro preguntas de ¿Quién?, ¿Qué?, ¿Dónde? Y ¿Cuándo?, terminamos con la Observación, y pasamos al paso de la Interpretación. En este paso queremos contestar la pregunta: ¿Por qué?, o sea ¿Por qué fue escrito Juan 3:16? Para contestar esta pregunta nos hacemos dos preguntas más: En primer lugar ¿Cuál es la necesidad del que lee Juan 3:16?; y en segundo lugar ¿Qué es el mensaje que Juan 3:16 da para llenar la necesidad del que lee? Por ejemplo, la necesidad que tiene el que lee Juan 3:16 es que no se pierda más tenga vida eterna, necesita ser salvo de la perdición; y qué es el mensaje que Dios da para esta necesidad del lector: el mensaje es que, si cree en Jesús, tendrá vida eterna. Sólo existe un peligro con el paso de interpretación, uno tiene que tener cuidado de sacar al versículo de su contexto, debemos recordar que este versículo tiene otros versículos antes de él y después de él; al dar la Interpretación uno tiene que tomar en cuenta los otros versículos para no darle un significado ajeno al significado de los demás versículos que lo rodean. Y ahora podemos pasar al paso más importante: el paso de Aplicación, en este paso vamos a preguntar: ¿Qué voy a hacer con lo que acabo de estudiar?, bueno acabamos de ver en Juan 3:16, que, para no perderse y tener vida eterna, debo creer en Cristo. Creer significa depositar toda mi confianza en Él, si voy a tener vida eterna debo depositar toda mi confianza en el Unigénito Hijo de Dios, Cristo Jesús. Es aquí donde puedo obedecer a la enseñanza, o desobedecer, si quiero ser discípulo de Jesús y agradar a Dios voy a obedecer. Espero que estos tres pasos te animan a estudiar un diario, o a iniciar y tener un diario estudio de la Palabra de Dios. Antes de principiar cada estudio de Observación, Interpretación y Aplicación, pídanle en oración al Espíritu Santo que te guíe en comprender lo que vas a estudiar, si eres sincero Él te ayudará. Ya se nos acaba el tiempo, pero quiero decirte una cosa más si estudias con el fin de mejorar tu vida para agradar a Dios en todo lo que haces, Él te enseñará cosas que tú jamás te imaginabas; pero si sólo vas a estudiar con el fin de buscar errores para justificar tu estilo de vida en el pecado, puedes olvidarlo. ¿Por qué digo esto? Lo digo porque la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. Mi amigo si quieres el estudio de hoy, sobre cómo estudiar la Biblia, no tienes que hacer otra cosa más que escribirme a la dirección que dará el hermano Pablo, en unos segundos, pero ahora ya hemos terminado, así que. Vamos a orar. Padre gracias te damos por la lección de hoy, pido que uses este estudio para animar a muchos de mis hermanos en comenzar a estudiar la Biblia. Padre hoy más que nunca necesitamos obreros preparados, el mundo debe escuchar el mensaje de Jesucristo, pero cómo oirán si no hay quien les predique. Padre contesta mi oración, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(CDV-Sula)
Aired on Ago 26, 2022
La Biblia

¿Por Qué Estudiar La Biblia?
¿Sabías tú, que menos de veinticinco por ciento de las personas que profesan ser cristianos, leen diariamente la Biblia? Dije leer, no estudiar. Me pregunto, si menos de veinticinco por ciento leen diariamente la Biblia, ¿Cuántos creyentes estudian y practican las enseñanzas de ella? Es aquí donde encontramos la razón por la cual la mayoría de los creyentes no viven una vida cristiana ejemplar, ¿Cómo la van a vivir, sino saben qué es? La iglesia ha fracasado grandemente en el cumplimiento de la Gran Comisión encontrada en Mateo 28:19 y 20, Jesús dio un mandato de “hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”. La iglesia no ha fallado totalmente porque sí sale a ganar almas, y bautiza a los recién convertidos; pero donde ha faltado es en el asunto de enseñar a estos nuevos creyentes obedecer al Señor por medio de guardar sus mandamientos. En alguna parte el trabajo de discipular ha sido olvidado. Uno no puede aprender todo lo que hay que saber de la vida cristiana por medio de asistir al templo los días domingos, por un par de horas. La vida cristiana es una vida de veinticuatro horas al día; en todo momento el creyente en Cristo está pasando por nuevas pruebas y experiencias, y la única manera en que puede saber cómo comportarse cristianamente es por medio de seguir principios establecidos en la Biblia; al estudiar diariamente la Palabra de Dios, el cristiano se dará cuenta de verdades y estas verdades estarán en su conciencia, más tarde cuando se enfrenta a una situación, el Espíritu Santo recompensará al estudiante por su diligencia y amor a la Palabra, por medio de traer estas verdades a su mente, así el cristiano podrá reflejar sobre el asunto y proceder de una manera que agrada a Dios. Todo eso es resultado de estudiar la Biblia. Tener una buena relación con la Palabra de Dios es muy importante y hay varias razones, la que acabo de mencionar es una, pero otra razón por la cual debemos estudiarla es porque es un mandato de Jesús a todos. Si vamos al Libro de Juan, capítulo 5 y versículo 39, encontraremos las siguientes palabras del maestro de todos los maestros, Jesús dijo: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”. Jesús no da una sugerencia diciendo: “Si quieres, puedes escudriñar las Escrituras”; Él no hace una petición diciendo: “¿Por qué no estudias las ¿Escrituras?”. Jesús da una orden directa: “Escudriñad las Escrituras”. Jesús sabe que en la Palabra de Dios cada persona puede encontrar las respuestas a sus preguntas, Él sabe que la felicidad y el mensaje de la salvación se encuentran escritas en las páginas del Libro que Dios ha dado al hombre, y por eso no suplica, sino que exige que cada persona, hombre, mujer, joven, señorita, niño y niña, estudien su contenido. El creyente en Jesús con más razón debiera estudiar las Escrituras, ¿Por qué? Porque cada creyente debe ser discípulo de su Señor, un discípulo de Jesucristo seguirá en las pisadas de Él, practicando sus enseñanzas y viviendo como Él vivió. En el mismo versículo que terminamos de leer Jesús dijo: “Escudriñad las Escrituras; ellas son las que dan testimonio de mí”. ¿A dónde voy a ir, sino a la Biblia, para saber del proceder de mi Señor? ¿Qué otro Libro me instruirá con referencia a su vida, sus milagros, su divinidad y sus enseñanzas? Así es, no hay otro libro en el cual puedo yo confiar. Por eso si deseo ser buen discípulo de Jesús tendré que tener una buena relación con su libro: La Biblia. La Biblia es el manual de vida de los creyentes; es la vara con que miden sus vidas, 2 Timoteo 3:16 y 17, nos da un ejemplo del valor que la Biblia tiene para aquellos quienes desean hacer la voluntad de Dios, dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Por medio de estudiar la Biblia el creyente puede ir cambiando en su vida aquellas cosas que necesitan ser cambiadas, y mejorar aquellas cosas que están bien. Irá viendo cosas que antes no veía, pronto se convertirá en un hombre preparado de quien Dios será orgulloso. Otra razón importante por la cual el creyente debe estudiar la Biblia es porque ella es un arma formidable, Efesios 6:17 nos enseña que la Palabra de Dios es la espada del Espíritu Santo, así que todo soldado del Señor debe estudiar la Biblia para que el Espíritu Santo pueda usarle con más eficacia. Nuevamente quiero hacer énfasis en el hecho de que cuando uno estudia la Biblia, eso queda en su corazón, si es que lo estudia de corazón. Al encontrarse en una situación, cualquiera que sea, el Espíritu Santo traerá a su mente lo que ha estudiado; el Espíritu Santo es fiel a su trabajo, cuando nosotros somos fieles a nuestro trabajo. Yo entiendo que hay quienes dicen que no tiene que preocuparse por lo que van a decir porque el Espíritu Santo les mostrará lo que van a decir; usan este pretexto para ser holgazanes; pero es importante comprender que Dios usará a las personas que están entregadas a Él; Dios usará al siervo que ora, estudia su Biblia y da buen testimonio; ningún creyente debe esperar que el Espíritu Santo lo use si este no muestra ninguna indicación de querer ser usado; todo cristiano debiera hacer caso a las palabras de 2 Timoteo 2:15, que dice: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, y que usa bien la palabra de verdad”. ¿Te fijas? No debemos quedarnos sentados esperando que algo milagroso suceda, que nos va a inyectar la mente con toda la sabiduría de la Palabra de Dios; todos debemos escudriñar la Palabra, y al ver nuestro interés el Espíritu Santo nos guiará a todas las verdades que la Biblia contiene. Entre más estudia uno para servir a Dios, más será usado por el Señor. Sé que muchos cristianos no prestan atención a la Biblia porque les es difícil comprenderla, esta es una táctica de satanás porque sabe que el día que los cristianos practiquen las enseñanzas de la Biblia, es el día en que su poder sobre los incrédulos de esta tierra se derrumbe. En vista de esto en nuestro próximo estudio, y último estudio de esta serie sobre la Biblia, voy a intentar darles unas sugerencias para poder ser estudiantes y escudriñadores de las Escrituras. Espero que no perderás el próximo estudio. Ten a la mano un lápiz y papel para anotar los pasos que daré, y oraré en que Dios nos ayudará en ser buenos alumnos de la Biblia. Otra vez quiero que entiendas, que no hay arma más formidable que la Palabra de Dios, si quieres conquistar a satanás y engrandecer el reino de Dios, debes tener una buena relación con la Biblia. Hebreos 4:12 dice: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. Vamos a orar. Padre en estos momentos te pido que nos hagas realizar la importancia de ser estudiantes sinceros del contenido de tu Palabra, la Biblia. Pon en nosotros un deseo ardiente de estudiar, y practicar lo que estudiamos. Sabemos que esto te agrada, y por eso lo pedimos, en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 25, 2022
La Biblia

Una Biblioteca Completa - Parte 3
Hoy vamos a continuar con nuestro estudio de la biblioteca que nosotros conocemos como la Biblia. Decimos biblioteca porque la Biblia contiene sesenta y seis libros en total, treinta y nueve de estos libros están en la primera división de la Biblia, y veintisiete están en la segunda sección. La primera sección la conocemos como el Antiguo Testamento, esta sección fue escrita antes de que Jesús viniera en forma corporal a la tierra, en nuestros pasados dos estudios vimos las diferentes divisiones del Antiguo Testamento, que son cinco por todos. En nuestro estudio hoy vamos a pasar al Nuevo Testamento, y ver las divisiones principales para catalogar bien los veintisiete libros que contiene. Podemos catalogar los libros del Nuevo Testamento, bajo cuatro divisiones: En primer lugar, la división de Biografía; En segundo lugar, la división de Historia; En tercer lugar, la división de Epístolas; y en cuarto lugar la división de Profecía. Los libros que guardaríamos bajo Biografía serían cuatro: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Estos libros también son conocidos como los cuatro evangelios. La palabra evangelio significa Buenas Nuevas, la buena nueva que el mundo necesita recibir es que el hombre puede tener vida eterna en la persona de Cristo Jesús. Esos cuatro libros son una biografía de la vida terrestre del Señor Jesucristo. El Libro de Mateo fue escrito mayormente a judíos, este libro es un eslabón que une al Antiguo Testamento con el Nuevo Testamento; presenta a Jesús como el Mesías y Rey Prometido en el Antiguo Testamento. Mateo hace énfasis sobre la autoridad y el poder de Jesucristo. Marcos probablemente tenía a lectores romanos en su mente cuando él escribió su libro; la buena nueva que él presenta es un relato directo de las acciones de Jesús y de su ministerio terrenal. Lucas, siendo médico además de un buen escritor, provee muchos detalles de interés humano especialmente en cuanto al tratamiento que Jesús daba a los enfermos y necesitados. Juan presenta a Jesús de una manera muy distinta; Juan selecciona siete señales que muestran que Jesús es el Hijo de Dios, y las expone de una manera en que todo lo que escribe puede ser catalogado bajo estas siete señales. Aunque todos los libros llevan algo de historia, el Libro de los Hechos, de los apóstoles, es el que vamos a colocar en esa división. El Libro de Hechos nos relata lo que sucedió con los seguidores de Jesús al ascender Él al cielo; al leer el libro rápidamente veremos que Pedro y Pablo sobresalen como los líderes del nuevo movimiento eclesiástico; este libro nos relata el movimiento cristiano durante el primer siglo. Saliendo de la división de historia llegamos a la sección de las Epístolas, esta sección contiene la mayor parte de los libros catalogados en el Nuevo Testamento, en total contiene veintiún libros: contiene trece cartas del apóstol Pablo, y ocho cartas generales. Vamos a comenzar con las cartas de Pablo: Romanos fue escrito a un grupo de personas sofisticadas; el Libro a los Romanos expone ideología de una manera lógica y organizada. Primera de Corintios relata los problemas graves de la iglesia en Corinto, relata problemas de matrimonio, inmoralidad, adoración pública, y también de la ley. Segunda de Corintios es una carta que Pablo escribió defendiéndose en contra de una rebelión activada por apóstoles fraudulentos. El Libro de Gálatas es una versión corta del mensaje expuesto en el Libro a los Romanos, este libro toca el tema de legalismo, nos habla de cómo Jesús vino a darnos libertad y no a esclavizarnos a reglas y tradiciones. Efesios es una carta que Pablo escribió en la cárcel, pensaríamos oír algunos tonos de depresión, pero no es así, la carta a los de Éfeso es una carta de mucho optimismo y en gran manera animadora; trata de las ventajas que uno tiene como creyente en Cristo. La iglesia en Filipos era una de las favoritas de Pablo, su carta a los Filipenses expresa que uno puede tener gozo no importa cuál sea su situación. Colosenses fue escrito con el fin de exponer a cultos falsos, el libro nos dice que la fe en Cristo es completa y que nada tiene que ser añadido a lo que Jesús hizo. El Libro de Primera Tesalonicenses fue compuesta en la primera etapa del ministerio de Pablo, nos da la historia de una iglesia en breve y da algunos consejos directos en cuanto a ciertos problemas que Pablo especificó. Segunda de Tesalonicenses, es una secuencia que habla de los mismos tópicos de Primera Tesalonicenses, especialmente de preguntas que la iglesia tenía concerniente a la segunda venida de Cristo. Primera de Timoteo es una carta que Pablo escribe en los últimos años de su ministerio, pensando en el futuro de la obra cristiana, Pablo escogió a ciertos jóvenes y los entrenó para que ellos pudieran seguir adelante con el Evangelio. El Libro de Primera de Timoteo es un excelente manual de liderazgo para un joven pastor. Segunda de Timoteo, fue escrito poco antes de la muerte de Pablo, esta carta lleva las últimas palabras de Pablo a su joven asistente Timoteo. Tito fue otro joven que ayudó a Pablo, Tito estaba a cargo de una obra en Creta, cuando Pablo le escribió esta carta aconsejándole en cómo llevar a cabo la obra en ese lugar tan difícil. Filemón fue un hermano en la fe, muy próspero, tenía un esclavo llamado Onésimo; Onésimo se le había escapado, pero al recibir a Jesús, Onésimo sabe que debe regresar a casa de Filemón; y Pablo escribe esta carta aconsejando a Filemón de recibir a Onésimo, ya no como esclavo sino como hermano en Cristo. Terminando los libros que escribió Pablo, llegamos a las cartas o epístolas generales, son ocho: Hebreos, Santiago, Primera y Segunda de Pedro, Primera, Segunda y Tercera de Juan, y Judas. Hebreos fue escrito probablemente para amonestar a los cristianos del peligro de caer nuevamente en las tradiciones del judaísmo; el Libro de Hebreos nos da una interpretación del Antiguo Testamento, explicando que muchas de las prácticas del judaísmo eran símbolos que preparaban el camino para el Mesías. Santiago hace énfasis sobre el comportamiento correcto del creyente, aquellos quienes dicen ser cristianos deben comportarse como cristianos, y Santiago nos da los detalles de cómo hacerlo. Primera de Pedro es una carta de consolación a los creyentes que se enfrentan a oposiciones violentas, Pedro anima a los creyentes que son perseguidos por su fe en Cristo Jesús. En contraste a Primera de Pedro, Segunda de Pedro se enfoca sobre el problema de falsas enseñanzas y amonesta fuertemente en contra de falsos maestros. Primera de Juan expone verdades básicas acerca de la vida cristiana. Segunda de Juan da una amonestación a falsos maestros, y aconseja a la iglesia en cómo responder a falsas enseñanzas. Tercera de Juan da balance a Segunda de Juan, mencionando la necesidad de apreciar a maestros que enseñan la sana doctrina. Judas es un libro breve pero muy caliente, habla fuertemente en contra de herejes y sus falsas enseñanzas. Y terminando nuestro estudio del Nuevo Testamento, llegamos a la última sección, la sección titulada Profecía. En esta sección encontramos un solo libro: el Libro de Apocalipsis, es un libro de visiones y símbolos, da término a la historia que comenzó en Génesis, de la batalla cósmica entre el bien y el mal, siendo peleada aquí en la tierra. Termina con un cuadro de un cielo nuevo y una tierra nueva. Espero que el estudio haya sido tan interesante para ti, como lo ha sido para mí. Sí, la Biblia es toda una biblioteca, y como dice 2 Timoteo 3:16 y 17; ella es “útil para para enseñar, para redargüir, para corregir e instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Si tú no eres un estudiante de la Biblia, debieras serlo. Te invito a escuchar el siguiente estudio donde hablaremos del por qué debemos estudiar con entusiasmo la Biblia, creo que te será de mucha bendición. Bueno el tiempo se nos ha ido, así que. Vamos a orar. Padre nuevamente queremos darte gracias por tu Palabra, no existe libro más importante en el mundo entero, danos ánimo de estudiarla y aplicar sus enseñanzas a nuestras vidas. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 24, 2022
La Biblia

Una Biblioteca Completa - Parte 2
No pudimos terminar nuestro último estudio porque se nos terminó el tiempo, así que hoy vamos a continuar con el mismo tema, pero antes quiero que hagamos un corto repaso. Dijimos que la Biblia no era un solo libro, sino toda una biblioteca de libros, en realidad contiene sesenta y seis libros, escritos por diferentes hombres, quienes fueron inspirados por el Espíritu Santo. Cada uno de ellos escribieron en su propio estilo, pero el mensaje que dieron era de Dios mismo; por ello llegamos a la conclusión de que Dios es el autor de la Biblia, y esto hace que la Biblia sea un libro sin igual. La Biblia es la Palabra de Dios.   También observamos que la Biblia se divide en dos secciones grandes: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento nos habla de eventos que ocurrieron antes del ministerio terrenal de Jesús, y el Nuevo Testamento nos habla de la vida de Jesús, y de eventos que ocurrieron después de su ministerio terrenal. Aún nos habla de sucesos del futuro. Dijimos que el Antiguo Testamento podía ser dividido en cinco secciones: Libros de la Ley, Libros Históricos, Libros Poéticos, Libros de Profetas Mayores y Libros de Profetas Menores. Logramos estudiar las divisiones del Libros de la Ley que son: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio. Y también los doce Libros de Historia, que son: Josué, Jueces, Rut, Primera y Segunda de Samuel, Primera y Segunda de Reyes, Primera y Segunda de Crónicas, Esdras, Nehemías y Esther. Hoy vamos a estudiar las divisiones de Libros Poéticos y los Libros de los Profetas Mayores y Menores, terminando con la división principal del Antiguo Testamento. Los Libros Poéticos son cinco: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los Cantares. Una tercera parte del Antiguo Testamento fue escrito originalmente en forma poética, esos libros se concentran en preguntas sobre dolor, Dios, la vida y el amor. Job nos relata la vida de un varón justo quien sufrió una tragedia personal; el libro entero de Job trata con la pregunta: ¿Por qué? El Libro de los Salmos es un libro de oraciones e himnos que cubren la expansión de los sentimientos humanos; todos los Salmos juntos representan una guía de cómo relacionarse uno con Dios; muchos de los Salmos fueron usados en servicios públicos de adoración. Proverbios es un Libro de consejos sobre casi cada área de la vida; el estilo de vida de los sabios lleva una vida de gran satisfacción. Eclesiastés nos habla de una vida sin Dios; vivir sin Dios lleva a una vida insignificante y de desesperación, aunque escrito hace cientos de años el Libro de Eclesiastés es un libro muy moderno y dado al día de hoy. Y el último de los Libros Poéticos es el Cantar de los Cantares, este libro es un poema de amor, escucha una porción del libro: “Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo; Porque fuerte es como la muerte el amor; Duros como el Seol los celos; Sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama. Las muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni la ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, De cierto lo menospreciarán” (Cantares 8:6-7). ¿Qué te parece? Eso nos trae a la siguiente división: los Libros de los Profetas Mayores; ellos son cinco: Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel y Daniel. No son conocidos como profetas mayores por ser más importantes que los otros, sino por la cantidad de su contenido. Isaías es un libro escrito por uno de los profetas más elocuentes; el profeta Isaías analiza los fracasos de todas las naciones que le rodean, y señala al Mesías que vendría en el futuro, para establecer la paz. Jeremías fue un profeta que llevó una vida de tortura emocional, y sin embargo no se desvió del mensaje que tenía que entregar al pueblo de Israel, él habló al reino de Judá en las últimas décadas, antes de que Babilonia destruyera la nación. Lamentaciones es un libro que expone cómo las amonestaciones del profeta Jeremías, se llevaron a término; este libro contiene cinco poemas de tristeza por la ciudad caída. Ezequiel habló a los judíos que estaban en cautiverio en Babilonia, este profeta usaba historias dramáticas y parábolas, para exponer sus diferentes puntos de vista. Daniel, el último Libro de los Profetas Mayores, es un relato de un hombre judío en cautiverio en Babilonia, quien llegó a ser primer ministro de dicha nación; aún bajo una intensa presión política Daniel vivió una vida ejemplar de integridad, y nos dejó con algunas profecías muy simbólicas de acontecimientos que aún no se han cumplido. Antes de continuar con la siguiente división de Profetas Menores, quiero mencionar que todos estos profetas vivieron durante el tiempo cuando el reino de Israel estaba dividido en dos: el reino de Israel, al norte, y el reino de Judá, al sur. Aunque algunos de estos profetas predecían eventos del futuro, su trabajo primordial era de hacer un llamamiento a la nación para que regresara a Dios. Los libros de los Profetas Menores son: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías. Por todos son doce. Oseas fue un profeta que vivió su mensaje al pueblo, él se casó con una mujer que le era infiel haciendo comparación, en carne viva, el adulterio espiritual que Israel había cometido en contra de Dios. Joel predijo el juicio y castigo que caería sobre el reino de Judá, por medio de usar un relato que ya había acontecido: una plaga de langostas. Amós, era un muchacho del campo, quien predicó a Israel cuando había llegado a la cumbre de su prosperidad; Amós amonestó a los israelitas con fuerza, exhortándolos a no fijarse en el poder de cosas materiales y de poner la vista en Dios. Abdías habló fuertemente a Edom, una nación que tenía frontera con el reino de Judá avisó a la nación edomita de lo peligroso que era amenazar al pueblo de Dios. Jonás es un libro que relata como el creyente debe tratar al incrédulo, Jonás no quiere que Dios perdone a la ciudad enemiga de Nínive, pero Dios le da a Jonás una valiosa lección sobre el valor de la vida humana. Miqueas fue un profeta que expuso la corrupción que había de cada nivel de sociedad, pero terminó sus escritos con una promesa de perdón y restauración. Nahúm predijo la destrucción total de la gran ciudad de Nínive; Nínive fue la misma ciudad que se había arrepentido muchos años antes bajo la prédica de Jonás. Habacuc dirigió su libro a Dios, no al pueblo; en un diálogo de mucha franqueza con Dios, Habacuc discute los problemas de sufrimiento y justicia. Sofonías tuvo su enfoque sobre la venida del día del Señor, el cual purificaría a Judá, dejando un remanente fiel con el cual el mundo sería bendecido. Hageo vino después del cautiverio babilónico, los judíos habían decidido reconstruir el templo, sin embargo, después de un tiempo dejaron la construcción para trabajar en sus propias casas; Hageo les hizo ver que hacían mal, les recordó que debían poner a Dios primero en sus vidas. Zacarías hizo lo mismo que Hageo, pero de diferente modo; él hizo ver a los israelitas que el templo señalaría la venida del Mesías y por eso debían terminar la construcción. Y Malaquías, fue el último profeta del Antiguo Testamento, este señor tuvo que enfrentarse a un pueblo indiferente y frío; el profeta Malaquías exhortó a que regresaran a Dios, antes de que fuera demasiado tarde. Nuevamente se nos ha ido el tiempo, si Dios lo permite en nuestro próximo estudio empezaremos con un panorama del Nuevo Testamento. Que Dios les bendiga, y, para terminar. Vamos a orar. Padre nuevamente nos asombramos del contenido de tu palabra, toda una biblioteca de información a nuestra disposición, respuestas a nuestras preguntas, todas a la mano. Padre hoy te pedimos que pongas un deseo incansable en nosotros de querer escudriñar las enseñanzas de la Biblia. Te lo pedimos porque sabemos que así aprenderemos cómo vivir vidas que te agradan. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 23, 2022
La Biblia

Una Biblioteca Completa - Parte 1
Hoy vamos a iniciar una serie de estudios sobre el libro más precioso que jamás ha sido escrito. El Libro del que hablo es el de mayor venta en todo el mundo, así es, hablo de la Biblia. Pienso que lo que distingue a la Biblia de cualquier otro libro que ha sido escrito es su autor; digo esto porque el autor de la Biblia es Dios mismo. Muy pocos libros son tan vigentes como el día en que se escribieron, sin embargo, la Biblia, no como los demás libros, es tan vigente hoy como el día en que sus primeras porciones fueron grabadas. 2 Pedro 2:19-21 dice: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. 2 Timoteo 3:16 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”. Habiendo establecido que la Biblia tiene como autor a Dios, y que su mensaje sigue vigente hoy, vamos a pasar por unos momentos a un estudio breve del contenido de este valioso y precioso libro. Vamos a ver la Biblia de pasta a pasta, viendo sus divisiones, y aún las divisiones de sus divisiones. Para algunos lo que vamos a estudiar no es cosa nueva, pero si será servicial repasar y acordarnos de algunas cosas. Podemos dividir la Biblia en dos secciones principales: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, creo que la forma más fácil de entender la diferencia entre los dos es que el Antiguo Testamento fue escrito antes de que Cristo viniera a la tierra; y el Nuevo Testamento fue escrito después de la vida terrenal de Jesús. El Antiguo Testamento nos habla de eventos que sucedieron hasta la venida del Cristo, enfocando profecías de cómo vendría al mundo para librar a su pueblo de sus pecados. El Nuevo Testamento nos habla de la vida del Cristo sobre la tierra, y de eventos que sucedieron después de su ministerio terrenal, aún nos habla de eventos que sucederán en el futuro. Hay quienes creen que sólo hay que hacer caso al Nuevo Testamento, refutando que el Antiguo ya pasó de moda y no tiene valor; tal pensamiento es erróneo, como hijos de Dios podemos compararnos al pueblo de Israel y aprender mucho de ellos. De hecho, los que hemos recibido a Jesús en nuestro corazón, llegamos a ser del pueblo espiritual de Dios. Cuando hablamos de la Biblia, en realidad estamos hablando de toda una biblioteca, digo esto porque la Biblia está compilada de sesenta y seis libros: Treinta y nueve libros en el Antiguo Testamento, y veintisiete libros en el Nuevo. Esta biblioteca de libros que nosotros conocemos como la Biblia, fue escrita en diferentes períodos de la historia, llevándonos desde la creación del mundo hasta el pueblo de Dios, hasta la vida de Cristo, hasta las primeras etapas de la iglesia primitiva, hasta el cielo mismo, acontecimiento que no se ha llevado a efecto todavía. Al escribir estos libros Dios tomó a un hombre y le usó, así como nosotros usaríamos un lapicero para escribir su mensaje. El Espíritu Santo impresionaba el mensaje de Dios en la mente de ciertos hombres santos, y ellos grababan el mensaje de Dios en papel, y es así como nos llegó la Biblia. Ya hablamos de las dos divisiones principales: el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Regresemos ahora, y vamos a ver las divisiones de estas dos divisiones mayores; como hemos dicho que la Biblia es toda una biblioteca, entonces vamos a tomar sus sesenta y seis libros y catalogarlos, poniéndolos en sus respectivos estantes. Esto nos ayudará a estudiar un poco mejor, porque cuando estamos buscando cierta información podemos ir al libro correcto y no tener que pasar por todos los libros contenidos en la Biblia. Podemos dividir al Antiguo Testamento en cinco categorías: En primer lugar, el Pentateuco o los Libros de la Ley; En segundo lugar, los Libros Históricos; En tercer lugar, los Libros Poéticos; En cuarto lugar, los Libros de los Profetas Mayores; y en quinto lugar los Libros de los Profetas Menores. Son cinco los Libros de la Ley: Génesis, Éxodo, Levíticos, Números y Deuteronomio. Génesis es el libro de principios que nos describe la creación, las primeras rebeliones en contra de Dios y la selección de Abraham y sus descendientes de parte de Dios. Éxodo nos habla de la liberación de los israelitas y la salida de ellos de la esclavitud en Egipto. Levítico nos habla de las leyes establecidas por Dios, mayormente estas leyes conducían a santidad y a adoración. Números habla de la rebelión del pueblo de Israel que les causó andar perdidos en el desierto por cuarenta años, antes de ser permitidos entrar a la tierra prometida. Deuteronomio nos relata tres discursos de Moisés, poco antes de su muerte, en los cuales él recuerda a los israelitas de su historia, y los amonesta para que no vuelvan a cometer esos mismos errores. Esto nos trae a la división de los Libros Históricos, son doce por todos: Josué; Jueces; Ruth; Primera y Segunda de Samuel; Primera y Segunda de Reyes; Primera y Segunda de Crónicas; Esdras; Nehemías; y Esther. Estos libros cubren un período de quinientos años, después de que los israelitas tomaran posesión de la tierra de Canaán y establecieran su reino. Josué nos habla del nuevo líder que surgió después de Moisés, y guio al ejército de Israel en la conquista de la tierra prometida. Jueces nos habla de cómo la nueva nación de Israel cae en una serie de fracasos; Dios levantó líderes entre ellos, llamados: Jueces, tales jueces fueron hombres como Sansón, Gedeón y Jefté. Ruth es la historia de una joven que fue fiel a Dios, por su fidelidad Dios la recompensó; Ruth fue la bisabuela del Rey David. Primera de Samuel es la historia del rey Saúl, el primer rey de Israel. Segunda de Samuel es la historia del rey David, quien unió a toda la nación; David cometió el error de cometer adulterio y después fue perseguido por una crisis nacional y familiar. Primera de Reyes trata la vida del rey Salomón, el sucesor de David; al morir Salomón hubo una guerra civil en Israel, y la nación se divide en dos. Segunda de Reyes habla de los reyes quienes siguieron en ambos reinos, la mayoría de ellos eran malos. Primera de Crónicas nos da una completa genealogía del rey David, y nos habla de su vida, pero los incidentes relatados son los mismos encontrados en Segunda de Samuel. Segunda de Crónicas nos relata los mismos eventos de los libros Primera y Segunda de Reyes, con la excepción de que hace énfasis en las vidas de los reyes que fueron buenos. Esdras nos habla del regreso de los israelitas a su tierra, después de haber pasado varias décadas en cautiverio por los de Babilonia; Esdras era un sacerdote quien salió con los primeros refugiados. Nehemías fue uno de los que salieron del cautiverio babilónico, después de que el templo en Jerusalén había sido reconstruido; Nehemías se preocupó por la reedificación del muro que rodeaba a Jerusalén; Nehemías se unió a Esdras en guiar al pueblo a un avivamiento. Esther, el último libro de historia, relata la vida de una joven israelita muy valiente; quien salvó al pueblo judío que había sido esclavizado por los persas; Esther se casó con el rey de los persas, y en esa posición fue usada por Dios para librar a los israelitas de una muerte segura. Lo siento, pero se nos ha ido el tiempo, tendremos que continuar nuestro estudio otro día, sé que hemos viajado con algo de rapidez, pero espero que la lección de hoy le haya servido de beneficio. Si Dios lo permite en nuestro próximo estudio veremos los Libros Poéticos y los de profecía. Como puedes ver, la Biblia es un libro bien organizado, y es así porque no es un libro cualquiera, es la Palabra de Dios. Espero que el estudio de hoy te haya abierto un poco el interés y que estarás conmigo en nuestro siguiente contacto cristiano. Vamos a orar. Padre gracias te damos por tu Palabra la Santa Biblia y espero que usarás el estudio de hoy para ayudar a hermanos quienes tienen dificultad en estudiar la Biblia. Espero que podrán obtener idea de la Biblia, no como un solo libro, sino como una biblioteca de libros que están para informarnos de la manera en que Tú deseas que procedamos en esta vida. Gracias Padre, en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 22, 2022
El Espíritu Santo

La Vida Cristiana Victoriosa
Yo no sé de ustedes pero yo he aprendido muchas cosas en esta serie sobre el Espíritu Santo, hemos estudiado de su ministerio con el incrédulo y también con el creyente, hemos visto que su tarea primordial es dar testimonio de Jesús y en nuestro último estudio vimos cómo algunos están sentados esperando la llenura del Espíritu cuando lo que deben hacer es ser obedientes a la Palabra de Dios y la llenura vendrá a consecuencia de servir en obediencia, reconozco que he sido un poco duro en esta serie sobre el Espíritu pero es que me molesta cómo Satanás ha confundido a tantas personas, dicha confusión ha causado que muchos de mis hermanos y hermanas en la fe vivan vidas derrotadas.   Muchos se han dado por vencidos en la carrera cristiana mientras que otros corren pero a media fuerza, creo que lo que más me molesta es la hipocresía de algunos hermanos que fingen ser espirituales cuando lejos están de serlo, viven en sus mentiras haciendo que otros se sientan inferiores a ellos cuando es todo lo contrario pero así es cómo opera Satanás, lo triste es que la mayoría de mis hermanitos no son lo suficiente maduros para ver la realidad, de una cosa sí podemos estar seguros y eso nos trae al tema del estudio de hoy que sin el Espíritu Santo controlando la vida del creyente no habrá victoria en su vida. Quiero que busquemos en nuestra Biblia el libro de los Romanos, vamos a ir al capítulo 14 para leer los versículos 17-19, Romanos 14:17-19 dice: “Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. Porque el que en esto sirve a Cristo, agrada a Dios, y es aprobado por los hombres. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación”. En estos versículos encontramos unas verdades muy valiosas concerniente a vivir la vida cristiana victoriosa, debemos reconocer que la victoria del creyente está en vivir en el Espíritu, aunque esté en un mundo físico y material, cuando Jesús fue interrogado por Poncio Pilatos Él aclaró que su reino no era de este mundo, Jesús enseñó a sus discípulos que ellos no eran de este mundo. En nuestro texto hemos leído que el reino de Dios no es comida ni bebida, el reino de Dios es espiritual y todos los ciudadanos de dicho reino deben vivir conforme a lo espiritual, he aquí la razón por el fracaso de tantos cristianos hoy día, quieren llevar una vida doble, el consejo del Apóstol Pablo en Gálatas 5:25 es: “Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu”. O sea que si anteriormente nos rendimos a Cristo porque vimos la tragedia de nuestro vivir y pedimos su salvación para librarnos de nuestra vida de pecado, ¿por qué vamos a intentar seguir viviendo de la manera que anteriormente desechamos?, eso no suena razonable, pero eso es lo que casi todo creyente hace, Pablo en Gálatas 3:3 regaña a los que hacen tal cosa diciendo: “¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?”. Me causa cierta inquietud el pensamiento de que uno acuda a Jesús porque está convencido de que Él tiene todas las respuestas y porque en el mundo no encontró aquella cosa que llenar el vacío en su ser, pero una vez que ha llenado el vacío ¿ahora va a regresar al mundo buscando felicidad en acumular bienes materiales? Siento mucho pero así no será victorioso, será victorioso únicamente cuando vive una vida totalmente entregada al Espíritu, creo que todos estamos de acuerdo en que el hombre es un ser confundido, he conocido a muy pocas personas en mi vida que habían encontrado su lugar en la vida por eso es tan importante que el creyente se entregue al liderazgo o dirección del Espíritu Santo porque no hay nadie quien conoce mejor al hombre que su propio creador, el Espíritu nos conoce mejor que nadie y nos guiará a la victoria si le prestamos atención, Él puede hacer esto porque no hay nada que Él desconoce, el Espíritu todo lo escudriña aun lo profundo de Dios, es el Espíritu Santo quien nos revela verdades espirituales llevándonos a la completa verdad de cosas espirituales, es Él quien nos ayuda a vivir acomodando lo espiritual a lo espiritual. Para respaldar estos pensamientos quiero que vayamos a 1 Corintios capítulo 2 para leer los versículos 10-11, leamos: “Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios”. Es importante reconocer que lo que nos hizo nacer a la familia de Dios es que el Espíritu de Dios entró en nuestro espíritu humano en el momento que aceptamos a Cristo y nos dio vida eterna, es el Espíritu Santo conforme a Romanos 8:16 quien da testimonio a nuestro Espíritu humano de que somos hijos de Dios, otra vez, no hay nadie que nos conoce mejor que nuestro propio creador, lo lindo del Espíritu es que Él sabe de lo que me va a acontecer aún antes de que me suceda y si soy obediente a su liderazgo me puedo evitar muchos problemas, he hablado antes del Espíritu como una alarma de peligros, al ver el Espíritu que viene algo que podría que perjudicar nuestro compañerismo con Dios, inmediatamente Él nos avisa. Para ser sinceros yo nunca he pasado por un problema sin que antes el Espíritu Santo me avisara de una manera u otra y no hay mejor persona capacitada para el trabajo que Él, Él sabe todo lo que hay que saber de mí, tanto mis buenas cualidades como también mis defectos, fácilmente puedo decir las palabras del rey David que se encuentran en el Salmos 139, los versículos 1-7 dicen: “Oh Jehová, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú las sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender. ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia?”. En vista de todo esto pienso que sería sabio permitir que el Espíritu Santo de Dios tome control de mi vida, solo Él está capacitado para llevarme a una vida de victoria, solo tendré la victoria si me someto a su dirección y su liderazgo, el Espíritu puede llevarnos a victorias porque Él conoce todas las cosas de Dios, como dice 1 Corintios 2:11, “Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios sino el Espíritu de Dios”. Y es el Espíritu quien nos revela las verdades de Dios a nosotros una vez que Él mira que estamos preparados para aceptar las responsabilidades que vienen con el conocimiento de esas verdades, Jesús dijo en Juan 16:13-15: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”. Si deseamos vivir la vida cristiana victoriosa vamos a tener que someternos a la voluntad del Espíritu Santo y obedecerle siguiendo su liderazgo, el Espíritu Santo tiene todas las cualidades necesarias para capacitarle en dirigirnos a una vida victoriosa, no hay nadie quien conoce mejor al hombre que Él y no hay nadie quien conoce mejor las cosas de Dios que Él, quizás nunca lleguemos a tener riquezas por seguir al Espíritu, quizás nunca lleguemos a tener fama por seguir al Espíritu pero de una cosa sí podemos estar seguros y eso es que sin Él nunca obtendremos la victoria en este mundo, con el Espíritu podemos ser victoriosos, no importa cuál sea nuestra posición económica o nivel social pero sin Él no podemos hacer nada bien. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por tu Espíritu Santo y por la victoria que podemos tener si tan solo nos sometemos a su liderazgo en nuestras vidas, Padre, ayúdanos a vivir vidas entregadas a su dirección, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 19, 2022
El Espíritu Santo

Buscando Ser Llenos Del Espíritu Santo
“Hermano Ricardo, yo te oído hablar de cómo todo creyente en Cristo tiene al Espíritu Santo porque si no, no es creyente, pero si eso es verdad, ¿por qué la mayoría de los cristianos que yo conozco parecen ser derrotados en su forma de vivir? Yo no veo que vivan la vida cristiana victoriosa”. Estoy de acuerdo contigo, sin embargo eso no cambia la verdad de que tienen al Espíritu, lo que sucede es que no están permitiendo que el Espíritu opere en sus vidas a máxima capacidad, esto es lo que ocurre cuando tenemos un pecado en nuestra vida física que no queremos soltar, esta es la razón por la cual este cuerpo físico tiene que ser transformado en un abrir y cerrar de ojos antes de poder ir al cielo porque contiene y siempre tendrá pecado. Para darte un ejemplo de lo que te estoy hablando quiero que vayas conmigo a 1 Corintios capítulo 5, Pablo aquí está hablando con los hermanos de la iglesia en Corinto, estos hermanos tenían algunos problemas bastantes graves, y Pablo les escribe para que arreglen el asunto, miremos el versículo 1 para ver qué tan serio estaba el problema, Pablo dice: “De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aún se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre”. Como puedes ver el problema era grave, lo peor es que los hermanitos estaban jactando de lo que hacían, Pablo los regaña fuertemente y en el versículo 5 podemos ver el fin del hermano que cometía tal acto, Pablo dice: “El tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús”. Espero que hayas notado que este individuo todavía era salvo espiritualmente, ¿cómo es posible? Porque el Espíritu de Dios moraba en él, un día había recibido a Jesús como su Salvador y en ese momento el Espíritu Santo lo hizo nacer a la familia de Dios, para que quede claro Pablo termina diciendo los versículos 6:18 y 19: “Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, esta fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo peca”. Y escucha bien esto, “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”. Sí, los hermanos de Corinto tenían al Espíritu Santo en ellos, eran salvos por la sangre y fe en Cristo, pero no, y repito, no tenían el máximo poder de Dios en sus vidas, y eso es lo que deseamos estudiar hoy, estos hermanos tenían al Espíritu, pero no tenían la llenura del Espíritu por lo consiguiente no tenían el poder de Dios a potencia máxima. El deseo de cada creyente en Cristo debiera ser vivir momento a momento dentro de la voluntad de Dios, esto se logra cuando vivimos llenos de su Espíritu y la llenura la podemos conseguir por medio de vivir en santidad y obediencia rechazando el mal, vamos en nuestras Biblias al libro de Efesios capítulo 5 y vamos a leer los versículos 15-20 para ver si encontramos algo ahí que nos ilumine un poco sobre este tema, Efesios 5:15-20 dice: “Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo”. En estos versículos veo tres cosas que pueden auxiliarnos en vivir llenos del Espíritu. En primer lugar, veo que debemos tener cuidado de la manera en que usamos el tiempo que Dios nos ha dado, en segundo lugar veo que debemos ser entendidos de lo que Dios espera de nosotros y en tercer lugar veo que debemos tener en nuestro corazón una actitud de alabanza y agradecimiento para con Dios. El tiempo es un factor muy importante en nuestras vidas, no podemos regresar al día de ayer para recuperar tiempo que hemos desperdiciado, el niño dice: “Cuando yo sea joven”, el joven dice: “Cuando yo sea hombre”, y el hombre dice: “Quisiera ser niño otra vez”, buen consejo nos dio el Señor cuando dijo: “No os afanéis por el día de mañana porque el día de mañana traerá su afán, basta a cada día su propio mal”, solo una vida vamos a vivir en este mundo, es mejor que la vivamos bien, hoy la humanidad anda desenfrenada, no saben dónde va, qué es lo que hace ni qué es lo que desea lograr y lo malo es que el tiempo se está acabando, veo a las personas vivir sus vidas como si fueran dueños de la eternidad, jóvenes despreciando su juventud en drogas y sexo los cuales las pagan con la muerte y sin embargo siguen adelante necios, malgastando su vida en lo que no tiene importancia mientras que nosotros, los cristianos, nos sentamos y observamos las cosas sin comprometernos esperando el día de mañana cuando quizás el Espíritu venga sobre nosotros y nos use, solo esperando, mi hermano, si queremos ser llenos del Espíritu no lo vamos a lograr sentados esperando, hay que ser obedientes aprovechando bien el tiempo, ayudemos a las personas quienes tienen necesidad, entremos a la vida de ese drogadicto, de esa prostituta, de ese borracho y alcancémoslos con el amor de Cristo y al hacer esto en obediencia encontraremos la llenura del Espíritu y el poder de Dios en nuestras vidas, los días son malos y debemos aprovechar bien el tiempo andando como sabios y no como necios, debemos saber lo que Dios quiere de nosotros. Nuestro texto nos dice: “Por cuanto no seáis insensatos sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”, mi hermano, ¿quieres saber qué es lo que Dios espera de ti? ¿Quieres saber cuál es su voluntad para tu vida? Ya sé, estás sentado esperando que el Espíritu te lo indique, ¿verdad? Y el día que el espíritu te lo indica entonces te vas a levantar y vas a servir al Señor, pero mi hermano, eso no es así, Dios nos ha dado su Palabra, debemos abrirla y escudriñarla y ponerla en práctica sus principios y al hacer esto seremos llenados de su Espíritu, al estudiar la Biblia nos daremos cuenta de lo que agrada y desagrada a Dios, al irnos despojando de cosas que desagradan a Dios llenamos el vacío que queda con cosas que le agradan, nos damos cuenta de cosas que debemos hacer y cosas que debemos cambiar y obedecemos, y al hacer esto nos llenamos del Espíritu, debemos tener también una actitud de alabanza y agradecimiento para con Dios en nuestro corazón, al realizar de qué se trata verdaderamente la vida y entendiendo todo lo que Dios ha hecho en su amor para con el hombre, lo único que el hijo de Dios deseará a hacer es alabar a Dios por su bondad, habrá en su ser una canción de alabanza que va a desear compartir con todos los que le rodean, no encontrará palabras ni hechos con qué agradecer al Padre, lo único que podrá hacer es agradarle con su vida, alabarle con su vida y este procedimiento traerá la llenura del Espíritu. Así que hermano, si estás sentado ahí esperando que las cosas te caigan del cielo ya no lo hagas, levántate y ponte a trabajar, obedece al Señor en servir al prójimo escudriñar la Palabra y dar gracias a Dios y ya verás que la llenura del Espíritu vendrá. Vamos a orar. Padre, todos tus hijos queremos tener la llenura de tu Espíritu porque sabemos que así nuestra labor será más efectiva, sabemos que sin la llenura de tu Espíritu en nuestras vidas no hay poder y si no hay poder somos inútiles en tu servicio. Padre, Satanás ha confundido a tantas personas concerniente a tu Espíritu, su llenura y su ministerio, lo ha hecho porque sabe que el día en que comencemos a servirte llenos de tu Espíritu y de tu poder es el día cuando su derrota es hecha visible y eso no le conviene. Padre, ayúdanos a levantarnos en obediencia confiando en que tú nos llenarás de tu poder, despierta a los que están sentados esperando, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 18, 2022
El Espíritu Santo

Testimonio De Jesús
El tema que vamos a tratar hoy es un tema muy delicado, es un tema que quiero discutir con sinceridad y honestidad, espero que me escucharás con mucha atención y que lo harás con una mente abierta, listo para poner a prueba con las Escrituras lo que te voy a decir, pienso que si se pudiera abusar de una de las tres personas que componen a Dios tendría que decir que el Espíritu Santo es el más abusado. Muchas personas hoy hacen cosas muy ridículas dentro de las diferentes religiones y al preguntarles por qué hacen estas cosas señalan al Espíritu Santo, aun cuando hacen cosas que van en contra de las enseñanzas de las Escrituras la cual fue inspirada divinamente por Él y es la espada que Él usa para derrotar al maligno, cantidades de llamados “hermanos en la fe” discuten que ellos no tienen necesidad de la Biblia porque ellos reciben señales directamente del Espíritu, lo triste es que no comprenden que esas señales pueden venir del espíritu pero no del Espíritu Santo de Dios porque Él no operará contrario a lo que enseña su Palabra, el gran movimiento de hoy en la mayoría de los círculos cristianos es alcanzar un nivel espiritual elevado para yo obtener el poder de Dios. Adiós con el ganar almas y la comisión de Cristo de ir al mundo para discipular a las naciones, hoy la carrera no es contra el diablo y el infierno, sino que se ha convertido en una competencia de hermanos para ver quién es más espiritual, el énfasis no está en traer a personas a los pies de Cristo sino en ver quién puede tener visiones y sueños más grandes y brillantes que el otro, ¿qué importa el alma? Lo importante es el cuerpo y cómo nos sentimos nosotros, lo malo con todo esto es que es antibíblico y digo esto porque el Espíritu Santo no ha venido para llamar la atención hacia sí, sino que está aquí para glorificar a Cristo, una vez que hemos comprendido esta verdad seremos más serviciales al Señor. Si tienes tu Biblia vamos a Juan 16 para leer los versículos 13 al 15, escucha atentamente lo que te voy a decir y lo que dice la Palabra de Dios: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”. Las palabras que deseo enfatizar son: “no hablará por su propia cuenta” y “Él me glorificará”. El Espíritu Santo está aquí para dar testimonio de Jesús, como dije anteriormente muchos cristianos se han olvidado completamente de Jesús y de su comisión de evangelizar al mundo y se han lanzado a una campaña de autosatisfacción espiritual, en cierta ocasión me encontré con un joven quien al verme invitar a algunas personas a la iglesia comenzó a gritar a toda voz: “¡No le escuchen, en su iglesia no está el Espíritu Santo!”. Yo pedí a los amigos que me disculparan por unos momentos y me acerqué al joven y le pregunté: “¿Qué es lo que haces? ¿No sabes que estas personas necesitan de Jesús?”, el joven con gran sinceridad y entusiasmo me dijo: “Sí, pero usted no es la persona indicada para ayudarles, yo necesito que ellos vayan conmigo”. Yo me afligí bastante al oír todo lo que me estaba diciendo y finalmente lo detuve para hacerle una pregunta, y la pregunta que le hice fue esta: “Desde que recibió usted al Espíritu Santo, ¿cuántas almas has traído a los pies de Jesús?” y me contestó: “Ninguno, pero, ¿qué tiene que ver eso?”. Amigo, déjame decirte algo, la espiritualidad de uno no consiste de cuántos idiomas hablan ni de cuántas personas has sanado ni de cuántas visiones has tenido, la espiritualidad de uno se mide en el fruto que uno da y los creyentes no estamos aquí en la tierra en una aventurera búsqueda de un alto nivel espiritual estamos aquí para ser testigos de Jesucristo, somos embajadores del Reino celestial y lo importante en este caso no es tratar de tener un buen sentir hacia mí mismo Yo fui crucificado con Jesús y mi sentir y mis deseos no tienen caso, lo importante es que otros vean a Cristo viviendo en nuestra vida, no culpo a nadie por querer alcanzar una cercanía con Dios pero esto no se logra por medio de sentarse con los brazos cruzados, pidiendo al Espíritu que baje sobre ti, el Espíritu ya está en ti si es que eres de Cristo y lo que necesitas hacer es levantarte y ser obediente a su Palabra, en obedecer al Espíritu trabajando en la viña encontrarás la felicidad que buscas y la encontrarás por medio de llevar fruto, aquellos quienes dicen que el cristiano debe lanzarse a una búsqueda de un alto nivel espiritual deben comprender que uno puede hacer muchas cosas en el nombre de Jesús aún sin haberle conocido como Salvador, uno puede tener sus visiones y sueños, echar fuera demonios, sanar enfermedades y hacer muchos milagros más, todo en el nombre de Jesús y ni siquiera haberle recibido como Salvador y Señor, ¿quién lo dice? Jesús mismo lo dice. Mateo 7:22-23 nos da las palabras de nuestro Señor quien dijo: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. El Espíritu Santo no vino a dar testimonio de sí mismo sino que vino a glorificar a Jesús, ya hemos visto en los dos estudios anteriores del trabajo del Espíritu en la vida del hombre incrédulo y también en la vida del hombre creyente, el Espíritu muestra al incrédulo su pecado y su necesidad de aceptar a Jesús como Salvador, al creyente lo va guiando a la completa verdad para que el cristiano pueda hacer más y más como su Señor, conste que si el Espíritu me va a ayudar en ser más como Jesús no me guiará en la búsqueda de un alto nivel espiritual sino que me llevará por el mismo camino que trazó mi Señor, Jesús no vino a la tierra para alcanzar un alto nivel espiritual de hecho Jesús se despojó de su alto nivel espiritual para hacer la voluntad del Padre por medio de sacrificar su vida para el bienestar de la humanidad, y si nosotros somos obedientes al liderazgo del Espíritu en nuestras vidas haremos lo mismo, sacrificaremos nuestros deseos y daremos nuestras vidas en servicio a Dios para que otros puedan conocer a Jesús para la honra y gloria del Padre. Pienso que es hora de poner las cosas en orden, hermano, muchos creyentes están buscando un nivel más elevado espiritualmente para poder servir mejor a Dios y si es así entonces sus intenciones son buenas, lo malo es que lo están haciendo al revés, el asunto es que mientras servimos a Jesús, obedeciendo sus mandamientos y trayendo a otros a sus pies vamos alcanzando, sin querer queriendo, un alto nivel espiritual así que si en realidad deseas crecer espiritualmente escucha al Espíritu Santo y entrégate a servir a la humanidad en el nombre de Jesús, olvídate de ti y vive para el Señor. Vamos a orar. Padre, Satanás es tan astuto, es tan inteligente que usa las mismas Escrituras para tendernos trampas y hacernos caer en nuestro andar contigo. Padre, cientos y miles de hermanos en la fe andan en búsqueda de una vida feliz aquí en la tierra y lo triste del asunto, Padre, es que mientras que ellos buscan cómo superarse miles y miles de personas están muriendo sin haber recibido a Jesús. Ayúdanos a sacrificar nuestras vidas abandonando nuestro propio bienestar para que otros puedan ver la luz del evangelio y lograr tener vida eterna. Ayúdanos a estar atentos a la voz de tu Espíritu Santo quien nos dará testimonio de Jesús, y quien nos guiará cada día a ser más y más como Él, Padre, esto te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 17, 2022
El Espíritu Santo

Su Trabajo Entre Los Creyentes
Si tienes tu Biblia vamos al libro de Juan capítulo 16, allí leeremos los versículos 13-15, si te acuerdas en nuestro último estudio hablamos del trabajo que el Espíritu Santo hace con el hombre incrédulo, hoy vamos a ver lo que el Espíritu hace con el creyente en Jesús, o sea su trabajo entre los hijos de Dios, para darnos un punto de referencia y así lanzarnos al estudio leamos nuestro texto, Juan 16:13-15 dice: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”. Me puedo acordar de trabajos seculares que he tenido anteriormente al trabajo que tengo ahora, una de las cosas que eran de mucha importancia era tener personas amigas quienes me informaran de cuál debía ser mi proceder en mi nuevo oficio, así yo me evitaba grandes dolores de cabeza provocados por errores que podía cometer en mi ignorancia, esto es más o menos el trabajo que el Espíritu Santo hace en la vida de los hijos de Dios, es un compañero constante quien nos dice lo que le gusta y no le gusta a nuestro Padre Celestial, desde el momento en que recibimos a Jesús como Salvador el Espíritu Santo entró a nuestro espíritu humano y nos hizo nacer a la familia de Dios, desde ese día Él ha estado con y en nosotros, esto fue promesa de nuestro Señor Jesús en Juan 14:16-17 “Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros”. El apóstol Pablo en 1 Corintios 6:19 habla a todo creyente diciendo: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”. Así que el Espíritu Santo es Dios morando en nosotros y haciendo su trabajo a través de nosotros, es Dios indicándonos lo que debemos hacer y cómo debemos vivir, qué tremendo, ¿verdad? Pero ¿cómo es que el Espíritu lleva a efecto este trabajo en nuestras vidas? Bueno, por medio de un ministerio de enseñanza, el Espíritu nos guía paso a paso toda la verdad, nos da a entender cosas del futuro y toma las cosas de Jesús y nos las hace saber, y esto es nuestro estudio de hoy, vamos a hablar de estas cosas que el Espíritu hace en nuestras vidas. En primer lugar podemos hablar de cómo el Espíritu Santo nos guía a toda la verdad, esto es sumamente importante pues Satanás nos vive engañando por medio de usar medias verdades, muchos cristianos viven vidas derrotadas por esta razón, solo tienen la mitad de una verdad y la otra mitad es mentira, el asunto es que eso los lleva a cometer grandes errores, uno debe tener la completa verdad si es que quiere servir correctamente al Señor pero gracias a Dios tenemos al Espíritu que nos lleva a toda la verdad y así podemos servir mejor a Dios. Lo mismo sucedió con Apolos en Hechos capítulo 18, él había sido instruido en el camino del Señor, pero no tenía la completa verdad, andaba predicando de la venida de Jesús, pero sin conocer el mismo a Jesús, pero el Espíritu Santo puso a Priscila y a Aquila en su camino y ellos le tomaron aparte y dice la Biblia que le expusieron más exactamente el camino de Dios, o sea que el Espíritu le llevó a toda la verdad. Otra cosa que hace el Espíritu Santo en la vida del creyente es traer a su entendimiento asuntos que conciernan con lo espiritual, esto involucra conocimiento del futuro o eventos que sucederán en el futuro, hay que comprender que cuando Jesús habló de esta fase del trabajo del Espíritu Santo el Nuevo Testamento no había sido escrito, únicamente existía el Antiguo Testamento, ¿cómo iban saber cómo actuar los creyentes en Jesús los días venideros? Había necesidad de alguien quien podría hablar a los cristianos de cómo proceder en la vida de acuerdo a las enseñanzas de Cristo, los creyentes del futuro iban a tener preguntas sobre el lugar donde irían después de la muerte, cómo tener unión en la familia y muchas preguntas sobre el matrimonio, divorcio, el gobierno, la oración, discipular y una infinidad de cosas más, ¿quién les enseñaría? Y si iba de pasar en generación en generación, de persona a persona, ¿cómo podrían estar seguros de recibir la completa enseñanza? Quizás a alguien se le olvidaría algún detalle o le añadiría algo cambiando todo el significado de la enseñanza y es aquí donde entra al escenario el Espíritu Santo, como dijo Jesús: “Él os hará saber las cosas que habrán de venir”. El Espíritu Santo es quien nos enseña sobre el bautismo, la conducta cristiana, el cielo y todas las demás cosas que Dios desea que sepamos y hace esto por medio de las Escrituras, el Espíritu Santo inspiró a ciertos hombres escogidos por Dios para que grabaran las verdades de Dios para que todos nosotros pudiéramos conocer estas verdades, 2 Pedro 1:19-21 nos habla de esta realidad con las siguientes palabras: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. Todo lo que concierna con el crecimiento del cristiano, la venida de Cristo, el cielo, el día de juicio, etcétera., es el trabajo del Espíritu Santo dándonos saber. La tercera cosa que hace el Espíritu en la vida del creyente es tomar las cosas de Jesús y hacer que las comprendamos, antes de regresar al cielo Jesús dio una ordenanza a su iglesia, dijo a sus discípulos que fueran al mundo y que predicaran el evangelio bautizando a los que creyeran en Él y enseñando a sus seguidores guardar todas las cosas que Él les había enseñado, hoy, el Espíritu Santo sigue a la cabeza de este movimiento iniciado por el maestro divino, Él da comprensión a los que son hijos de Dios por fe en Cristo Jesús. 1 Corintios 2:9-12 dice: “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concebido”. Cada hijo de Dios es bendecido con la presencia del Espíritu Santo en su vida y menos mal porque sin el Espíritu Santo el hijo de Dios no podría llegar a ninguna parte, siempre me ha gustado hacer la comparación del Espíritu con una alarma de peligro, cuando viene una tentación, un problema o cualquier cosa que podría perjudicar nuestra relación y compañerismo con Dios el Espíritu nos toca el corazón y nos lo hace saber, Él es nuestro guía, lo que tenemos que hacer nosotros es obedecer su liderazgo, si no, no seremos victoriosos como hijos de Dios, es necesario que obedezcamos. Vamos a orar. Padre, queremos tomar este tiempo para darte gracias por el Espíritu Santo quien mora en nosotros y quien nos guía a una vida que a ti te agrada, sin Él nosotros estaríamos totalmente perdidos, ayúdanos a ser obedientes a tu espíritu haciendo todo lo que Él nos indica, porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 16, 2022
El Espíritu Santo

Su Trabajo Entre Los No-Creyentes
Hoy vamos a comenzar otra serie de estudios en nuestro programa de discipulado, en esta serie vamos a estudiar a la tercera persona de la Santa Trinidad, vamos a estudiar del Espíritu Santo. Haremos cinco estudios observando su trabajo con el hombre incrédulo, el hombre creyente, su trabajo en general, también observaremos cómo podemos obtener su llenura y de lo esencial qué es tener esa llenura para vivir victoriosos como cristianos, claro está que algunos se burlarán de lo que voy a decir y eso me causa tristeza porque yo he sentido el poder y la presencia del Espíritu Santo, me entristece por el hecho de que uno puede ser perdonado por cualquier pecado que comete pero el que se burla del Espíritu Santo rehusando su mensaje no recibirá perdón. Jesús mismo dijo en Lucas 12:10: “A todo aquel que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que blasfemare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado”. ¿Y por qué dice Jesús esto? Simplemente porque es el trabajo del Espíritu Santo convencer al hombre de su necesidad de salvación, solo el Espíritu Santo puede tocar el corazón del hombre con el mensaje de la verdad y si el hombre, blasfema al Espíritu de Dios entonces no tiene esperanza, no tiene esperanza porque ya no queda quien pueda llegar a su corazón con la verdad del evangelio. Vamos a estudiar hoy el ministerio del Espíritu concerniente al hombre incrédulo, el hombre incrédulo es aquel que no ha recibido a Jesús en su corazón, aquel hombre que cree que con vivir una vida más o menos podrá heredar la vida eterna, con este hombre el Espíritu Santo tiene una tarea muy especial, encontramos esta tarea en el libro de Juan capítulo 16. Vamos a esta cita y leamos los versículos 7-11, ¿ya lo tienes? Juan 16:7-11, muy bien, leamos, Jesús hablando dice: “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”. Como podemos ver en nuestro texto el Espíritu Santo tiene una tarea o ministerio de tres fases para con el hombre incrédulo, tiene que: convencer al hombre de pecado, de justicia y de juicio. Jesús en su cuerpo terrenal no podía extenderse a toda humanidad, por eso es que Él dijo: “Os conviene que yo me vaya” de esta manera vendría el Consolador en forma espiritual y con la habilidad de tocar la vida de toda persona y hoy el Espíritu Santo de Dios anda sobre la faz del mundo tocando los corazones de los hombres y llamándolos al arrepentimiento del pecado y fe personal en Jesús, el único Salvador. La primera cosa que hace el Espíritu con el hombre incrédulo es convencerle de pecado, hay muchos métodos que Él usa para hacer esta labor, el Espíritu Santo puede usar cantos, mensajes radiales, literaturas o el testimonio de un cristiano común y corriente, no importa el método que usa, el resultado es siempre lo mismo: convencer al incrédulo de su pecado. Una cosa que tiene en común todos los métodos es que todo se basan en la Palabra de Dios: la Biblia. Los cantos, mensajes radiales, literaturas y testimonios, todos tienen que basarse en verdades bíblicas para poder ser usados por el Espíritu, esto es así porque la Biblia es la espada del Espíritu, es el arma que Él usa para pelear contra el mal, es el arma que Él usa para convencer al incrédulo de su pecado. Jesús dijo: “Cuándo él venga (hablando del Espíritu) convencerá al mundo de pecado. De pecado por cuanto no creen en mí”. Casi todo pecado tiene su raíz en la incredulidad, uno hace el mal diciendo: “Eso no me perjudicará a mí”, el muchacho comienza a fumar diciendo: “Eso lo dejaré de hacer cuando yo quiera, no me controlará”, lo mismo sucede con el alcohólico y el drogadicto; el que lee libros y revistas pornográficas nunca admitiría que eso lo llevará en el futuro a la fornicación y al adulterio, y así es cómo la incredulidad en cuanto lo que la Biblia enseña sobre de dichas cosas y lleva al individuo al pecado, ya cuando es tarde se da cuenta de su triste situación pero la máxima incredulidad es no creer lo que la Biblia enseña acerca de Cristo Jesús, al oír de lo que la Biblia enseña sobre la depravación del hombre y de su necesidad de un Salvador el incrédulo es visitado por el Espíritu, quien tocará su corazón, haciéndole saber que lo que oye es la verdad, o sea que convence al hombre de que es pecador y de que necesita aceptar a Jesús. La segunda cosa que hace el Espíritu con el hombre incrédulo es convencerlo de justicia, eso nos trae a la pregunta de “¿qué es justicia?”. Bueno, Jesús dijo de justicia: “Por cuanto voy al Padre y no me veréis más”, el Espíritu Santo tiene el trabajo de convencer al incrédulo de que Jesús era quien dijo ser: el único justo, el unigénito Hijo de Dios, justo y perfecto, el único quien nos puede justificar con Dios. Jesús vino a la tierra, vivió una vida santa sin pecado y murió como sacrificio para todos los que creen en Él, al terminar su misión regresó al Padre comprobando ser quien dijo ser: el Hijo de Dios, el Espíritu Santo toma esta verdad y la da a conocer al hombre incrédulo para que pueda aceptar la verdad y creyendo en Jesús, el Justo, encontrar vida eterna, el Espíritu Santo hace saber al hombre incrédulo que en Cristo Jesús él puede ser justificado así como lo dice 2 Corintios 5:21: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”. Esta justicia es aplicada una sola vez, cuando el hombre recibe a Jesús como su Salvador, el Espíritu entra en su ser y lo convierte en hijo de Dios, nunca más puede suceder este evento, se hace una sola vez y para siempre, por eso es que Jesús dijo: “Voy al Padre y no me veréis más”, con esto daba entender que su salvación es eterna y segura, Él no vendrá otra vez a morir por los pecados de la humanidad y es el Espíritu Santo quien da entender esta verdad al hombre incrédulo, primero le convence de su pecado, después le convence de que puede ser justificado por medio de recibir a Jesús y luego entra en la tercera etapa de su trabajo con el hombre pecador. La tercera cosa que hace es: convencer al hombre de juicio, Jesús dijo: “De juicio por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado”, el Espíritu Santo hace saber a la persona incrédula de que el pecado sin justificación será juzgado, todo aquel que no acepta la justicia de Dios, Cristo Jesús, será juzgado y enviado a eterna condenación en el infierno junto con Satanás, el príncipe de este mundo. Juan 3:36 dice: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. Hebreos 9:27 dice: “Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto, el juicio”, Apocalipsis 20:15 nos habla de los que rehúsan creer en Jesús como Salvador por no arrepentirse de sus pecados y por no invitar a Jesús en sus corazones no son inscritos en el libro de la vida, llegarán al día de juicio y el libro de la vida será abierto, y el versículo 15 dice: “Y el que no se halló en el libro de la vida fue lanzado al lago del fuego”, todo esto es trabajo del Espíritu Santo con el hombre incrédulo, Él convence a las personas de pecado de justicia y de juicio, aún mientras que yo te estoy hablando el Espíritu Santo está trabajando diciéndote que es cierto lo que yo estoy diciendo, ¿cómo lo sé? Porque la Biblia dice que eso es lo que hace el Espíritu y también porque eso es lo que me ha pasado a mí, el Espíritu me convenció de que yo era pecador, de que Jesús murió para salvarme y de que si no le recibía sufriría sin esperanza a un juicio en donde sería condenado a una eternidad en el infierno, yo me arrepentí y pedí perdón de mis pecados a Dios. E invité a Jesús entrar en mi vida para ser mi Salvador y Señor. ¿Todo esto? Lo hizo el Espíritu Santo. Si Él te está hablando a ti, espero que tú le escucharas. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por el Espíritu Santo y su ministerio con el hombre pecador, gracias por amarnos aun cuando no lo merecemos, gracias por avisarnos por medio de tu Espíritu de todas estas verdades, ayúdanos a ser obedientes a la voz del Espíritu, porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 15, 2022
Identificándote Con Cristo

Por La Oración
Un himno conocido por casi todos los cristianos es el himno titulado “Dulce oración”, las palabras del himno van así: “Dulce oración, dulce oración, de toda influencia mundanal, elevas tú mi corazón al tierno Padre Celestial, oh, cuántas veces tuve en ti auxilio en ruda tentación, y cuántos bienes recibí mediante ti, dulce oración. Dulce oración, dulce oración, al trono excelso de bondad, tú llevarás mi petición a Dios que escucha con piedad, por fe espero recibir la gran divina bendición y siempre a mí Señor servir por tu virtud, dulce oración. Dulce oración, dulce oración, qué aliento y gozo al alma das en esta tierra de aflicción consuelo siempre me darás, hasta el momento en que veré las puertas francas de Sion, entonces me despediré feliz de ti, dulce oración”.   Hoy vamos a ver que la oración es otro modo en que nos podremos identificar con Cristo, todos los grandes hombres de Dios eran hombres de oración, de hecho, estoy seguro que sería difícil ser un hombre exitoso en las cosas de Dios si no fuera por el asunto de la oración, así como la Biblia es un tesoro la oración también lo es. La oración es comunicación con Dios, Dios nos habla por medio de su Palabra, la Biblia, y nosotros le hablamos a Él por medio de la oración, a través de las páginas de las Escrituras vamos a ver la exhortación de orar y orar y seguir orando, el apóstol Pablo en 1 Tesalonicenses 5:17 nos dice: “Orad sin cesar”. Esto es así porque siempre debemos mantener abiertas las vías de comunicación con Dios, la oración nos identifica con Cristo porque Jesús fue hombre de oración y si vamos a seguir en sus pisadas y ser como Él entonces nosotros también tendremos que orar, no es extraño encontrar pasajes en la Biblia como el de Marcos 1:35 que dice: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba”. Digo que no es extraño porque esto era costumbre del Señor, Él pasaba largas horas en oración con el Padre, los grandes acontecimientos en la vida de Jesús suceden después de largas horas de oración antes de que el Espíritu Santo descendiera de forma de paloma sobre Él, después de su bautismo Jesús oró. Lucas 3:21-22 dice: “Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma”. ¿Y qué hizo Jesús antes de elegir a sus doce apóstoles? Lucas 6:12-13 dice: “En aquellos días él (hablando de Jesús) fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles”. ¿Y qué de la noche antes de que fuera crucificado por los pecados del mundo? Así es, fue al jardín de Getsemaní, ¿para qué? Pues para orar. Para darte un ejemplo de la importancia que la oración tenía para Jesús podemos ir al libro de Mateo capítulo 14 para leer tres versículos, ellos son los versículos 22-25, leamos y después explico: “En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud. Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo. Y ya la barca estaba en medio del mar, azotado por las olas; porque el viento era contrario. Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar”. Ahora, ¿qué tiene que ver eso sobre la importancia que Jesús le daba a la oración? Pues, ya te lo diré, Jesús ya envió a sus discípulos en una barca para que fueran al otro lado del mar de Galilea, después de esto Él despide a la multitud y sube a un monte para orar, cuando oscurece los discípulos están en medio del mar de Galilea remando con todas sus fuerzas contra una tempestad y vientos contrarios, según Marcos 6:48 Jesús los está viendo desde el monte, pero ¿va corriendo a ellos para ayudarles? Según la Biblia, no, escucha bien eso, las noches en días de Jesús eran divididas por vigilias, la primera vigilia era de seis a nueve de la noche, la segunda vigilia sería de nueve a doce, la tercera vigilia sería de las doce hasta las tres de la mañana y la cuarta vigilia sería de tres a seis de la mañana. Ahora, Jesús los ve remando con fatiga al oscurecerse, pongámosle a las seis y media de la noche, ¿pero ¿cuándo es que va a ellos? Dice la Biblia que cerca de la cuarta vigilia, o sea, cerca de las tres de la mañana, ¿y qué hizo entre las seis y media y las tres de la mañana? Pues hizo lo que iba a hacer: orar. Y con esto creo que podemos ver lo importante que era la oración para Jesús, ¿y sabes cómo llegó a la barca donde estaban sus discípulos? Caminando sobre el agua. Sí, cada evento grande en la vida de Jesús fue precedido por la oración, la oración se compone de muchas fases, algunos me dicen: “Yo quisiera hablar con Dios, pero no sé qué decirle”, en mi vida de oración yo he dividido mi comunicación con Dios en cuatro etapas: alabanza, confesión, intersección y agradecimiento. En la alabanza comienzo mis oraciones contándole al Padre lo que Él significa para mí, le hablo de su grandeza y de lo maravilloso que es Él, a veces le leo uno de los Salmos que escribió el rey David pero hago mías las palabras, Dios ya sabe quién es Él pero yo se lo digo porque yo quiero que Él se dé cuenta de que yo sé quién es Él, este tiempo de alabanza es tan importante para mí que para Él pues yo mismo me acuerdo de lo que Él significa para mí y en quién es que estoy confiando, al entablar una plática con otra persona siempre trato de elogiarla por medio de decir: “Qué bien te ves” o “Mira qué bueno que me encontré contigo” y muchas veces las personas a quienes dirijo estos elogios no se los merecen y si es así, ¿por qué no voy a elogiar a Dios quien es digno de toda la alabanza que yo pudiera expresar? A veces hasta me animo y le canto una alabanza en voz y ¿por qué no? Si uno de los Salmos nos dice que Dios habita en la alabanza de su pueblo, al terminar de alabar a Dios yo paso a confesión, esta es la etapa donde le cuento a Dios todas las fallas que he tenido en el día, le cuento de todas las mentiras, los pensamientos, los chismes, etcétera. Y después de hacer esto le pido perdón y fuerza para hacerme mejor hijo de Él, ¿por qué? Porque Proverbios 28:13 dice: “El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia”. Otra vez, Dios ya sabe lo malo que he sido pero al confesar mis pecados yo me doy cuenta de que he faltado y puedo hacer un esfuerzo de no volver a cometer lo mismo, o sea que soy consciente de mi proceder, al terminar de confesar y pedir perdón de lo malo que he sido, entro a la intersección, en esta etapa me acuerdo de otros que son necesitados de salud, ayuda económica, sabiduría y de muchas cosas más, lo que hago es interceder por ellos, hacer conocidas sus peticiones ante el Señor, esta es una de las etapas más importantes pues porque me estoy olvidando de mí y estoy haciendo algo para otros, y claro está que si yo puedo ayudar a los individuos por quienes estoy orando entonces debo brindarles esa ayuda, para darle conclusión a mi tiempo de oración especial con el Señor le doy gracias por todas sus bendiciones, por salud, por mi trabajo, por contestar mis oraciones, en fin por todo lo que puedo pensar y esta es la etapa de agradecimiento, ¿sabes? Nunca me sobra tiempo, lo que pasa es que me hace falta tiempo. Hemos llegado al final del estudio de hoy, apenas rascamos la superficie de la oración y tocaremos este tema en otro serie de mensajes, de todos modos lo que queríamos que viéramos hoy es que nos podemos identificar con Jesús por medio de la oración y con esto llegamos al final de esta serie de mensajes sobre “Identificarnos con Cristo”, hemos visto que Cristo quiere que nos identifiquemos con Él y que podemos hacer esto por medio de seguir en sus pisadas, bautizarnos en una iglesia escritural, unirnos a su iglesia, dedicarnos al estudio de la Biblia y por medio de llevar una vida de oración, si tú no has cumplido con estas cosas te invito a que comiences a cumplir, te conviene pues, esto agradará a Dios. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por la oración, entendemos que es la forma en que nos comunicamos contigo y que debemos practicarla, así como nuestro Señor, gracias por este importante medio y también por escucharnos, te amamos y queremos ser hombres y mujeres de oración, ayúdanos a tomar tiempo cada día para hablar contigo, porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 12, 2022
Identificándote Con Cristo

Practicando La Palabra
Vamos a perseguir hoy conocimientos sobre cómo podemos identificarnos con Cristo, en los últimos tres estudios hemos hablado de cómo Jesús quiere que nos identifiquemos con Él, Jesús quiere que le mostremos nuestra lealtad por medio de pararnos a su lado, luchando contra el diablo y su ejército de demonios, en nuestro primer estudio hablamos de seguir en sus pisadas, guardando un testimonio limpio ante el mundo, en nuestro segundo estudio hablamos de que el bautismo es una forma en que nos identificamos con Él pues es un cuadro de su muerte, sepultura y resurrección, en el tercer estudio hablamos de la iglesia: el cuerpo de Cristo y cómo Él quiere que nos identifiquemos con él por medio de unirnos a la iglesia y ser miembros activos cada quien en su lugar sirviendo unidos pero de diferentes formas. Hoy llegamos al cuarto estudio de esta serie titulado “Identificándome con Cristo” y quiero que vayamos a 2 Timoteo 2:15 para ver un consejo que el Apóstol Pablo dio a su discípulo Timoteo, 2 Timoteo 2:15 dice: “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. Pablo quiere que Timoteo se esfuerce para que Dios apruebe su trabajo como obrero y las dos cosas que le ayudarán para que Dios le apruebe es un testimonio limpio y saber usar bien la Biblia, ya hemos hablado del testimonio en  esta serie de la cual obtendremos si seguimos en las pisadas de Jesús así que hoy vamos a hablar de usar bien la Biblia, digo bien porque hay personas que usan la Biblia pero la usan mal, saben Biblia pero la usan únicamente a su favor para obtener lo que ellos quieren, eso no debe sorprenderte pues aún el diablo sabe las Escrituras y las tuerce para engañar a muchos pero nosotros las queremos usar bien porque de esta manera podemos identificarnos como siervos de Jesús para honra y gloria del Padre. En cuanto a identificarnos con Cristo por medio de su Palabra Jesús nos dice lo siguiente en Juan 8:31 y 32: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Jesús dice que para que podamos ser verdaderos discípulos tenemos que permanecer en su Palabra o sea que si no permanecemos en su Palabra no podemos identificarnos verdaderamente con Él, ¿sabes? Me causan cierta risa aquellos que creen que se identifican con Cristo por medio de decir “Aleluya” “Amén” y “Gloria a Dios” cada 5 minutos, al encontrarme con estas personas la mayoría de ellos tienen un conocimiento muy escaso de las Escrituras, amigo, es fácil aprenderse un vocabulario cristiano fingido con el cual podrás engañar a muchos, pero para identificarte con Jesús y un verdadero hijo de Dios vas a tener que aprender y practicar las enseñanzas de la Biblia, la Palabra de Dios. De nada sirve que tú tengas un vocabulario cristiano si no es respaldado por un conocimiento basado sobre principios bíblicos, si quieres saber por qué la Biblia es tan importante en identificarnos con Cristo es porque ella nos enseña en cómo Él quiere que vivamos, Jesús quiere que vivamos como Él siguiendo sus pisadas, la única forma en que podremos hacer eso es por medio de saber más de Él y de su vida, ¿y cómo podemos saber de su vida? Pues por medio de estudiar la Biblia. Escucha lo que dice Jesús en Juan 5:39: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”. Entonces llegamos a esta conclusión: Si quieres saber más de Jesús y cómo Él quiere que vivas vas a tener que estudiar la Biblia porque ella da testimonio de Él, por eso es que Pablo le dijo a Timoteo que usara bien la palabra de verdad, ¿por qué? Porque si estudiaba la Biblia y la ponía a práctica en su vida obedeciendo sus enseñanzas sería aprobado por Dios como buen obrero, en 2 Timoteo 3:16 y 17 encontramos estas palabras: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto enteramente preparado para toda buena obra”. Dios ha dado su Palabra para enseñarnos, para regañarnos cuando hacemos mal y para mostrarnos cómo corregir nuestros errores y aún nos enseña en cómo instruirnos en el camino de Dios para que caminemos de una manera que agrada a Él, sin la Biblia estaríamos totalmente perdidos pues no tendríamos ninguna instrucción concerniente a lo que Dios quiere y espera de nosotros. Otra manera en que la Biblia nos identifica con Cristo es por medio de la marca que deja en la vida de otros cuando la usamos correctamente, ¿te acuerdas del famoso espadachín conocido como El Zorro? No había como Él y siempre dejaba su marca en alguna parte por medio de rayar una gran secta con la punta de su espada, todos sus enemigos miraban la marca y temblaban, pero ¿qué tiene que ver esto con la Biblia y cómo nos identifica con Cristo? Tiene mucho que ver, porque la Biblia es la espada del Espíritu y cuando la usamos bien dejamos la marca de Cristo en todas partes. Todo soldado de Jesús debiera usar bien su Biblia y el que la sabe utilizar correctamente es identificado como buen soldado del Señor Jesucristo, la Biblia es parte de la armadura del soldado de Jesús. Quiero que vayas conmigo al libro de Efesios 6:17 en este versículo encontramos la última pieza de la armadura de Dios, el versículo 17 dice: “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”. La biblia es la espada que el cristiano debe usar para luchar en contra del pecado, de hecho, la Biblia es la única arma que tiene eficacia contra la maldad, no hay palabra que el cristiano puede usar para convencer a los individuos de su necesidad de Cristo sino la Palabra de Dios, cuando el cristiano usa correctamente la Palabra de Dios el Espíritu Santo lo usará para convencer al pecador de su necesidad de Jesucristo y otra vez no hay mejor arma. Hebreos 4:12 dice: “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. La Biblia debe ser de gran importancia para el cristiano, debe ser así porque la Biblia permite que uno se identifica con Cristo si es que la estudia y la aplica a su diario vivir por medio de obedecer sus principios, como dijo Jesús, si queremos que el mundo nos identifique como sus discípulos debemos permanecer en su Palabra, no podemos permanecer en su Palabra si ni siquiera sabemos lo que dice, así que vamos a tener que tener una buena relación con la Biblia porque nuestra relación con el poder de Dios serán exacta proporción al tiempo que invertimos en el estudio de su Palabra. Digo esto porque no nos hablará Dios sino por su Palabra y si no la escuchamos y no la obedecemos pues de nada nos sirve sino para condenarnos, en realidad la Biblia es un tesoro precioso. Quiero terminar el estudio de hoy con las palabras de un himno, dice así: “Santa Biblia para mí eres un tesoro aquí, tú contienes con verdad la divina voluntad, tú me dices lo que soy de quién vine y a quién voy, tú reprendes mi lugar, tú me exhortas sin cesar, eres faro que a mi pie va guiando por la Fe, a las fuentes del amor del bendito Salvador, eres infalible voz del Espíritu de Dios, que vigor al alma da cuando en aflicción está, tú me enseñas a triunfar de la muerte y el pecar, por tu Santa letra sé que con Cristo reinaré, yo que tan indigno soy por tu luz al cielo voy, Santa Biblia para mí eres un tesoro aquí”. Espero que tú te estás identificando con Cristo por medio de leer, estudiar y practicar las enseñanzas de la Biblia. Vamos a orar. Padre, gracias te doy por tu Palabra que me enseña cómo vivir de acuerdo a tu voluntad, te doy gracias que cuando la practico otros me identifican como siervo de Jesús, gracias, Padre por este precioso tesoro que nos enriquece en las cosas espirituales, ayúdanos a dedicarnos más al estudio y a la práctica de tu Palabra, te lo pedimos en el nombre del Señor Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 11, 2022
Identificándote Con Cristo

Unión Con La Iglesia
En nuestros pasados estudios hemos visto que Jesús quiere que nos identifiquemos con Él, ya hemos visto que nos podemos identificar con Cristo por medio de seguir en sus pisadas viviendo una vida que agrade al Padre, también hemos visto que nos identificamos con Jesús al bautizarnos pues el bautismo es una representación de su muerte sepultura y resurrección. Hoy quiero que observemos otra cosa que nos identifica con Él, el tema de hoy es algo muy especial para Jesús porque vamos a hablar de su cuerpo, conocido por nosotros como la iglesia, ¿cómo es que uno se une a la iglesia? Para contestar esta pregunta vamos a ir al libro de Hechos para ver cómo uno se unía a la primera iglesia que Jesús instituyó durante su ministerio personal en la tierra, en Hechos 2:40-42 encontramos lo siguiente: “Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación. Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones”. En esos versículos encontramos dos cosas necesarias para que fueran añadidas al grupo de 120 personas que componían la iglesia entonces establecida en Jerusalén. En primer lugar, tenían que recibir la palabra o sea aceptar a Jesús como único Salvador y en segundo lugar tenían que bautizarse, ese día tres mil personas se unieron a la iglesia, qué tremendo. Ahora, ¿por qué se une uno por medio del bautismo? Porque al mismo tiempo que uno se está identificando con Jesús también se está identificando con las personas quienes le bautizan, por ejemplo: si te bautiza la iglesia católica, ¿qué eres? Así es, católico. Si la iglesia es bautista, eres bautista y por eso es tan importante que sepas lo que haces porque al ser bautizado por un grupo tú llegas a formar parte de ese grupo, te conviertes en miembro de ese grupo, te identificas con ellos y si no practican la sana doctrina entonces hay problemas pero dejando esto regresemos al tema de “¿por qué debo unirme a la iglesia de Jesús?”, en estos momentos tres razones vienen a mi mente: la primera razón es porque Jesús no ha dado mandatos a individuos sino a su iglesia, el único mandato que da a individuos es que se unan a su iglesia pero sí ha dado órdenes explícitas a su cuerpo, la iglesia. ¿Por qué? Porque la tarea es demasiado pesado para individuos, para llevar a término el trabajo de Jesús aquí en la tierra se van a necesitar organización, cooperación y motivación del Espíritu Santo, la tarea que Jesús ha entregado a su iglesia se encuentra en Mateo 28:19-20, Jesús reunido con los de su congregación les dijo: “ id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”. Como dije anteriormente tal tarea sería imposible para un solo individuo, para llevar a término este mandato hay necesidad de organización, de estudio, de ayuda económica y mucho más, en capacidad de iglesia se ha podido enviar misioneros a todo el mundo, se ha podido enseñar y entregar a otros por medio de auxiliares bíblicos imprimidos por hermanos en la fe que se han unido con el propósito de extender el evangelio al mundo, programas radiales y televisadas hoy juegan una parte muy importante en la evangelización, un solo individuo no podría hacer todo esto pero un cuerpo de humano salvo por la fe, siguiendo las ordenanzas de su Salvador sí puede, de hecho la iglesia es la única institución que lo puede lograr porque es la única organización que tiene la protección de Jesús para llevar a cabo la tarea. En Mateo 16:18 Jesús dijo: “Sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. La única institución que tiene la fuerza para marchar contra el diablo y salir victorioso es la iglesia, las puertas del muro de pecado son fuertes, son resistentes, solo un cuerpo podría derrumbarlas y ese es el cuerpo de Cristo, ¿y quién es el cuerpo de Cristo? Así es, la iglesia. Al hablar del cuerpo de Cristo, la iglesia, es importante reconocer que el cuerpo está compuesto de muchos miembros o sea individuos que todos son necesarios, digo esto porque quizás tú puedas estar pensando que no tienes importancia pero eso no es así, tú eres muy importante y esencial al cuerpo, por eso es que debes unirte a él, vamos en nuestras Biblia a 1 Corintios capítulo 12 y vamos a leer saltando de un versículo a otro, 1 Corintios 12 y empecemos con el versículo 12: “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo”. Así también la iglesia, el cuerpo de Cristo, se compone de muchos de miembros de los cuales tú debieras ser uno, tú me dices: “Es que yo veo a otros que tienen capacidades que yo no tengo”, bueno, pero es que no todos los miembros del cuerpo tienen la misma función o capacidad, sigamos leyendo con el versículo 14: “Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?”. Tú tienes una habilidad diferente a las demás personas que te hace ser especial y muy útil al cuerpo, todos los miembros son necesarios para la buena función del cuerpo, tú tienes dos ojos ¿verdad? ¿Acaso me vas a decir que mantienes uno cerrado porque no necesitas de los dos? Claro que no, tú quieres tus dos ojos, ¿por qué? Porque todos los miembros de tu cuerpo te son importantes, todos los días se me caen unos cuántos pelos, ahora, ¿qué función importante tiene un pelo? Y sin embargo cada día que me miro en el espejo me duele haber perdido parte de mi cabellera, puede que te dé risa, pero es la verdad, saltando en el versículo 27 del capítulo 12 de 1 Corintios Pablo dice: “Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular”. La iglesia es el cuerpo de Cristo y se compone de muchos miembros y cada uno de esos miembros ejercen su función en el bienestar del cuerpo. Hermano, si ya has recibido a Cristo como tu Salvador debes identificarte con Él por medio de unirte y servirle dentro de la iglesia, tú puedes identificarte con Cristo Jesús, en el cuerpo de Él hay un lugar para ti, tú eres necesitado por el cuerpo y hay mucho trabajo que hacer, la iglesia es importante a Jesús y tú necesitas identificarte con Él por medio de unirte a lo que es importante a Él, yo he tenido muchas funciones en la iglesia, algunos han sido de prestigio y otras no, he sido maestro de niños, jóvenes y también de adultos, he sido dirigente de música, he estado encargado de disipación, he sido pastor y misionero, hasta he estado encargado de la limpieza pero estas no son todas las funciones de una iglesia, estas son solo funciones de las cuales yo he servido, Efesios 5:25-27 hace un llamado al marido de amar a su esposa así como Cristo ama a su iglesia y nos da una explicación de cuánto la ama y lo que hará con ella, dice: “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosas semejante, sino que fuese santa y sin mancha”. Como puedes ver Cristo tiene planes para su iglesia y espero que tú estás involucrado, yo sí, si no espero que te identificarás con Cristo por medio de meterte en una iglesia que practica la sana doctrina y que te pondrás activo en el servicio al Señor. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por la iglesia y la manera en que funciona, comprendemos que tu iglesia te interesa en gran manera y que quieres que cada uno de tus hijos se unan a ella, te pido por aquellos que no se han unido a ella o que no han podido unirse a ella, ayúdales a identificarse contigo por medio de meterse y ser activos dentro de esta institución que Tú mismo fundaste, te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 10, 2022
Identificándote Con Cristo

Bautismo
En nuestro último estudio nosotros vimos que Jesús quiere que nos identifiquemos como seguidores de Él y como hijos de Dios, aún dijo que si llegaba al punto el tener que escoger entre Él y un miembro de nuestra familia que debíamos escogerlo a Él, vimos también que hay varias formas de identificarnos con Cristo, una forma es el bautismo. Hoy deseo que observemos que el bautismo identificó a Jesús con el Padre, que el bautismo es un cuadro representativo de lo que sucedió espiritualmente en nuestro corazón cuando recibimos a Cristo y que el bautismo es un mandato y no una petición que nos hace Jesús, con estas tres cosas en mente vamos a abrir nuestras Biblias y empezar a estudiar. Vamos a ir al libro de Juan capítulo 1 para leer los versículos 32-34, en estos versículos encontraremos el testimonio de Juan el Bautista y veremos cómo él identificó al Mesías, Jesús el Hijo de Dios, leamos, Juan 1:32-34: “También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanece sobre él, ese es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios”. Como podemos ver Dios le había hecho saber a Juan a quien él le había enviado a bautizar con agua quien era el Mesías, le había dicho a Juan que cuando él veía descender al Espíritu sobre una persona y que permaneciera sobre esa persona que ese individuo era su Hijo unigénito quien bautizaría no con agua como Juan sino con el Espíritu Santo y es así cómo Juan podía identificar al Mesías, el Salvador del mundo. No había pasado mucho tiempo cuando Juan pudo ver el cumplimiento de lo que Dios le había declarado, podemos leer del evento en Mateo 3:13-17 dice: “Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él. Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí? Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”. Al leer estos versículos maravillosos tres pensamientos vienen a mi mente: en primer lugar, veo lo importante que era para Jesús ser bautizado, Galilea quedaba a unos sesenta kilómetros de donde Juan estaba bautizando, ¿por qué Jesús no se bautizó a sí mismo? ¿Por qué tuvo que ir donde Juan, un pecador al igual que todos los demás hombres? Pienso que la razón es porque Jesús sabía que Dios toma sus asuntos muy en serio, Dios Padre había señalado a Juan para administrar el bautismo y Jesús quería respetar ese hecho, por eso es que caminó sesenta kilómetros para ser bautizado por la persona a quien Dios había autorizado. En segundo lugar veo que Jesús no pide a sus seguidores hacer algo que Él no está dispuesto a hacer, Juan contendió con esto diciendo: “Yo necesito ser bautizado por ti y no tú por mí”, pero Jesús dio saber a Juan que el bautismo le era necesario para cumplir con toda justicia, es como que Jesús dijera: “Juan, yo voy a pedir que mis discípulos se identifiquen conmigo por este medio, el bautismo y no voy a pedirles a ellos a hacer algo que yo mismo no estoy dispuesto a hacer, así que deja ya y bautízame porque así conviene que cumplamos toda justicia”. Y en tercer lugar veo que Dios se complace cuando nos identificamos con Él, fue después de bautizarse que el Padre dijo: “Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia”, ¿por qué Dios estaba contento con Jesús en ese momento? Porque pudo ver en su Hijo un acto de sacrificio, un abandonamiento de egoísmo para complacer la voluntad del Padre y este sentir lo tiene Jesús cuando nosotros le seguimos en el bautismo. Y esto nos trae a la pregunta: “¿Cómo es que el bautismo nos identifica con Cristo?”. Debemos entender que el bautismo es un cuadro que nos representa a lo que sucedió espiritualmente en nuestro corazón el momento en que recibimos a Jesús como nuestro Salvador, el mundo no puede ver lo que sucedió en nosotros, el bautismo es la manera que Dios ha establecido para que comuniquemos este evento no en palabras sino en hechos a las otras personas quienes nos rodean, al aceptar a Jesús como mi Salvador yo morí al mundo, fui sepultado completamente cubierto en la sangre de Jesús y resucitado a una nueva vida con Él y esto es exactamente lo que representa el bautismo, muerte al mundo de pecado, sepultación en la sangre de Jesús y resucitación a una nueva vida, vida espiritual. Creo que el Apóstol Pablo lo explica un poco mejor en Romanos 6:3-5, leamos: “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección”. Así que al entrar al bautisterio para ser bautizado por alguien autorizado por una iglesia que practica la sana doctrina me identifico con Jesús en su muerte, sepultación y resurrección, o sea que pinto al ojo físico un cuadro de lo que me ha acontecido espiritualmente y es así cómo el bautismo nos identifica con Cristo, ¿y qué si alguien no desea bautizarse? Permítame decirte que bautizarse no es asunto de conveniencia, el bautismo es un mandato del Señor Jesucristo no una opción, seguro está que si Jesús se preocupó por ser bautizado podemos deducir que es algo de gran importancia a Él, el mandato de Jesús a su iglesia incluye el bautismo, si vamos a Mateo 28:19-20 encontraremos el mandato de bautizar, Jesús mismo dijo: “Por tanto, id, y haced discípulo a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”, aunque el bautismo no salva a nadie es lo que identifica al cristiano con su Señor, es un hecho que declara que uno es seguidor de Cristo, es fácil decir con la boca que Jesús es mi Salvador pero al entrar a las aguas bautismales declaro que no estoy jugando y que la cosa va en serio, la persona que desea no seguir al Señor Jesús en el bautismo tampoco le seguirá en ninguna otra cosa. Hay un himno que me ha gustado mucho, que trata del asunto de bautismo y para terminar el estudio de hoy quiero compartirlo contigo, tal vez ya lo has oído, dice así: “Soy bautizado como manda el Salvador, qué grande gozo siento yo en mi corazón. Ya mis maldades las borró mi Salvador, quiero llegar puro y limpio a su nación, adiós mundo que hasta ayer estuve en ti donde el pecado destruía mi vivir, yo siento gozo desde que me bauticé y de volver a pecar mejor morir. No veo más que el camino de la fe donde muy pocos han querido caminar, le pido a Dios que me guarde en el amor, quiero llegar puro y limpio a su mansión, seguiré a mi Jesús pues para mí lo del mundo se acabó, y ayudado de su luz proseguir en su camino quiero yo”. Lo primero que Jesús manda después de recibirle como Salvador es el bautismo, Él quiere que nos identifiquemos con Él, Él quiere que lo hagamos con gozo, yo quiero seguir a Jesús, ya me he identificado con Él por medio del bautismo y quiero que mi vida muestre que estoy a su lado pase lo que pase, cuando uno sale del bautisterio con una sonrisa en su cara y en su corazón las personas le preguntan: “¿Por qué esa sonrisa?” y uno les contestará: “Porque estoy satisfecho, he cumplido con un mandato de mi Señor, me he identificado con Él y sé que eso le agrada, y claro está que al agradarle a Él yo me siento muy pero muy bien”. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por el bautismo, ese evento en el cual podemos mostrar a otros por medios que ellos pueden ver y entender lo que ha sucedido en nuestro corazón, también es un acto que está grabado en nuestra mente de lo que la vida cristiana significa: muerte al mundo y vida con Jesús. Ayúdanos a tomar en serio este importante paso, porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 09, 2022
Identificándote Con Cristo

Siguiendo En Sus Pisadas
Hoy llegamos a una nueva serie de estudios en nuestro programa de discipulado, a esta serie creo que le vamos a poner por título “Identificándome con Cristo”. Es muy importa para Dios que sus hijos se identifiquen con Él, Jesús desea que todos los que le hemos recibido como Salvador nos paremos firmes como hijos de Dios identificándonos como tales por medio de vivir vidas que traigan honra y gloria a nuestro Padre Celestial. Jesús desea que nosotros sigamos en sus pisadas, viviendo vidas de entrega a la voluntad de Dios, así como lo hizo Él cuando estuvo aquí en la tierra. Hay muchas maneras en que el cristiano puede señalarse como hijo de Dios, la forma en que habla, su proceder en diferentes situaciones de la vida, su dedicación en cumplir requisitos que Dios ha establecido en su Palabra y por muchos medios más, el cristiano se identifica con Cristo en testimonio, en el bautismo, en su unión a la iglesia local y visible, en su dedicación a la Palabra y en la oración, todas estas son cosas que lo señalan como hijo de Dios y discípulo del Señor Jesús, pero ¿por qué es que uno debe identificarse con Cristo? Hay dos razones que vienen a mi mente, dos razones que ya hemos estudiado anteriormente: la primera razón es porque si no nos identificamos con Cristo nos identificamos con el mundo y el mundo es enemigo de Dios, Santiago 4:4 dice: “¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”. La segunda razón por la cual debemos identificarnos con Cristo es para mostrarle nuestro amor, en Juan 14:15 Jesús dice a sus discípulos: “Si me amáis, guardad mis mandamientos”, en el mismo capítulo versículo 21 Él señala a los que le aman diciendo: “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”. Alguno dirá: “Pues yo no veo nada difícil en esto, ¿qué hay de difícil en identificarme con Cristo?”. Te diré: lo difícil de identificarse con Cristo es que te constituyes enemigo del mundo, así como uno se constituye enemigo de Dios al hacerse amigo del mundo así mismo se hace enemigo del mundo cuando uno se identifica como amigo de Dios”. Escucha lo que dice Jesús en Juan 10:24 y 25: “El discípulo no es más que su maestro, ni el siervo más que su Señor. Bástale al discípulo ser como su maestro, y al siervo como su Señor. Si al padre de familia llamaron Beelzebú, ¿cuánto más a los de su casa?”. Jesús simplemente dice: “Si yo vine para salvar al mundo por medio de dar mi vida por medio de la cruz del Calvario y si a mí me torturaron, yo que soy Dios, ¿qué no les harán a ustedes?”, nosotros no somos más que Jesús y si a Jesús lo trataron mal, ¿qué no nos harán a nosotros? He ahí lo difícil de aceptar e identificarnos con Cristo Jesús. Muchos amigos me han dicho: “yo pensé que todo iba a estar bien”, cuando le hablé a mis padres que había aceptado a Cristo como mi Salvador ellos no hicieron fiesta, pero tampoco no se opusieron, pero ahora que les digo que me voy a bautizar me han dicho que, si lo hago dejo de ser hijo de ellos y no vuelven a hablarme, no entiendo, ¿qué es lo que está pasando? La respuesta es sencilla: Lo que pasa es que te estás identificando abiertamente y públicamente con Cristo y eso trae represalias de parte de Satanás y del mundo, al identificarnos con Cristo el mundo acepta que le hemos declarado guerra, ya no nos reconoce y nos aborrece, ¿por qué? Pues, porque aborrece a Jesús, pero eso no es nada nuevo, Jesús habla de ello en Juan 15:18-20. Escucha lo que dice: “Si el mundo los aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría a los suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su Señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra”. Donde hay luz no puede haber tiniebla, al identificarnos con Cristo nos volvemos luminares de Dios en el mundo, de hecho, una vez Jesús dijo: “Vosotros sois la luz del mundo”, en Mateo 5:16 Jesús dice: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Solo hay un problema con esto, ¿cuál es? Bueno, lo que sucede es que al hombre no le gusta la luz y esto es lo que le condena. Juan 3:19 y 20 dice: “Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas”. Lo que sucede es que el hombre no desea agradar a Dios con su vida, el hombre quiere satisfacer los deseos de la carne y considerarse a sí mismo como Dios, el mensaje de Jesús es amar a Dios con todo nuestro ser y el prójimo como a nosotros mismo y esto choca fuertemente con el pensamiento de aquel que está buscando satisfacer a sí mismo, por lo consiguiente hay enemistad y cualquier persona que se identifica con el mensaje de Cristo se vuelve enemigo del que tiene amor de los asuntos de las tinieblas. Jesús toma muy en serio el asunto de pararnos firmes a su lado, Jesús toma muy en serio el asunto de identificarnos con Él y con la familia de Dios, ¿qué tan en serio lo toma Jesús? Bueno, miremos sus palabras en Mateo 10:32-38, dice: “A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; y los enemigos del hombre serán los de su casa. El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí”. La enseñanza de Cristo es clara, no hay cosa más importante que identificarnos con Él y seguirle, de hecho Jesús dice que si tenemos que escoger entre Él y nuestra familia que debemos ir con Él, aún nuestra propia vida debe ocupar segundo lugar cuando se trata de Jesús y su causa, nuestro hablar, nuestro caminar, nuestro vestir, todo lo que hacemos debe identificarnos como hijos de Dios, por eso es que es tan importante que seamos estudiosos de la Biblia y que obedezcamos sus enseñanzas, la mayoría de los cristianos hoy día profesan a Jesús con sus labios pero le niegan con su vivir, se entremeten al mundo cristiano pero quieren seguir con sus vidas privadas en el mundo secular y eso no está bien, no está bien porque nuestras acciones hablan más fuertes que nuestras palabras, el hombre no necesita oír hablar a otro hombre del amor de Cristo, el mundo hoy día necesita ver el amor de Cristo en nuestras vidas. Por eso es que Santiago 1:22 nos dice: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores”, hay muchos oidores de la Biblia, pero muy pocos practicantes y eso es lo que hace falta. Hermano, cuando Jesús vino al mundo Él se identificó con el Padre y fue fiel a su misión, hubieron veces cuando Jesús pudo haberse ahorrado muchas molestias por medio de quedarse callado o por medio de seguir la corriente de los demás pero no lo hizo, Él se identificó como Hijo de Dios y vivió de acuerdo a sus palabras, Él marcho en obediencia a la voluntad del Padre hasta la cruz del Calvario y entregó su vida por nosotros, nunca retrocedió, siempre adelante, hoy Él me pide que me identifique con Él, ¿me avergonzaré de Él por todo lo que sufrió de mí?, ¿me avergonzaré de Él después de todo lo que me ha dado? Claro que no. Yo quiero que todo el mundo se dé cuenta de que yo pertenezco a Cristo, no me avergüenzo de Él y quiero servirle con todo mi ser, yo al igual que mi Señor Jesús deseo hacer la voluntad de mi Padre y traer honra y gloria a su Santo nombre, quiero que mi vida sea reconocida como una vida dedicada a Dios y espero que tú tengas ese mismo deseo. Vamos a orar. Padre, te damos gracias por todo lo que haces por nosotros, pedimos ayuda para vivir vidas que a ti te agradan y que harán que otros deseen conocer a Cristo como Salvador, nuestro deseo es identificarnos contigo y que todos se den cuenta de que somos tuyos, te lo imploramos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 08, 2022
Una Nueva Perspectiva

Tomando Nuestra Cruz
La mayoría de los creyentes hoy profesan conocer a Cristo, pero no viven como deberían vivir, al fijarnos en sus vidas no adivinaríamos que eran hijos de Dios, ¿qué es lo que ha pasado? La respuesta es sencilla, lo que sucede es que no tienen una perspectiva correcta de lo que es un cristiano, quizás sea porque no se les ha sido enseñado por un hermano mayor en la fe, puede ser que les ha sido enseñado pero no lo han visto ser practicado en la vida de un hermano mayor en la fe, cualquiera que sea la razón no es buena excusa y no libra al hijo de Dios de sus responsabilidades para con la familia espiritual, digo esto porque cada hijo de Dios tiene la presencia del Espíritu Santo con y en él, y el Espíritu Santo animará al hijo de Dios en servir al Padre Celestial, le animará en escudriñar las Escrituras y le enseñará cómo agradar al Padre.   Si hay creyentes en Cristo que no están sirviendo a su Señor es porque tienen una perspectiva equivocada y lo que necesitan tener es la perspectiva de Dios, ahora, el hombre nos dice que debemos velar por nuestro propio bienestar, dice que debemos buscar nuestra propia felicidad, el mundo nos enseña a mentir, robar, engañar y hacer cualquiera otra cosa que sea necesaria para tener éxito aún si tenemos que abusar de otros en el proceso, lamentablemente muchos cristianos han adoptado esta perspectiva pero lo siento pues esta perspectiva es anti bíblica, no es lo que Dios enseña, Dios enseña por medio de su Palabra que el creyente en Cristo debe morir y que Cristo debe ser permitido vivir su vida en la vida del cristiano, esto puede sonar algo raro pero espera un momento y deja que te lo explique, en Mateo 16:24 y 25 Jesús dijo las siguientes palabras: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí la hallará”. Quiero que nos fijemos en las palabras: “Niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame” porque vamos a dividir el estudio de hoy en tres etapas y vamos a hablar de estas tres cosas. En primer lugar, hablemos de negarnos a nosotros mismos, ¿por qué será que todas las cosas llaman la atención al hombre con excepción de las cosas de Dios? Yo sé por qué, es porque las cosas de Dios son espirituales y las cosas espirituales no se pueden lograr por medio de la carne, ¿por qué no? Pues porque los deseos de la carne van en contra de los deseos del Espíritu, no entiendo cómo algunas personas pueden pasar horas y horas sentados en frente de un televisor pero después de cinco minutos de leer la biblia les arden los ojos, pueden pasar y sufrir horas caminando en los centros comerciales y bailar hasta el amanecer pero no pueden caminar al templo que queda a cuadra y media de sus casas porque se cansan, pueden degradar a otras personas por medio del chisme pero cuando se trata de compartir el evangelio con alguien les da vergüenza, siempre existe una larga lista de cosas que queremos hacer pero servir al Señor no está anotado en ella. Como hijos de Dios debemos reconocer que lo que nosotros queremos realmente no es importante, nuestro deseo debe ser que la voluntad de Dios se haga en nuestras vidas porque su voluntad es lo único que realmente tiene importancia, existen muchas cosas que nosotros quisiéramos hacer pero lo nuestro debe ser sacrificado para llevar a término lo que Dios desea hacer en nuestras vidas, claro está que si estoy haciendo lo mío lo de Dios tendrá que esperar, por eso es que Jesús dice que debemos negarnos a nosotros mismos y no solo nos lo dice sino que Él hizo lo mismo.   Quiero que observemos el ejemplo de Jesucristo en Filipenses 2:5-8: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. Hacer esto no es fácil, uno tendrá que ser muy disciplinado y su deseo de hacer la voluntad de Dios tendrá que ser la meta primordial en la vida de uno, solo es así que podremos ser como nuestro Señor quien dijo: “Padre, si es posible, que pase esta copa de mí pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Esto nos trae al siguiente paso: el paso de tomar nuestra cruz, la muerte más horrible y degradante en tiempos de Jesús era la muerte de cruz y sin perder palabra Jesús nos expone a lo más horrible dándonos a saber que el asunto del cristianismo no es cosa de juguete, para que nosotros pudiéramos tener vida eterna Jesús tuvo que olvidarse de sus deseos y sus metas y someterse al plan de Dios Padre para la redención del hombre pecador, así mismo el creyente tiene que olvidarse de sus deseos y planes y someterse a la voluntad de Dios para el bienestar de otros que deben conocer a Cristo como Salvador y únicamente así es que podrá caminar en el Espíritu, el tomar nuestra cruz es simplemente llevar en nuestra mente el pensamiento de matar diariamente, momento a momento al viejo hombre, que es la carne, para que el nuevo hombre que es Cristo pueda ser visto y operar con libertad en nuestras vidas.   Pablo dijo en Gálatas 5:24: “Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos”, y en Gálatas 2:19 y 20 el apóstol relata la realidad a cada hijo de Dios diciendo: “Porque yo por la ley soy muerto para la ley, a fin de vivir para Dios. Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí”.   Quizás alguien está pensando: “Pero eso de sacrificar mis deseos no suena agradable, no me gusta lo que estás insinuando”, está bien pero déjame informarte que la única manera en que el verdadero hijo de Dios pueda encontrar alegría en esta vida es por medio de entregarse a la voluntad de su Padre, las cosas del mundo no pueden brindar paz, gozo y satisfacción al creyente, la única manera en que el cristiano encuentre satisfacción en esta vida es por medio de obediencia a Dios, igual como lo hizo Jesús, por eso es que Jesús dijo: “Niégate a ti mismo, toma tu cruz y sígueme”, esto nos trae al paso de seguir en las pisadas de Jesucristo, en teoría seguir en las pisadas de Jesús no es difícil, seguir a Cristo es vivir una vida entregada a Dios para honra y gloria del Padre, es ser obediente a Dios en todo, es hacer su voluntad aun cuando vaya en contra de lo que nosotros queremos, es poner a Jesús en primer lugar en nuestras vidas, olvidándonos de lo terrenal y engrandeciendo el reino celestial, es bautizarnos, unirnos a una iglesia que practica la sana doctrina y aplicar los principios y mandamientos de Jesús enseñados en la Biblia a nuestras vidas. Sí, en teoría es fácil, pero al adaptarnos y ser obediente en ello no es fácil, para el joven rico no era fácil, no era fácil porque amaba más a sus riquezas que a Jesús   ¿Qué es lo que tienes en tu vida que no te permite seguir enteramente a Jesús? ¿Un trabajo, una novia o un novio, qué es? Y aquí es donde regresamos al principio otra vez, debemos negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz y seguir a Cristo, no es asunto de que, si queremos hacerlo, es asunto de que debemos hacerlo, esta es la perspectiva que debemos tener, lo tremendo de todo esto es que cuando vivimos de esta manera con esta perspectiva nos sentimos felices y satisfechos.   Es entonces que comprendemos lo que quiso decir Jesús con las palabras: “Y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará”, y para aquel que me dice que no vale la pena quiero terminar con lo que dijo Jesús en Marcos 10:29 y 30 cuando Pedro hizo el comentario de haberlo abandonado todo para seguirle, Jesús le respondió: “De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna”.   Vamos a orar. Padre, te pedimos que nos ayudes a comprender la importancia del estudio de hoy, que como hijos tuyos no podremos ser felices a menos de que perdamos nuestras vidas para que tu voluntad pueda ser hecha, debemos negarnos a nosotros mismos, crucificar nuestros deseos que van en contra de tu voluntad y seguir a Jesús quien siempre ha obedecido en todo, ayúdanos porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 05, 2022
Una Nueva Perspectiva

El Mundo A La Vista De Dios
Hoy llegamos a nuestro cuarto estudio en nuestra serie de mensajes sobre una nueva perspectiva, en nuestros pasados estudios hemos visto que no tenemos que afligirnos por no saber mucho de la Biblia cuando aceptamos a Cristo porque tenemos que pasar por un proceso de crecimiento al igual que cuando nacimos físicamente, pronto con el estudio de la Palabra podremos desarrollar crecimiento espiritual y pararnos firmes en principios bíblicos, estudiamos también de la fórmula que hará crecer al bebé espiritual: la Biblia, la oración y el testificar de Cristo.   En el estudio pasado vimos que debemos echar mano a la enseñanza del Espíritu Santo y tener cuidado porque Satanás luchará fuertemente por destruir nuestro caminar con el Señor, es sumamente importante que tengamos una perspectiva correcta de nuestra situación, es importante saber que las cosas no son siempre lo que aparentan ser, si Satanás puede hacernos tener una perspectiva equivocada concerniente a Dios entonces podrá controlarnos a su antojo.   El diablo ha sembrado el pensamiento en la mente de muchos que en vista de que Dios es amor el hombre puede hacer lo que quiere aquí en este mundo y cuando lleguemos al final de los tiempos Dios perdonará a todos incluyendo al diablo, qué lindo, ¿verdad? Lo único malo con esta filosofía es que Dios no solo es amor también es justo y en su justicia tiene que castigar al pecado, Dios en misericordia ha provisto un escape para el pecador, si el pecador se arrepiente de sus pecados y acepta a Cristo como su Salvador puede alcanzar el perdón de Dios, si no irá al infierno, eso es lo que Dios ha dicho y Él no miente. Dios no tiene que ver las cosas desde el punto de vista del hombre, es el hombre quien tiene que ver las cosas desde el punto de vista de Dios, Él es el Creador, nosotros somos la creación.   El hijo de Dios tendrá que tener la perspectiva de Dios si es que quiere crecer y tener madurez espiritual, no puede ver las cosas desde su punto de vista, debe ver las cosas a través de los ojos de Dios y únicamente puede hacer eso por medio de basarse en lo enseñado por la Biblia, abramos nuestras Biblias en 1 Juan 2:15-17 y tratemos de ver hoy al mundo, pero al mundo a la vista de Dios, 1 Juan 2:15-17 leamos: “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. Como podemos ver en esos versículos el hijo de Dios no debe tener amor para lo que el mundo puede ofrecerle, su pensar y su corazón deben estar lejos de las atracciones del mundo, el hijo de Dios tiene una tarea que cumplir y no puede permitir que el mundo le distraiga de lo que es más importante, el hombre tiene la tendencia de maravillarse ante lo que el mundo representa, en su mente limitada el hombre queda asombrado por lo que ha logrado hacer, ya hemos hasta enviado a un hombre a caminar sobre la superficie de la luna, yo mismo he desayunado en un país y cenado en otro que estaba a miles de kilómetros, por las pantallas de nuestros televisores podemos ver eventos que están ocurriendo al otro lado del mundo segundos después de que suceden, no exagero al decir que al hombre se le ha hinchado un poco la cabeza por sus logros científicos, hemos vistos países poderosos con sus ejércitos y sacamos pecho al ver el poderío de nuestros ejércitos, en todo esto a muchos se les ha olvidado de que existe un Dios y que es Él quien tiene sumo control y autoridad de los asuntos, hemos llegado a tener a la creación y nos hemos olvidado del Creador, ¿y qué es lo que Dios dice de nuestras poderosas naciones? Pues para ver si Dios está impresionado con los logros y el poder de las naciones solo tenemos que ir a su palabra, Isaías 40:15-17 dice: “He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo. Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio. Como nada son todas las naciones delante de Él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es”.   Aparentemente Dios no es intimidado por el poder del hombre, me parece a mí que Dios no está muy impresionado con lo que el hombre puede hacer, hay tres cosas que provienen del mundo y las tres son pasajeras: en primer lugar del mundo provienen los deseos de la carne, entre esos vendrían el deseo de comer, el sexo y otras cosas que la carne pide de nosotros, ahora, sabemos que participar de comida y sexo dentro de los límites que Dios ha establecido está bien pero existen personas que no controlan sus apetitos carnales sino que sus deseos los controlan a ellos, el mundo siempre estará dispuesto a llenar esos deseos, pero los que somos hijos de Dios debemos controlar nuestros deseos y hacerlos sujetarse a la voluntad de Dios.   En segundo lugar, del mundo provienen los deseos de los ojos, siempre el mundo presenta al pecado de una forma atractiva, algo agradable a los ojos, piensa en ellas, cuando vemos un anuncio de cervezas o cigarros nunca vemos a alguien tirado en su propio vómito, nunca vemos a alguien hablando por un tubito que tiene insertado en su cuello debido a que sus cuerdas vocales fueron comidas por cáncer, nunca, siempre vamos a ver a jóvenes saludables y atractivos, claro ¿y por qué? Porque el mundo nos da una perspectiva totalmente contraria a la perspectiva de Dios. En tercer lugar, del mundo provienen la vanagloria de la vida, aquí tenemos un joven que lo han hecho estrella de cine, cree que está encima de todo el mundo, pero mañana se accidenta en un automóvil, ¿puede su fama regresarle la vida? Claro que no, como dijo el sabio Salomón: “Vanidad de vanidades, todo es vanidad”. Todo lo que este mundo promete es pasajero y esa es la forma que nosotros debemos ver al mundo, desde el punto de vista de Dios y el mundo intentará que nosotros miremos las cosas desde su punto de vista, pero no vale la pena. ¿Sabes? Aún el Señor Jesús fue tentado en las tres áreas que terminamos de mencionar: en primer lugar, al ver que Jesús había estado sin comer por varios días cuando fue llevado al desierto para ser tentado por el diablo, Satanás quiso hacerle caer por medio de tentarle en someterse al deseo de la carne, en este caso el hambre que tenía. Quiso que Jesús usara sus poderes divinos de manera egoísta por medio de cambiar una piedra en pan, Jesús no lo hizo. En segundo lugar, el diablo le mostró todos los reinos de la tierra y le dijo que si se postraba delante de él para adorarle le daría todo lo que le había mostrado, o sea que quiso tentarle por medio de usar los deseos de los ojos, nuevamente Jesús rechazó su oferta. En tercer lugar, el diablo trató de hacer tropezar al Señor Jesús con el asunto de la vanagloria de la vida, llevó al maestro al Pináculo del templo y le dijo que si se lanzara para abajo y probara que era Hijo de Dios, otra vez Jesús sabía que él estaba tratando de hacerle usar sus poderes divinos para exigirse y no cedió a la tentación y el diablo fue vencido una vez más.   Como hijos de Dios nosotros tenemos que ver las cosas desde este mundo a la vista de Dios, muchos creyentes tienen un amor profundo para las cosas de este mundo y hacen mal porque Dios no nos ha puesto aquí para enredarnos con los quehaceres de este mundo, como hijos suyos nosotros debemos ocuparnos nuestro tiempo en asuntos espirituales, asuntos como ganar almas, instruir a otros en el camino de nuestro Padre Celestial, desde el punto de vista de Dios el mundo es un lugar donde nosotros decidimos nuestro eterno destino, podemos elegir al cielo por medio de recibir a Jesús en nuestros corazones o podemos elegir una eternidad en el infierno por rechazar a Cristo y vengar nuestras vidas al mundo pero es aquí donde todo esto se hace. El creyente debe reconocer que su tiempo aquí es corto comparado con la eternidad y que debe aprovechar bien su tiempo por medio de servir a Dios. Para terminar, deseo leerles un versículo más, se encuentra en Santiago 4:4 y dice: “¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”.   Vamos a orar. Padre, ayúdanos a fijarnos en el mundo desde tu punto de vista, no permitas que seamos engañados por las artimañas de Satanás y las mentiras que nos dice, ayúdanos a reconocer la realidad de que solo tú eres bueno, ayúdanos porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 04, 2022
Una Nueva Perspectiva

Aprendiendo A Caminar
Creo que el gozo más grande de ser padre es ver el crecimiento de mis hijos, yo me acuerdo de los primeros pasos que dieron mis dos hijos, fueron momentos de gran alegría, al tambalear yo rápidamente estrechaba las manos para detenerlos antes de que pegaran el somatón en el piso pero hubieron veces que no los pude detener a tiempo y se daban en el suelo, claro está que después de caer ya no se querían levantar como antes, habían experimentado el dolor de una caída pero yo sabía que era necesario que siguieran caminando así que los levantaba y los animaba a seguir adelante, ahora no caminan, corren y yo tengo que pegar carrera para alcanzarlos.   El bebé cristiano pasará por esta misma experiencia, al principio tendrá dificultades para dar sus primeros pasos en su nueva vida espiritual, no se sentirá cómodo con el estudio de la Biblia, la oración y el testificar y tendrá que esforzarse al principio, sin embargo, al tomar estos pasos irá obteniendo confianza y luego estas cosas serán tan normales como respirar.   Lo bueno del bebé cristiano es que por lo menos puede comunicarse y razonar, cosa que los bebés físicos no pueden hacer, es así porque antes de que uno pueda recibir a Cristo para nacer de nuevo tiene que darse cuenta de sus pecados, arrepentirse de sus pecados y aceptar lo que Dios dice, invitando a Cristo entrar a su corazón, para hacer todo esto tuvo que razonar y aceptar, por esto es que digo que el bebé cristiano tiene una ventaja. Cada recién nacido en el Señor debe comprender que Dios desea que crezca, hacer un hijo fuerte y responsable, por otro lado el diablo quiere destruir su vida y el diablo usará todas sus artimañas que tiene para desestabilizar el crecimiento espiritual del hijo de Dios, aún usará a otros llamados creyentes para que guíen al bebé al error usando medias verdades y con la Biblia, por esta razón el nuevo creyente debe estudiar la Palabra y exigir que su vida vaya de acuerdo con lo enseñado por la Biblia, debe tener cuidado de usar la Biblia completo y no torcer un versículo para darle el significado que él quiere para justificar una posición idóneo.   Hay todas clases de personas en el mundo y cada una de ellas te dirán que están en la verdad, quiero que sepas que solo hay una verdad y es Cristo Jesús, el cristiano debe seguir en las pisadas de Cristo y seguir únicamente a Él, muchas personas siguen a hombres hoy, hombres como tú y yo y es una lástima porque los hombres van a fracasar, van a caer porque son carnales, el cristiano puede seguir la enseñanza de un hombre, pero únicamente si esa enseñanza es la de Jesús y yo te diría que me siguieras a mí, pero únicamente si estoy siguiendo a Jesucristo, el día que yo deje de seguir al Señor tú debes dejar de seguirme a mí y la verdad es que todos debemos seguir a Cristo y a nadie más.   Existen hombres que se pondrán delante de ti para guiarte pero eres tú quien tienes que decidir si les sigues o no, dichos hombres te dirán todo lo que tú quieres oír con tal de que tú les sigas, el recién nacido en el Señor debe tener mucho cuidado, escucha lo que dice 2 Timoteo 4:3 y 4 “Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas”. Te digo que este tiempo ya llegó, hay predicadores homosexuales que usan la Biblia para predicar el homosexualismo pero descartan los versículos que enseñan que su pecado es una abominación a Jehová, hay predicadores que enseñan que Dios quiere que todos seamos adinerados y que todos tengamos buena salud, predican que si no tenemos ambas cosas entonces hay algo malo entre nosotros y Dios y tales predicadores descartan totalmente las enseñanzas de no hacer tesoros aquí en la tierra sino en el cielo, descartan las palabras de Jesús quien dijo que en el mundo tendríamos aflicción, descartan el hecho de que Jesús ni siquiera tenía una almohada donde acostara su cabeza, descartan el hecho de que Pablo oró para sanidad y Dios le dijo: “Bástate mi gracia”, por eso es que digo que el recién nacido debe tener cuidado y usar la Biblia para ver si es cierto lo que otros cristianos enseñan y predican, todo esto sucede porque habemos tantos cristianos que estamos creciendo en el Señor y muchos quieren tomar caminos cortos en su peregrinación y se contentan de tener medias verdades, otros por holgazanes y no querer escrudiñar la Biblia se apegan a otros bebés los cuales les llevan por diversos errores, debido a esto es que Jesús le pidió al Padre que mandara al Consolador, un compañero constante que brinda ayuda a cada hijo de Dios por medio de dar dirección espiritual.   El Espíritu Santo está con nosotros para guiarnos a toda la verdad, lo triste es que existen muchos hijos de Dios que desconocen el hecho de que tienen el Espíritu Santo, nuevamente hay predicadores que enseñan que uno tiene que recibir al Espíritu aparte de recibir a Jesús y lamentablemente hay personas que ya tienen el Espíritu, pero neciamente andan pidiéndole que entre en ellas, todo por desconocer la Palabra.   Tenemos que recordar la manera en que uno llegó a ser hijo de Dios fue por medio de nacer del Espíritu, es el Espíritu de Dios entrando a nuestro espíritu humano lo que hace que nazcamos de nuevo, Romanos 8:9 dice: “Si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él”. Efesios 1:13 dice que desde el momento en que creímos en Cristo fuimos sellados con el Espíritu Santo de la promesa.   Bueno, ¿y qué es lo que hace el Espíritu Santo? En primer lugar, Él es nuestro sello que nos asegura de nuestro destino eterno, no hay forma en que perdemos la salvación pues el sello es eterno, el sello es el Espíritu Santo de Dios, Satanás y otros quisieran que pensáramos que nosotros somos quienes nos ganamos la salvación por medio de ser fiel a la Palabra, pero es Dios quien salva y es Dios quien mantiene a salvo a uno, el hombre no puede ni es capaz de hacer algo bueno. Filipenses 2:13 dice: “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad”. No tenemos de qué jactarnos porque es Dios quien impone en nosotros el deseo de servirle, ¿y cómo? Pues, por medio de su Espíritu, Jesucristo dijo en Juan 15:26 que el Espíritu Santo daría testimonio de Él, en Juan 16:13-15 Jesús dice: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”. Gracias a Dios tenemos alguien en nosotros quien nos ayudará y es el Espíritu Santo, cuando viene algo que tú no estás seguro si es pecado el Espíritu te hará sentirte incómodo, debes poner atención y obedecer, al estudiar la Biblia es el Espíritu Santo quien te guiará a toda la verdad, es Dios quien nos ha dado su espíritu para guiarnos en sus caminos y debemos serle obedientes, esta es la única manera en que podemos llegar a ser hijos fuertes.   Quiero terminar con esta exhortación, el Espíritu Santo no vino para que nosotros nos sintiéramos bien, tengo hermanos y hermanas quienes andan por ahí fingiendo ser espirituales, dicen haber tenido visiones y sueños, profesan hablar en otros idiomas y te cuentan maravillas, dicen ser espirituales, pero cuando les pregunto de la Biblia no saben de lo que hablan, cuando les pregunto: “¿Y cuántas personas has traído a los pies de Cristo este año?”. Me vuelven a ver como diciendo: “¿Y eso qué importa?”, importa mucho porque el Espíritu no vino para que nosotros nos sintiéramos bien espiritualmente, Él no vino para que yo no pudiera alcanzar un alto nivel espiritual, el Espíritu Santo vino a dar testimonio de Cristo Jesús y darnos poder para compartir el mensaje del evangelio con otros. Y hermano, si tú eres uno de aquellos quienes viven dando vueltas de servicio en servicio, templo en templo buscando nuevas experiencias y un nivel espiritual más alto entonces ten cuidado de que no es otro espíritu el que te está guiando, la persona que está llena del Espíritu no es la que habla en lengua y tiene visiones sino la que da su vida en servicio a Dios para el crecimiento de otros hermanos y la salvación de las almas, es como dijo Pablo en Gálatas 2:20: “Y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí”.   Vamos a orar. Padre, gracias te damos por tuPpalabra y tu Espíritu Santo quien nos guía en tu camino, ayúdanos a basar nuestras vidas sobre las enseñanzas de Cristo y ser cada día más como nuestro Salvador. Padre, sabemos que el camino será difícil, pero sabemos también que tú estarás con nosotros cada paso que damos, gracias por amarnos, en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 03, 2022
Una Nueva Perspectiva

Formula Para Crecer
1 Corintios 10:23 dice: “Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica”. Como hijos de Dios no hay nada que no sea ilícito para nosotros, pero no todo nos edifica. En nuestro último estudio hablamos de la realidad que la persona que recibe a Jesús no importa la edad que tenga físicamente, es un bebé en las cosas del Señor, tendrá que pasar por un tiempo de crecimiento para poder llegar a tener madurez espiritual, no debe sentirse mal pues acaba de nacer y no se puede esperar mucho de un recién nacido, aún no tiene edad para comportarse como un hijo responsable y consciente de sus deberes en la familia de Dios.   La vida de la persona que ha recibido a Cristo será muy distinto a su vida anterior, esto es así porque la persona tiene una nueva perspectiva, esta perspectiva nueva viene debido a su naturaleza espiritual que vino a consecuencia de haber nacido del Espíritu de Dios en el momento que se arrepintió de sus pecados e invitó a Cristo en su corazón para ser su Salvador y Señor, con esta nueva perspectiva de la vida uno ya no desea vivir para sí mismo como antes sino que desea vivir para Dios y desea ayudar a otros, quiere crecer rápidamente en lo espiritual para ser un cristiano fuerte y capaz de pelear la buena batalla como soldado de Jesús, para lograr esto tendrá que tener una dieta especial, una dieta que le ayudará a desarrollar una buena musculatura espiritual, necesitará una fórmula divina para poder crecer y ser sano y fuerte en las cosas del Señor, ya sabemos que si dejáramos a un niño escoger su alimento diario su dieta consistiría de bombones, chocolates, dulces y pasteles, claro está en que no tardaría en quejarse de dolores estomacales, dolores de muelas y falta de vitaminas por la mala nutrición que ha escogido, nosotros rápidamente le recetaríamos legumbres, frutas y alimentos nutritivos, quizás no le gusten por el momento por no ser dulce al paladar pero cuando haya crecido nos agradará el haberle esforzado a comer lo saludable. Como podemos ver puede comer cualquier cosa, pero no todo lo que come le conviene, no todo lo que come le hará ser fuerte, debe comer bien, abstenerse de comidas dañinas y hacer ejercicios si es que quiere ser una persona con buena salud, de la misma manera el hijo de Dios si quiere ser fuerte en las cosas del Señor tendrá que alimentarse correctamente pero su comida es espiritual, si el hijo de Dios quiere crecer en el Señor hay tres cosas que tendrá que hacer, estas tres cosas son: estudiar la Biblia, orar y testificar, si desea ser la persona que Dios desea que sea tendrá que vivir una balanceada en estas tres fases de la vida espiritual, si falla en una de estas áreas no será tan fuerte como podría ser y ahora vamos a observar algunas cosas de interés en cuanto a estos tres alimentos que ayudarán al niño en Cristo llegar a ser un hombre espiritual, maduro y fuerte.   En primer lugar, observemos la Biblia, la Palabra de Dios, Jesús dijo en Juan 5:39 “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tendréis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”. Es natural que cada cristiano quiera ser como Cristo, ¿Y dónde podemos aprender de cómo era nuestro Señor? Jesús dijo que las Escrituras daban testimonio de Él, con razón cada hijo debiera devorar la palabra para ver cómo debe actuar ahora que es hijo de Dios, si queremos estar seguros de que alguien nos está diciendo la verdad tendremos que exigir que nos afirme sus posiciones a base de la Biblia porque realmente no importa lo que tú y yo pensamos, lo importante es lo que Dios piensa. 2 Timoteo 3:16-17 dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”. Como podemos ver en esos versículos cada hijo de Dios debe estudiar las Escrituras porque así podrá se enseñado en las cosas de Dios, podrá corregir los errores de su vida y podrá instruirse en justicia, ¿con qué fin? Pues con el fin de ser perfecto y enteramente preparado para toda buena obra, el cristiano que no estudia la Palabra es un cristiano infantil, que nunca podrá crecer en las cosas de Dios, el poder en tu vida espiritual será en exacta proporción al tiempo que pasas instruyéndote en la Palabra de Dios, lamentablemente hay creyentes que han cambiado a la Biblia por visiones, por sueños y experiencias los cuales muchas veces son anti bíblicas, lo triste es que creen ser superiores espiritualmente y tal no es el caso, Dios habla al hombre hoy pero no por medio de visiones y sueños sino por medio de su Palabra, el que tenga oídos para oír oiga.   En segundo lugar, quiero que hablemos de la oración, ya sabemos que el secreto a toda relación es la comunicación, en nuestra relación con Dios Él se comunica con nosotros por medio de su Palabra y nosotros nos comunicamos con Él por medio de la oración, pienso que yo dividiría la oración en tres etapas: en primer lugar, comunión; en segundo lugar, petición y en tercer lugar, intersección. Al comenzar la oración debemos adorar a Dios alabándole por sus bendiciones y diciéndole cuánto le amamos, de esta manera es que tenemos comunión con Él, parte de esta comunión es ser sincero con Dios, confesándole nuestras ofensas y fracasos, donde hay pecado no confesado hay mala comunicación porque Dios quiere que seamos honestos con Él, esta comunión con Él es esencial porque por medio de ella es que llegamos a conocer y experimentar su poder, después podemos pasar en la oración a la etapa de presentar nuestras peticiones, todo lo que tenemos proviene de Dios, necesitamos fuerzas para vencer las tentaciones de Satanás, necesitamos sabiduría para servir eficientemente en la obra, necesitamos ayuda y dirección divina en las decisiones que hacemos a diario, necesitamos muchas cosas, debemos hacer saber a Dios que nosotros reconocemos que todo proviene de Él y que dependemos de Él para todas las cosas, ¿Por qué? Pues porque Él es nuestro Padre y nosotros somos sus hijos.   La tercera etapa es una de las más importantes, es la intersección, esto simplemente significa orar por otros, oramos por la salvación de amigos y familiares, oramos por la sanidad de enfermos que conocemos, en fin, oramos por las necesidades de otras personas. La oración es un arma sumamente efectiva con el cual luchamos en contra de Satanás, debemos orar si queremos ser victoriosos en la vida cristiana, debemos orar si queremos crecer espiritualmente. En tercer lugar, debemos tener un testimonio limpio y testificar con nuestras vidas del cambio que Cristo ha operado en nosotros, parte del crecimiento que obtendremos vendrá por ejercer lo que aprendemos, nunca podremos tener seguridad de lo que podemos hacer si no ponemos en práctica lo que aprendemos, Santiago 1:22 dice: “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañando a vosotros mismos”. Una vez que el niño tiene un poco de fuerza debe hacer lo posible por levantarse y echar sus primeros pasos, si no se para, aunque sea con la ayuda de otros no podrá caminar, tendrá que ser cargado de un lado a otro, llegará a ser grande, tener edad, pero nunca tendrá fuerza en sus piernas para caminar porque no ha querido ejercerlas, así también el hijo de Dios. Al tener un poco de fuerza en el estudio de la Palabra y en la oración deberá hacer el intento de dar pasos en la vida cristiana, debe levantarse y comenzar a practicar lo que ha aprendido, al principio será difícil, pero con el tiempo todo se vuelve más fácil. Tres elementos tienen que haber en la vida del creyente para que pueda crecer: estudio de la Biblia, oración y el testificar, si hace falta una de estas cosas ya no será lo que debiera ser, hay que aplicar estos tres alimentos a nuestra vida pues ellos son la fórmula para que el niño cristiano crezca y sea un hombre espiritual.   Vamos a orar. Padre, gracias te damos por tus Palabra, la oración y el privilegio de testificar con nuestras vidas de tu amor, Señor comprendemos que estas cosas son necesarias para nuestro crecimiento espiritual, así que ayúdanos en alimentarnos bien en estas tres áreas de nuestra vida, queremos crecer y comprendemos que esta es la fórmula para hacerlo, gracias por tu palabra que nos enseña estas cosas de vital importancia para nuestra sobrevivencia en este mundo, en el nombre de Jesús oramos. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 02, 2022
Una Nueva Perspectiva

El Niño Crecerá
No importa la edad física que tenga uno al recibir a Cristo en su corazón nace de nuevo, puede ser viejo físicamente pero nuevo espiritualmente, puede ser adulto físicamente pero un bebé espiritualmente, así como el recién nacido necesita de mucha atención el nuevo creyente también necesitará de una ayuda especial, esta verdad desanima a muchos hermanos en la fe, muchos hermanos reciben a Cristo ya cuando son adultos, luego llegan al templo y ven a jóvenes y niños hablar de la Biblia y testificar de Cristo, oyen a otros orar con facilidad y se sienten mal pero no deben sentirse mal, lo que está sucediendo es normal, uno debe comprender que aún es nuevo en el Señor y que tendrá que pasar por todas las etapas de crecimiento, así como el recién nacido no puede salir corriendo del hospital el recién nacido en Cristo tampoco, primero tendrá que gatear, luego caminar y hasta después podrá correr, no debe desesperarse, debe tomar las cosas con calma y pacientemente esperar en el Señor, poco a poco irá creciendo, irá desarrollando en la vida espiritual y pronto podrá caminar pero tendrá que comprender que tendrá que pasar por las etapas de crecimiento.   1 Corintios 13:11 dice: “Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; más cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño”. El nuevo creyente en Cristo tendrá que comprender que por el momento él está ignorante de muchas cosas, tendrá que hacer preguntas las cuales pueden sonar infantiles a los que ya tienen tiempo de estar en las cosas de Dios, va a cometer errores que cristianos maduros no cometen, al testificar de su Salvador se va a sentir mal cuando le hacen preguntas que él todavía no puede explicar pero no debe desanimarse, pronto llegará el día en que obtendrá madurez espiritual, no me importa lo que digan otros la madurez espiritual no se obtiene de día a noche, uno tiene que crecer a madurez espiritual y esto se logra únicamente por medio del estudio de la Palabra, oración y obediencia a Dios, aún nuestro Señor Jesucristo tuvo que crecer en sabiduría, no es algo que le vino momentáneamente, escucha lo que dice Lucas 2:52, “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres”. Así que el nuevo creyente no debe afligirse, algún día será hombre en las cosas del Señor, el bebé espiritual crecerá, pero mientras es niño tendrá actitudes y manierismos de un bebé espiritual.   Una de las cosas que les suceden a los bebés espirituales es que todo les llama la atención, así como el recién nacido es atraído por cosas brillantes y es capaz de meter cualquier cosa en su boquita así también los bebés espirituales son vulnerables a cualquier cosa que aparenta ser bueno y se ve bonito, esto representa un grave peligro para el recién convertido a Cristo, ¿por qué? Pues, porque aún no tiene madurez espiritual para poder discernir o distinguir entre lo que es de Dios y lo que es falso, él no sabe que Satanás se viste como ángel de luz, él no sabe que hay lobos que se visten de ovejas y es aquí donde los cristianos, donde la iglesia no están cumpliendo con la gran comisión. Cristo instituyó a la iglesia para que pudiéramos cuidarnos los unos a los otros, no puedo decirte cuánto me enojo al darme cuenta de una madre que abandona a su bebé, se me sube la sangre pero no es exactamente lo mismo cuando nosotros dejamos a un recién nacido a la merced de Satanás, nacen a la familia de Dios y nosotros, la iglesia, tenemos la responsabilidad de proteger y cuidar de ese bebé hasta el día en que pueda defenderse a sí mismo, el mandato del Señor Jesús según Mateo 28:19 es de ir y hacer discípulos bautizándoles y enseñándoles a que guarden las cosas que él nos ha mandado y lo siento, hermano, pero todo esto no se lleva a término en el momento que uno recibe a Cristo, esto requiere tiempo y energía y dedicación.   La Biblia nos enseña que hay falsos maestros y nosotros como hermanos mayores tenemos que proteger a los recién nacidos de sus engaños y mentiras, las cuales llaman la atención del recién nacido por los colores brillantes con que son presentados, como enseña Romanos 15:1 nosotros “los que somos fuertes, debemos soportar la flaqueza de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos”. Tenemos que recordar que al crecer este niño espiritual bajo nuestra protección aprenderá que él también tendrá algún día la responsabilidad de cuidar de otros que nacen a la familia de Dios y quienes no son lo suficientemente fuertes para luchar por sí solos.   Muchas veces el recién nacido tendrá que crecer por sí solo, ¿por qué? Pues, porque no tiene hermanos mayores, tal vez tengan años de estar en la iglesia, pero son cristianos anormales pues, todavía tienen que tomar leche debido a que no han crecido y no pueden masticar comida sólida, Pablo habló de estos hermanos en 1 Corintios 3:1-3, estas son sus palabras: “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales”. Es un verdadero pesar, pero tal es la situación de la vasta mayoría de los hijos de Dios. ¿Por qué? Quizás porque no tuvieron a nadie quien se preocupara dentro de la iglesia por el bienestar espiritual de ellos y ahora lo que hacen es exactamente lo que les fue enseñado: nada. El niño cristiano tendrá que hacer un esfuerzo propio para poder crecer, tenga o no tenga la ayuda de otros, seguro está que al tratar de caminar se va a caer y se va a golpear, al principio podrá apoyarse  en ciertas cosas para ayudarse, los hermanos podrán darle la manita para ayudarle en dar sus primeros pasos pero no le van a cargar el resto de su vida, llegará el día en que él tendrá que aceptar sus responsabilidades y puesto dentro de la familia, tiene que ver siempre adelante con paciencia y pronto llegará el día en que tendrá la capacidad para dirigir a otros en el camino del Señor, me acuerdo cuando era niño de ocho años que pensaba que nunca llegaría el día en que podría tener un carro y licencia de manejarle pero llegó el día y eso está muy allá en el pasado, el niño en Cristo debe entender que lo importante es obedecer a Dios y que el crecimiento vendrá, seguro está que va a caer, esto es inevitable pero al caerse no debe darse por vencido sino que debe levantarse, sacudirse el pantalón e intentarlo otra vez, debe llevar la vista siempre al frente, lo que sucedió en el pasado las caídas le pueden servir de experiencia para no tropezar en el futuro pero no debe dejar que la caída sirva para que no vuelva a tomar paso al frente.   El Apóstol Pablo habla de ello de la siguiente manera en Filipenses 3:13 y 14, “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado (hablando de la perfección); pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. En conclusión, acordémonos de la persona que recibe a Jesús como Salvador nace a la familia de Dios, no nace con una madurez espiritual tendrá que crecer en las cosas del Señor, mientras que está tierno en las cosas del Señor necesitará la ayuda de Dios quien trabaja a través de sus hijos mayores, el diablo hará todo lo posible por destruir la vida del recién nacido y claro está que en sus primeros años es cuando está más indefenso la criatura, sin embargo, el recién nacido no debe decepcionarse, debe luchar por obedecer a Dios y comprender que algún día será un cristiano maduro quien podrá aceptar sus responsabilidades como hijo de Dios y ayudar a sus hermanos menores.   Hermano, si eres un recién convertido y te sientes mal porque te falta mucho en conocimiento de las cosas de Dios no te desanimes, sigue adelante confiando en Dios y sabiendo que si eres obediente crecerás y pronto estarás ayudando a otros cumpliendo el propósito por el cual Dios te ha llamado. Vamos a orar. Padre, cierto que como hijos tuyos tenemos que crecer a una madurez espiritual, te damos gracias por tu Espíritu, tu Palabra, la oración, y hermanos y hermanas quienes están dispuestos a ayudarnos en crecer. Padre, gracias por la esperanza de saber que podemos crecer en tu amor y que podemos tener tu fuerza para vencer al mundo, ayúdanos a crecer de manera que ayudemos a otros en conocerte, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Ago 01, 2022
Lo Que Significa Haber Aceptado A Cristo

Que No Eres Mas De Este Mundo
“Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece”. Esas palabras fueron dichas por Jesús en Juan 15:18 y 19 y son el tema que vamos a discutir hoy, muchos hermanos al recibir a Jesús salieron corriendo con la buena noticia de que habían encontrado perdón para sus pecados, que Dios les había dado vida eterna y que ya no estaban bajo condenación, entregaron esta noticia a sus padres, sus compañeros, sus hermanos carnales y sus mejores amigos pero en vez de encontrar comprensión se vieron con una actitud de yoquepierdismo, en vez de encontrar alegría algunos se toparon con enojo e incredulidad, ¿por qué no pudieron comprender la situación? Porque la situación era espiritual y una persona que no ha nacido espiritualmente no puede comprender, escucha lo que dice 1 Corintios capítulo 2 versículo 14: “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”. Uno entra contando que ha nacido otra vez que Jesús ha entrado en su corazón y que ha lavado los pecados de uno en su sangre, que uno ya no va a ir al infierno porque es hijo de Dios y aquellos lo vuelven a ver silenciosamente especulando en sus mentes el pensamiento de llamar al manicomio, debemos comprender que ellos no pueden entender pues aún no han nacido a nuestro mundo, nuestro mundo es espiritual y es desconocido por ellos. En esta serie de estudios sobre lo que significa haber aceptado a Cristo hemos visto que suceden una cadena de cosas en el preciso momento de invitar a Jesús entrar a nuestro corazón, aceptándole como nuestro único y suficiente Salvador. Hemos visto que, además de ser salvos, nacemos a la familia de Dios, recibimos una herencia celestial, nos constituimos enemigos de Satanás y recibimos una doble naturaleza, una naturaleza carnal y otra espiritual, hoy quiero que observemos otra cosa que sucede: dejamos de ser de este mundo. Cuando aceptamos a Cristo en nuestro corazón dejamos de ser del mundo y pasamos nuestra ciudadanía a los cielos, de donde es nuestro Salvador y Padre celestial. Quiero que leas conmigo las palabras de Filipenses capítulo 3 versículo 18 al 21 y después haremos unos comentarios: “Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal. Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas”. Lo primero que debemos ver en esos versículos es que los del mundo son enemigos de la cruz de Cristo, no es que desean ser enemigos lo que pasa es que han tomado lados, uno no puede servir a dos señores y al tomar lado con el mundo uno se pone en contra de Cristo, de hecho, el fracaso del hombre es amar más las cosas del mundo que las cosas de Dios. Quiero que leamos algunos versículos de la Biblia para confirmar esta realidad, si vamos al libro de Santiago capítulo 4 versículo 4 encontraremos las siguientes palabras: “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”. Si deseamos saber por qué la respuesta es simple, el mundo entero está bajo la autoridad de Satanás. 1 Juan 5:19 nos dice: “Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno”. Por eso es que nosotros ya no somos del mundo, nosotros no estamos bajo el maligno, nosotros somos hijos de Dios, lamentablemente muchos creyentes en Cristo no se dan cuenta de esta verdad o están ignorando las enseñanzas del Padre, digo esto porque veo a muchos haciéndose tesoros aquí como si este fuera el lugar donde vamos a pasar la eternidad, si tú eres uno de esos hermanos tengo noticias para ti, Mateo 6:19-21 dice: “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”. Mi hermano, este mundo va a pasar y todo lo que hay en este mundo será destruido, tú y yo debemos estar luchando por la causa de Cristo aquí y no por ganancia personal. ¿Qué vamos a padecer tribulación? Pues, claro que sí, estamos en una guerra, el mundo es nuestro campo de batalla y estamos tratando de engrandecer el reino de nuestro Señor. 2 Corintios 4:16-18 nos anima diciendo: “Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas”. Nosotros estamos luchando por lo espiritual, por lo que no se ve y hacemos esto porque esto es lo que realmente importa, esto es lo eterno, tenemos que convencer al mundo de esta verdad, pero cuando los creyentes están acumulando tesoros acá en la tierra es difícil convencer al mundo, los cristianos dicen una cosa, pero hacen otra y por tomar este proceder uno se convierte en enemigo de la cruz pues, no está viviendo la verdad, está viviendo como hipócrita. Los que hemos recibido a Cristo como Salvador hemos renunciado a nuestra ciudadanía terrenal y ahora nuestra ciudadanía está en los cielos, en nuestra patria celestial, nuestros ojos ya no están puestos en las cosas del mundo, ni siquiera nos llaman la atención, ¿por qué? Porque sabemos que todo lo que hay en la tierra es momentáneo, todo lo que hay aquí es temporal, nuestros cuerpos físicos son temporales, nuestros edificios son temporales, todas las cosas se ven son temporales pero lo espiritual, lo que no se ve con el ojo físico, esas cosas son eternas, todo lo que tenemos nosotros, los hijos de Dios, no es de este mundo, todo lo que tenemos nosotros está con nuestro Padre. Colosenses 3:1-5 dice: “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con Él en gloria. Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros”. Me imagino que la gran pregunta que quieres hacer en estos momentos es: “si no somos del mundo, ¿qué estamos haciendo aquí?”, te repito el mundo es nuestro campo de batalla, cada creyente tiene un trabajo que hacer aquí para engrandecer el reino de Dios, así como nuestro Señor vino a cumplir una misión a la tierra así también nosotros tenemos una misión y nuestra misión es hacer discípulos, mientras que luchamos, Satanás tratará de distraernos con las cosas de este mundo, por eso es que debemos hacer morir lo terrenal en nosotros, no debemos ser distraídos en nuestra misión, el Señor nos ha entregado una responsabilidad y debemos cumplir con nuestra tarea, nuestra responsabilidad. Con esto llegamos a la conclusión de otra serie de mensajes, para aquel que pensaba que solo recibir a Cristo solo salvaba su alma del infierno solo puedo decirle que no es cierto, como hemos visto en los pasados cinco estudios la persona que acepta a Cristo nace a la familia de Dios, obtiene una herencia celestial, se constituye enemigo de Satanás, obtiene una doble naturaleza y cambia de ciudadanía, así que al aceptar a Jesús causa una cadena de eventos en la vida de uno. Espero que hayas disfrutado de estos estudios, yo sí me he gozado en compartir lo que Dios me ha enseñado con ustedes. Hermano, espero que te has dado cuenta de la necesidad de luchar por lo espiritual pues, todo lo que hay aquí se acabará, menos mal que no somos ya más de este mundo. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por llamarnos tus hijos y por preparar en nosotros un lugar en los cielos donde podremos morar contigo por toda la eternidad, recuérdanos que estamos aquí para servirte, recuérdanos de que nuestra vida en el mundo es corta y que las cosas terrenales pronto se acabarán, recuérdanos porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jul 29, 2022
Lo Que Significa Haber Aceptado A Cristo

Que Tienes Doble Naturaleza
Cuando recibí a Cristo como mi Salvador pensé que todo me iba a salir bien, pensé que ya no tendría problemas con el pecado en mi vida, pensé que el diablo me iba a dejar en paz, pero veo que no es así. ¿Qué está pasando? ¿Será que Cristo no me cambió? Estoy muy confuso. Tal es la situación de muchos cristianos hoy día, nadie les ha explicado que cuando uno recibe a Cristo comienza una batalla espiritual la cual ellos antes desconocían, dicha batalla tuvo su inicio en el momento que uno nace a la familia de Dios, como vimos en nuestro estudio pasado el nacer uno a la familia de Dios se constituye uno en  enemigo de Satanás y desde ese día Satanás hizo ejército de demonios, lanzarán un ataque sobre su testimonio para rendirle en capacitado en cuanto a servir al Padre celestial, ¿por qué puede Satanás tener éxito en la vida de un hijo de Dios? Puede tener éxito debido a que el cristiano tiene una doble naturaleza, el creyente en Cristo antes de ser espiritual fue carnal y al nacer espiritualmente del espíritu de Dios no perdió su naturaleza carnal, hay una gran diferente entre la carne y espíritu y nunca deben de confundirse, Jesús dijo en Juan 3:6: “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”. O sea, que los que han recibido a Cristo tienen una naturaleza doble, tienen la naturaleza carnal, la cual recibieron de sus padres físicos, pero también tienen la naturaleza espiritual, la cual recibieron del Padre celestial al recibir a Jesús en sus corazones. Desde el día en que el creyente recibe a Jesús comienza una lucha en su vida, ¿por qué? Porque ambas naturalezas no se quieren, la carne quiere seguir los deseos físicos carnales, el espíritu quiere seguir la voluntad de Dios, así que cada momento hay un choque interno y el pobre creyente se ve en medio, por un lado el Espíritu Santo animándole a vivir conforme al espíritu y por el otro lado Satanás y sus demonios animándole a desobedecer a Dios, debemos acordarnos que Satanás desea ser adorado en vez de Dios y cuando el hijo de Dios se somete a los deseos de la carne, fuera de los límites que Dios ha establecido, su alianza es para el enemigo, claro está que al hacer esto pierde su salvación, ¿verdad? No, ¿y por qué? Porque la parte espiritual de él no participó en sus acciones, de hecho, su espíritu le estuvo suplicando de que no se dejara vencer por la carne, esta lucha se lleva a efecto en la vida de todos los hijos de Dios, Gálatas 5:16 y 17 dice: “Digo, pues: andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”. Aún el gran Apóstol Pablo tuvo que luchar con esta cosa en su vida, quiero que estudiemos las palabras de Pablo concerniente a este asunto en Romanos 7:14-25, escucha bien y luego haremos algunas observaciones, dice: “Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí, así que queriendo yo hacer el bien hallo esta ley, que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?”. ¿Te suena familiar este sentir del Apóstol Pablo? Claro que sí, es el sentir de cada hijo de Dios, esas palabras representan la lucha que está siendo peleada en la vida de todo creyente en Cristo, quiero que notes las palabras: “Según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios, pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente”, nuevamente tenemos que reconocer nuestra doble naturaleza: carnal y espiritual. Quiero que sepas que la naturaleza espiritual que hay en nosotros no puede pecar, por eso es ridículo pensar que uno puede perder su salvación, no puede pecar porque es nacido de Dios y Dios no puede pecar, cuando uno recibe a Cristo el Espíritu de Dios entra al espíritu humano y le da vida, eso es lo que nosotros llamamos: nacer de nuevo, esa parte que nace, la parte espiritual, es la parte que es salva, esa parte de nosotros no puede pecar, para probarlo vamos a 1 Juan 3:9 dice: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”. Lo mismo decía el Apóstol Pablo al hablar de su doble naturaleza y lo mismo decía Jesús cuando dijo: “Lo que es de la carne, carne es; y lo que es del Espíritu, espíritu es”. Por otro lado, la carne no puede hacer bien, la carne siempre buscará el bien del yo, nunca busca servir a Dios, el adulterio, la idolatría, las enemistades, los celos, las envidias, borracheras, pleitos y todas esas cosas son producto de la carne, si el hijo de Dios se deja llevar por la carne nunca podrá traer honra y gloria a su Padre celestial, su testimonio será destruido y no tendrá con qué servir a Dios, mejor sería que no hablara de Dios pues sus acciones cancelan lo bueno que dice, por eso es que Jesús dijo en Mateo 5:16: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”, el hijo de Dios debe hablar de Dios pero al mismo tiempo su vida debe reflejar sus palabras, ¿cómo puede el creyente vivir una vida que agrade a Dios si su carne siempre busca el mal? Aquí es donde entra el poder del Espíritu Santo, cada hijo de Dios tiene que entregarse al poder del espíritu, tiene que sacrificar los deseos de la carne y someterse por completo a la voluntad del Espíritu, eso fue lo que hizo el Señor Jesucristo: obedeció en todo al Espíritu, fue Jesús quien dijo en Marco 8:34: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”, simplemente estaba diciendo: “Deben olvidarse de los deseos carnales que tienen, hay que crucificarlos y seguir en mis pisadas, así como yo fui obediente al espíritu ustedes también lo tienen que hacer”. Gálatas 5:24 dice: “Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos”, conste que nadie ha dicho que esto será fácil, el Apóstol Pablo dijo que él tenía que golpear su carne y ponerlo en servidumbre, o sea que cuando su carne quería hacer su gana Pablo le decía: “no, nosotros vamos a hacer lo que Dios quiere”. En otras palabras, uno debe negarse a la carne y hacer que su carne obedezca al espíritu, cuando uno no quiere estudiar la palabra, orar con Dios o testificar de Cristo, es cuando uno debe exigirse en hacerlo, uno debe esforzarse en ser obediente a Dios, al alimentar al hombre espiritual este se va fortaleciendo y la tarea de conquistar sobre la carne será más fácil con el pasar del tiempo. Efesios 4:22-24 habla de nuestra doble naturaleza diciendo: “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”. Como hijos de Dios tendremos que luchar para matar al viejo hombre, la naturaleza carnal y dejar que el hombre nuevo, la naturaleza espiritual, sea quien viva en nuestro diario proceder ante el mundo. Quizás tú ya has recibido a Cristo, pero no te dabas cuenta de lo que hemos hablado hoy, tal vez Satanás te ha estado mintiendo diciéndote que como hijo de Dios estás acabado, yo quiero decirte que no es así, tu naturaleza espiritual no ha pecado, nunca, y tú puedes comenzar hoy a vivir de acuerdo a tu naturaleza espiritual, díselo al diablo y sirve a tu Señor. Quiero terminar leyendo una exhortación de Romanos 6:12-13, escuchan “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia”. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por nuestra naturaleza espiritual la cual nace de ti y no puede pecar, ayúdanos a vivir de acuerdo al Espíritu haciendo someter nuestra carne a tu voluntad, ya sabemos que esto es importante pues, otros deben ver a Cristo en nosotros y no le verán a menos de que vivamos de acuerdo al espíritu, haz que esto sea una realidad para la honra y gloria tuya, lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jul 28, 2022
Lo Que Significa Haber Aceptado A Cristo

Que Eres Enemigo De Satanás
Algunas personas creen que el único resultado de aceptar a Cristo es la salvación de su alma, pero estas personas están muy equivocadas pues, unas cadenas de eventos se llevan a efecto cuando uno recibe a Jesús. En nuestro estudio pasado aprendimos que uno recibe una herencia celestial, vimos que al recibir a Jesús Dios hace que uno sea su heredero y esto llega a suceder debido a que la persona que recibe a su hijo nace a la familia de Dios por medio del Espíritu Santo que entra al espíritu humano y le da vida, todo esto ocurre en el preciso instante en que la persona se arrepiente de sus pecados y pone su fe en Cristo Jesús, pero esto no lo es único que sucede, aún hay más. Hoy vamos a ver que al momento de nacer a la familia de Dios enojamos a alguien y dicha persona llega a ser nuestro enemigo mortal debido a que representa todo lo contrario a lo que nuestro nuevo Padre celestial representa, al hacernos hijos de Dios nos constituimos enemigos del diablo, el diablo Satanás quisiera que ignoráramos su existencia pues, así podría trabajar con tranquilidad luchando por deshacer todo lo que nuestro Padre celestial ha establecido, muchas personas pintan al diablo vestido de rojo o negro con cuernos y una cola puntuda pero tal no es el caso, el diablo es un ser espléndido con mucho poder y un ego del tamaño de una montaña, la Biblia nos enseña que Satanás quiso elevar su trono en el cielo pues quería ser igual a Dios, quería que todos le alabaran así como adoraban a Dios, su nombre original fue Lucero y le llamaban hijo de la mañana, si quieres podemos leer de ello en Isaías capítulo 14 versículo 12-15, escucha lo que voy a leer: “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol, a los lados del abismo”. Al no poder tener lo que deseaba en el cielo Satanás empezó a trabajar con lo que Dios había creado, vino a la tierra y empezó a poner al hombre en contra de su Creador, Adán y Eva estaban en el jardín del Edén y disfrutaban del buen compañerismo con Dios, podían hacer lo que quisieran, eran inocentes, pero entonces vino Satanás, hizo que Eva desobedeciera a Dios y ahí comenzó todo, ¿y sabes cuál fue lo que hizo que Eva comiera del fruto prohibido? Escucha lo que dice en Génesis 3:4 y 5, Eva ya le había dicho a Satanás, la serpiente, que no debía comer del fruto pues Dios le había dicho que morirían, pero escucha lo que dijo Satanás: “No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”. ¿Por qué comió Eva? Porque quería ser como Dios y esto es lo mismo que sucede con todo hombre, el hombre hoy no quiere reconocer a Dios, el egoísmo en cada persona le hace querer ser su propio Dios haciendo lo que quiere sin ser responsable de lo que hace, la Biblia nos enseña que por el pecado de Adán y Eva todos tenemos que sufrir, ellos se contaminaron y trajeron la maldad sobre toda su descendencia pero Dios hizo algo para sacarnos de la enfermedad del pecado y restablecer nuestro compañerismo, Él envió a su Hijo para pagar la consecuencia de nuestros pecados y todo el que recibe a Jesús como Salvador aceptando el sacrificio que hizo en la cruz se salva del infierno, el castigo del pecado y nace a la familia de Dios constituyéndose en heredero de lo celestial, Satanás es acusador de los hijos de Dios , por un tiempo Satanás tenía entrada libre al cielo, ahí él se presentaba delante de Dios para reírse de los pobres seres humanos quienes hacían todo lo posible para agradar a Dios con sus vidas, si Dios bendecía a sus hijos Satanás se burlaba diciendo que por las bendiciones es que le servían, Satanás contendía oralmente con Dios diciéndole que si quitaba sus bendiciones sus hijos rápidamente le abandonarían, las cosas se fueron de mal en peor y Satanás lanzó una campaña celestial en la cual una tercera parte de los ángeles se unieron a su movimiento, Satanás ya no tenía cabida en el cielo, Dios no se molestó con ensuciar sus manos, mandó traer al arcángel Miguel y le dio órdenes, Apocalipsis 12:7-9 nos dice qué sucedió a continuación, dice, Apocalipsis 12:7-9: “Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”. Desde ese día Satanás ha lanzado un ataque poderoso con el fin de destruir todo lo que es bueno y puro. Satanás no es una persona ignorante, es increíblemente astuto, él y sus demonios de disfrazan como siervos de Dios para entrar, engañar y destruir los planes que Dios tiene para su creación, la Biblia habla de los seguidores de Satanás quienes andan hoy engañando a gran cantidad de personas, 2 Corintios 11:13-15 dice: “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras”. El diablo no tiene escrúpulos, poco le importa a quien destruye con tal que la creación deje de adorar a Dios y trabaja horas extras con los que servimos a nuestro Padre celestial, tal es su audacia que hasta quiso que el Señor Jesucristo se inclinara, hizo todo lo posible tentando a nuestro Salvador en cada área de su vida para traer al suelo la única esperanza del hombre, Lucas 4:5-8 nos habla de un área que nuestro Señor fue tentado, dice que “el diablo le llevó a un monte alto, y le mostró en un momento todos los reinos de la tierra. Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tú postrado me adorares, todos serán tuyos. Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a Él solo servirás”. Notemos que nuestro Señor no cedió a esta tentación, te aseguro que si se hubiera postrado Satanás no le hubiera dado nada y solo había aprovechado la situación de reírse en la cara del Padre, nosotros debemos seguir el ejemplo de nuestro Salvador, Jesús rehusó la oferta de Satanás, le acordó de las Palabras de Dios y le dijo que le dejare en paz, Jesús siguió adelante con el trabajo que el Padre le había encomendado y cumplió, nosotros debemos hacer lo mismo, es cierto que Satanás es poderoso y que nosotros a solas no podemos con él pero Dios nos da la victoria sobre Satanás, siempre y cuando estamos dentro de la voluntad de nuestro Padre celestial. Santiago 4:7 dice: “Someteos pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. Lo primero que tenemos que hacer es asegurarnos que estamos siendo obedientes a Dios sometiéndonos a su voluntad, una vez que hemos hecho esto, el diablo tendrá que huir de nosotros no porque no puede con nosotros, sino que no puede con nuestro Dios, nosotros somos enemigos de Satanás porque nosotros somos los instrumentos que Dios utiliza para hablar al mundo de su amor, al vivir una vida ejemplar delante de otros ellos buscarán a Dios, le adorarán y le darán las gracias por toda la eternidad. Mateo 5:16 dice: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Satanás no quiere que los hombres glorifiquen a Dios, él desea que le glorifiquen a él, por eso es que él quisiera arruinar el testimonio de los hijos de Dios para que nuestro mensaje no tenga valor, desgraciadamente ya ha tenido éxito en la vida de muchos hermanos, hermanos que hablan del amor a Dios pero cuyas vidas muestran todo lo contrario y por ello el mundo no viene a la verdad, yo odio a Satanás, veo cómo él está llevando a miles de personas al infierno, veo cómo tiene esclavizado a la humanidad con el sexo, drogas, alcohol, violencia y orgullo y yo no pienso estar sentado, yo voy a pelear y entre tanto que haya aliento en mi ser, mientras hay fuerza en este cuerpo, yo voy a luchar por la verdad y la honra y gloria de mi Padre celestial, Apocalipsis 12:12 dice: “Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay, de los moradores de la tierra y del mar! Porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”. Sí, el diablo sabe que sus días son contados y en lo personal yo quiero verle sudar ¿Y tú? Vamos a orar. Padre, te damos gracias por la victoria que tenemos en Cristo, gracias por la victoria que tenemos sobre Satanás aquí en el mundo siempre y cuando caminamos en tu voluntad, ayúdanos siempre a vencer de tal modo que miles de personas sean arrebatadas del poder del diablo y puestos en tus manos amorosas, en el nombre de Jesús te lo pedimos. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jul 27, 2022
Lo Que Significa Haber Aceptado A Cristo

Que Tienes Una Herencia Celestial
En nuestro pasado estudio vimos que los que hemos recibido a Jesús en nuestros corazones fuimos hechos hijos de Dios por medio de nacer espiritualmente a su familia, dicho nacimiento fue realizado por el Espíritu Santo de Dios quien entró en nuestro espíritu humano dándonos vida en el preciso momento en que invitamos a Jesús entrar en nuestro corazón. Ser hijos de Dios es algo que nuestra mente difícilmente puede comprender pero es verdad, si tú tienes a Cristo en tu corazón eres hijo de Dios, claro está que como hijos de Dios tendremos responsabilidades divinas y bastantes difíciles de ejecutar pero al mismo tiempo las bendiciones y beneficios de ser hijos de Dios son tantas que lo difícil de las responsabilidades se vuelven bastante insignificantes, para entender lo que acabo de decir vamos a suponer que yo te dijera que tendrías que servirme por cinco años comiendo pan y agua, durmiendo en el suelo y haciendo todo lo que te ordeno, limpiar servicio sanitario, tirar basura, lustrar mis zapatos y cualquier otra cosa que te dijera, tu reacción a tal oferta me imagino que será negativa pero espera, el asunto es que después de servirme por cinco años yo te voy a convertir en un multimillonario, claro, ahora la cosa cambia, el servirme por cinco año se vuelve insignificante ante la oferta de ser multimillonario, muchas personas miran sus responsabilidades cristianas como una gran carga pero al comparar la carga con los beneficios lo anterior da risa y no cambiaría mi puesto con nadie en el mundo, lo que Dios me ha dado en Cristo Jesús sobrepasa el valor de cualquier tesoro que el diablo y este mundo pudieran ofrecerme, por eso es que Mateo 16:26 dice: “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”. Vamos a ver dos beneficios que recibimos al nacer a la familia de Dios, el primer beneficio es vida eterna, el segundo beneficio es una heredad celestial. Observemos estos dos beneficios así en este orden, el día que acepté a Cristo Dios me dio vida eterna, es muy importante que comprendamos esta verdad, muchos hermanos en la fe no viven victoriosamente en el mundo porque tienen miedo de que van a perder su salvación, por algún motivo ellos piensan que la salvación es algo que ellos se han ganado y que tienen que seguir ganándola, conste que el nacer de Dios no es algo que uno hace sino algo que Dios mismo hace, uno recibe a Jesús como Salvador pero es Dios quien envía su Espíritu Santo y hace que el individuo nazca a su familia, recordémonos de Juan 1:12 y 13: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”, ahora, pon mucha atención a lo siguiente: “los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón sino de Dios”. Esta vida eterna que uno recibe es precisamente lo que indica su significado: vida para siempre. No es vida de un día, de un mes, de un año sino vida eterna, no es algo que uno tiene hasta que vuelve a pecar, si tal fuera el caso no sería vida eterna, si tal fuera el caso no es Jesús quien salva sino uno mismo por medio de buenas obras o por medio de cumplir con reglamentos. Efesios 2:8 y 9 es claro en enseñarnos que la salvación (vida eterna) es un regalo de Dios y no se puede ganar por medio de obras, escucha: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras para que nadie se gloríe”. Romanos 8:1 dice: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús”. Los que no andan conforme a la carne sino conforme al espíritu y escucha lo que dice el versículo 2: “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte”. En realidad la parte de ti que ha nacido de Dios ni siquiera puede pecar, sí, tú oíste bien, yo dije que la parte de ti y que tiene vida eterna, la parte que nació de Dios, no puede pecar, nos profundizaremos en esto en otro estudio de esta serie sobre nuestra doble naturaleza pero para no dejarte en el aire te quiero leer un versículo que se encuentra en 1 Juan 3:9, dice: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en Él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”. Y esa parte de nosotros que ha nacido de Dios es la parte que tiene vida eterna, todo cristiano creyente en Cristo puede regocijarse de esta verdad, al recibir a Jesús recibimos la vida eterna que Dios ofrece a todos los que reciben a su hijo. Romanos 6:23 nos enseña que “la paga del pecado es muerte, mas la dádiva o el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. Jesús mismo dijo en Juan 3:36: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. Otro beneficio que recibimos al aceptar a Cristo es que somos herederos de todo el cielo, por muy pobres que seamos aquí en la tierra tal no será nuestro estado celestial, escucha lo que dice Gálata 4:7: “Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo”, si Dios nos amó tanto que estuvo dispuesto a morir por nosotros, ¿no crees que tiene algo bueno para nosotros? Yo te digo que Dios nos dará todas las cosas del cielo, somos sus hijos y Él quiere darnos todo, Romanos 8:32 dice: “El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con Él todas las cosas?”. Antes de ascender al cielo Jesús miró que sus discípulos estaban un poco afligidos debido a que Él les había anunciado que se iría al Padre, al ver la tristeza de ellos Jesús les dijo las siguientes palabras que se encuentran en Juan 14:1-3, les dijo: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay, si así no fuera yo os hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis”. Jesús mismo quiere que estemos con Él, Él desea compartir lo que tiene con nosotros, Jesús tiene un amor tan especial por nosotros que vino a morir por nosotros y actualmente se encuentra en el cielo preparando un lugar muy especial para nosotros, nuestro Señor es creador de todo lo que existe, Juan 1:3 nos dice que “Todas las cosas por Él fueron hechas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. ¿Te puedes imaginar? Si has observado alguna vez la puesta o la salida del sol, si has visto la magnificencia de una catarata de aguas, si has contemplado la hermosura de un jardín de flores silvestres, imagínate cómo será el cielo y como hijos de Dios todo eso nos espera, es nuestra herencia. Quizás quieras leer un poco más acerca del cielo y lo que hay ahí, puedes encontrar algo muy bello, una descripción de ello en Apocalipsis capítulos 21 y 22, lástima que no tengamos tiempo hoy para compartir más sobre el asunto. Quiero terminar el estudio de hoy con las palabras de Romanos 8:16-18, creo que esta cita nos da un buen resumen de lo que hemos estudiado hoy, Romanos 8:16-18 dice: “El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”. Yo, así como Josué en tiempos del Antiguo Testamento te digo: “Si mal os parece servir a Jehová, escoged hoy a quien sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová”. Espero que esta es la decisión que has tomado tú, si no estás cometiendo un grave error porque estás viviendo abajo del nivel que Dios desea para ti, hermano, no permitas que Satanás te engañe, sirve a tu Padre celestial, eres un hijo de Dios. Vamos a orar. Padre, gracias por el amor que nos has mostrado, es un placer servirte, lo que suframos aquí por la causa de Cristo en ninguna manera podría merecer lo que nos tienes preparado en el cielo, te pedimos que mantengas nuestra vista en nuestra morada celestial donde está nuestro Señor pues así podremos aguantar cualquier cosa que Satanás deseara lanzarnos, te lo pedimos en el nombre de Jesús para tu honra y tu gloria. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jul 26, 2022
Lo Que Significa Haber Aceptado A Cristo

Que Eres Hijo De Dios
Me da pesar tener que admitir que la iglesia del Señor Jesucristo está fallando en su deber de llevar a efecto la gran comisión que el Señor la dejó, el evangelio está siendo esparcido al mundo hoy día y muchas personas están recibiendo a Jesús como su Salvador, pero hasta ahí está llegando el asunto. Al oír yo de mujeres que abandonan a sus hijos siento algo de coraje, esas mujeres no son dignas de ser madres. Al oír de padres que abandonan a sus esposas e hijos me enojo y sin embargo en la iglesia vienen las personas recibiendo a Cristo, nacen de nuevo a la familia de Dios y nosotros los dejamos a la merced del diablo, es necesario que nos acordemos que ellos son recién nacidos, no pueden defenderse a solas, son criaturas en las cosas del Señor, necesitan de nuestro cuido, necesitan nuestra ayuda, ya cuando pueden defenderse a solas en el mundo entonces habremos terminado nuestra labor. Lo que estamos viendo es que estamos fallando en el área de discipular, en Mateo 28:19 Jesús dijo claramente: “Id, y haced discípulos”, lo que nosotros hacemos es traerlos a la luz de Cristo para abandonarlos, en vista de este error que estamos cometiendo lo que tenemos en el mundo es un mundo de cristianos malnutridos que no pueden llevar a término la obra del Señor, tenemos líderes religiosos que carecen de profundidad espiritual, tenemos hermanos y hermanas en la fe que aún después de años de haber conocido el camino siguen tomando leche en vez de carne espiritual, un mundo lleno de creyentes anormales y retardados, en los estudios próximos vamos a discipular. Vamos a estudiar la Palabra con el fin de arreglar nuestras vidas y crecer en las cosas de nuestro Dios, vamos a gatear, luego caminar y por fin correr, vamos a hacer todo lo que podemos para llegar a ser los hijos que Dios desea que seamos. En esta serie de cinco estudios quiero que analicemos lo que significa haber aceptado a Cristo como nuestro Salvador, muchos piensan que recibir a Jesús solo significa que uno es salvo del infierno, pero cuando aceptamos a Cristo una serie de cosas suceden: en primer lugar, nos convertimos en hijos de Dios, en segundo lugar, recibimos vida eterna y una herencia celestial, en tercer lugar, nos volvemos enemigos de Satanás, en cuarto lugar, obtenemos una doble naturaleza y en quinto lugar dejamos de ser de este mundo. Como puedes ver tenemos mucho territorio que cubrir así que, abramos nuestras biblias y al ataque. Hoy quiero que observemos la realidad de que cuando recibimos a Jesús nos convertimos en hijos de Dios, no que vamos a ser hijos de Dios en el futuro, sino que ya lo somos desde el momento en que recibimos a Cristo como nuestro Salvador. Para poder ser hijo de Dios hay que nacer de Dios, si tienes tu biblia vamos al libro de Juan capítulo 3 para leer los versículos 3 al 7, Jesús en esta ocasión está hablando con Nicodemo, quien era un hombre distinguido entre los judíos, Jesús le dijo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os se es necesario nacer de nuevo”. Deseo que nos fijemos en las palabras: “Lo que es nacido del espíritu”, en el momento que uno recibe a Jesús en su corazón el Espíritu Santo entra al espíritu humano y le da vida, o sea, que uno nace del espíritu, desde ese momento uno es hijo de Dios, así como uno no tiene nada que ver con su nacimiento físico tampoco tiene que ver con su nacimiento espiritual, uno acepta la verdad de Dios, pide perdón por sus pecados, invita a Jesús entrar a su corazón y en ese momento el Espíritu Santo hace nacer al individuo a la familia de Dios. Juan 1:12 y 13 dice: “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios”. Existen algunos hermanos que creen que pueden perder su salvación, yo tendría que estar de acuerdo con ellos si es que el hombre fuera quien se gana su salvación, pero no estoy de acuerdo con esa enseñanza pues, no fui yo quien me hizo nacer a la familia de Dios, yo recibí a Jesús como mi Salvador, pero Dios mismo fue quien me hizo su hijo, fíjate otra vez en el versículo 13: “Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios”, quiero recalcar sobre el hecho de que ahora somos hijos de Dios, no es algo que sucederá en el futuro, sino que ya sucedió en el momento que uno recibió a Jesús. Dos de mis versículos favoritos se encuentran en 1 Juan capítulo 3, son los versículos 1 y 2, esos dos versículos nos hablan del amor que Dios tiene para nosotros llamándonos sus hijos y también habla de que ahora somos sus hijos, aunque no hayamos alcanzado todavía la perfección, leamos, 1 Juan 3:1-2 dicen: “Mirad cual amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es”. Así es, todavía no he podido ver cómo es el verdadero Ricardo, es hijo de Dios, pero todavía existen algunas cositas en él que tienen que cambiar, sin embargo, cuando se manifiesta Jesús, cuando venga en su gloria, hermano Ricardo será semejante a Él porque le verá en toda su perfección. Hasta ese día el hermano Ricardo tendrá que luchar aquí en el mundo cumpliendo sus deberes como hijo de Dios y esperando ese glorioso momento cuando Jesús vendrá por él, no vamos a servir a Dios aquí para llegar a ser sus hijos, vamos a servirle porque ya somos sus hijos y como hijos de Él tenemos ciertas responsabilidades, Efesios 2:10 dice que “somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”. Nuestra responsabilidad como hijos es de encontrar nuestro sitio en la familia y empezar a cumplir con nuestra parte del trabajo, Dios tiene preparado una obra especial para cada uno de sus hijos y los necesita a todos. En otros estudios nos profundizaremos un poco más concerniente a este tema, pero por el momento lo más importante es que comprendamos que si hemos recibido a Jesús somos hijos de Dios ahora y tenemos que cumplir con nuestras responsabilidades como buenos hijos, esto es sumamente importante porque al ver nuestras vidas y el trabajo que hacemos por nuestro Padre celestial otros vendrán a Jesús para nacer a nuestra familia, la familia de Dios. Nuestro Señor Jesucristo nos amonesta de la siguiente manera en Mateo 5:16: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifique a vuestro Padre que está en los cielos”, desde que he aumentado unas cuantas libras muchas personas han hecho el comentario de que me parezco mucho a mi padre carnal, hermano Pablo Robinson, eso me agrada pero el elogio más grande que podrías darme sería el compararme con mi Padre celestial, ojalá todos me recuerden y me reconozcan como un hijo de Dios, ese es mi anhelo, sé que habemos muchos hijos de Dios pero lamentablemente no nos comportamos como tales, quizás sea por ignorancia de nuestra parte y si tal es la situación entonces esperamos salir de ello lo más pronto posible por medio de estudiar la Palabra y poner sus enseñanzas a práctica en nuestras vidas. Vamos a orar. Padre, gracias te damos por llamarnos tus hijos, te damos gracias por hacernos nacer a tu familia en el momento en que nos arrepentimos y aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, te pedimos que nos ayudes a reconocer nuestras responsabilidades como tus hijos y que nos des las fuerzas para realizar dichos deberes, en el nombre de Jesús te lo imploramos. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jul 25, 2022
Si Le Perteneces A Cristo

Te Vestirás Del Nuevo Hombre
Unos días antes le habían visto sucio, babeado, desnudo; le habían amarrado con cadenas después de haberle capturado entre los sepulcros del cementerio, y su olor había sido insoportable; había herido a varios de ellos con sus uñas y dientes, pero por fin le habían prendido con unas cadenas gruesas. Cuál fue la sorpresa de ellos al soltarle, que rompió las cadenas como si fueran de agua, y huyó nuevamente al cementerio. Todos estaban cansados, así que ya no le siguieron. Es increíble pero hoy ya no es el mismo hombre; ahí está sentado a los pies de un hombre escuchando atentamente a todo lo que le dice, está bañado, peinado, vestido y hablando con sentido. Al acercarse a él le preguntan lo que le ha pasado, viéndolos con amor el hombre les contesta: “Es que ahora conozco a Jesús, le he recibido como mi Salvador, ya no soy el mismo hombre que ustedes temían. Soy un hombre nuevo”. Si quieres leer de este evento se encuentra en Marcos, capítulo 5, versículos 1 al 20. Yo lo he mencionado hoy porque tiene que ver con nuestra serie de estudios sobre si en verdad eres de Cristo. Hemos llegado al quinto y último estudio de nuestra serie. Vamos a ir a nuestro texto en Efesios, capítulo 4, para leer los versículos 17 al 24, dice: “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado, según Dios en la justicia y santidad de la verdad”. Quiero que hablemos sobre vestirnos del nuevo hombre hoy, porque si uno de veras tiene a Cristo en su corazón, caminará de acuerdo al nuevo hombre, eso nos trae a la pregunta ¿Quién es el nuevo hombre? Nuestro texto nos enseña que el nuevo hombre es creado, según Dios en la justicia y santidad de la verdad. ¿Cuándo fue creado? ¿Cuándo nació? Nació en el momento en que la persona recibió a Cristo como Salvador; este nuevo hombre es espiritual, nacido del Espíritu Santo de Dios. Nace el momento en que el Espíritu Santo entra al espíritu humano para tomar residencia. Jesús dijo: “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es”. Este nuevo hombre nacido de Dios no puede pecar ¿Por qué? Porque es nacido de Dios, y Dios no puede pecar. Claro está que el hecho que yo lo diga no importa, pero Dios lo dice. 1 Juan 3:9, nos dice que: “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”. Por eso es que debemos andar conforme al nuevo hombre, despojándonos del viejo hombre. Muchos creyentes no saben que tienen una doble naturaleza: la carnal y la espiritual, como dice Pablo la carnal está vendido al pecado, pero el espiritual no puede pecar pues es nacido de Dios. Romanos 7:14-24 nos habla del problema que existe en la vida de todos los hijos de Dios, pues en lo profundo de nuestro ser queremos servir a Dios con todas nuestras energías y sin embargo al llegar el fin de cada día, vemos que hemos cometido pecados que odiamos, y tenemos que pedir perdón por haber fracasado otra vez. Escucha lo que dice Pablo: “Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. De manera que ya no soy yo (Hablando de su persona espiritual, que ha nacido de Dios) quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí (Hablando de su naturaleza carnal). (Y escucha bien) Y yo sé que, en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque según el hombre interior (O sea el espiritual, el hombre nuevo), me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros (O sea la naturaleza carnal), que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros”. Por esto es que Dios nos enseña que debemos andar en el Espíritu y no en la carne. Vamos a Gálatas 5:16 y 17, dice: “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; (Y escucha bien esto) y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”. Como puedes ver hay una lucha continua en la vida del cristiano, siempre tendrá que luchar para andar de acuerdo al nuevo hombre y no de acuerdo al viejo. ¿Cómo hacemos para despojarnos del viejo hombre para permitir que el nuevo hombre brille en nuestras vidas? Bueno en primer lugar tendremos que comprender que no va a ser fácil, vamos a tener que luchar. Pablo dijo en 1 Corintios 9:27: “Golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre”. O sea que cuando su cuerpo quería hacer lo que deseaba Pablo refrenaba por medio de decir no, y hacía que su cuerpo se sujetara a lo que el espíritu deseaba, de esta manera Pablo lograba andar en el espíritu. A veces nos es difícil servir al Señor, cuando llega el momento de reunirnos en el templo con el pueblo de Dios, el cuerpo nos recuerda que estamos cansados, nos dice que sería mejor quedarnos en casa; cuando sabemos que es momento de estudiar un poco la Biblia, de repente viene un cansancio a nuestros ojos y nos arde, ya no podemos ver la letra de la Palabra de Dios, pero eso no nos detiene de ver las figuras que pasan por la pantalla del televisor. Lo que tenemos que hacer en esos momentos es esforzar nuestros cuerpos a obedecer al espíritu, aunque no tengamos ganas debemos estudiar la Palabra, orar y testificar de nuestro Señor. De esta manera nos despojaremos del viejo hombre, y nos vestiremos del nuevo. Debemos dar muerte a lo terrenal que hay en nosotros, y hacer que las cosas de Dios sean número uno en nuestras vidas. ¿Por qué? Porque en realidad lo único que importa en este mundo, en esta vida es lo que hacemos para Dios. Colosenses 3:5 nos dice: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría”, y en el versículo 17 dice: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús”; el versículo 23 dice: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor”. La persona que realmente pertenece a Cristo se vestirá del nuevo hombre, andando en el espíritu, y se irá despojando del viejo hombre y de los deseos pecaminosos que hay en su carne. El resultado será un brillante testimonio al mundo del cambio que Jesús trae a la vida de sus seguidores, de hecho, no habría un cambio si no fuera por Jesús; sólo Él puede cambiar al hombre, y por eso es que podemos saber que uno es de Cristo, porque sólo Jesús puede llevar a término tal transformación. Como lo dice 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Y si mostramos este cambio otros seguirán a Jesús, pues, sabrán que Él es real. Hemos llegado al final de otra serie de estudios, espero que hayas aprendido de las señas que marcan la vida de aquellos que tiene a Cristo en sus corazones. ¿Sabes qué? Me gustaría saber si estás siendo bendecido por nuestro programa. ¿Por qué no me escribes? Siéntate y escríbeme una notita, diciéndome lo que significa el Contacto Cristiano para ti, tal vez hay un tema que quieres que estudiemos en el pronto futuro. Escríbeme. Y ahora vamos a orar. Padre gracias por enseñarnos en tu Palabra tantas cosas que nos ayudan saber cómo vivir mejor. En los pasados estudios hemos visto que debemos despojarnos del viejo hombre y vestirnos del nuevo. Haz que esto se lleve a efecto en nuestra vida para tu honra y tu gloria. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jul 22, 2022
Si Le Perteneces A Cristo

Renovaras El Espíritu De Tu Mente
Proverbios 23:7 hablando del hombre dice: “Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. Si el hombre es derrotado en su mente, su vida será una de derrotas continuas, si tiene una mente sana, su vida será limpia; como es el hombre en su pensamiento, así es él y va a actuar de acuerdo a su mente. Estamos en nuestro cuarto estudio sobre el tema si en verdad eres de Cristo. Hoy queremos hablar acerca de una renovación en el espíritu de nuestra mente, la Biblia nos enseña que, si uno verdaderamente tiene a Cristo en su corazón, se irá renovando en el espíritu de su mente. Quiero que vayamos al texto para esta serie, se encuentra en Efesios, capítulo 4, y vamos a leer los versículos 17 al 23. Efesios 4: 17-23, escucha bien: “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el Espíritu de vuestra mente”. Antes de recibir a Jesús como Salvador, la persona tiene una mente depravada, totalmente ciega a las cosas espirituales. ¿Te fijaste en el texto? Escucha: “teniendo el entendimiento entenebrecido, andan en la vanidad de su mente”. Romanos 1:28, nos dice que, por no tomar los hombres en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada para hacer cosas que no convienen. Dios nos habla de la diferencia entre el creyente y el incrédulo, en Tito 1:15 y 16, diciendo: “Todas las cosas son puras para los puros, más para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra”. La persona que no tiene a Cristo pensará únicamente en su carne, no puede pensar en lo espiritual y aunque pensará en ello no podría entender. 1 Corintios 2:14 nos muestra que el hombre natural no percibe las cosas que son del espíritu de Dios porque para él son locura, y no las puede entender porque se han de discernir espiritualmente. Por eso es que algunos, quienes escuchan este programa, se burlan y creen que estoy loco; por eso es que leen la Biblia, pero quedan sin entendimiento; por eso es que no pueden ver nada malo en bailar, fumar, tomar licor, consumir drogas, leer revistas pornográficas, cometer adulterio, robar, mentir, y todas las demás cosas. No pueden ver nada malo en ello porque como dice 2 Corintios 4:4 “El dios de este siglo, o sea satanás, les ha cegado el entendimiento. Y así es todo hombre antes de conocer a Cristo como el Salvador de su alma. Pero ahora nuestra mente ya no es así, ¿y cómo es? Pues es una mente sin igual; digo sin igual porque no hay mente como la de Cristo y eso es precisamente lo que recibimos al aceptar a Jesús, su mente. ¡Ah! ¿Con que crees que estoy exagerando? Pues escucha lo que dice 1 Corintios 2:16 “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”. Y si tenemos la mente de Cristo nuestro pensar será muy diferente a lo que era antes; en la mente de Cristo está el hacer la voluntad del Padre. Cuando Jesús estuvo llevando a efecto su ministerio terrenal, Él dijo: “No puedo yo hacer nada por mí mismo, según oigo así juzgo. Y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre”. Momentos antes de su crucifixión Jesús pudo haber regresado al cielo dejando eternamente condenado al hombre, pero dijo: “Mas no se haga mi voluntad, sino la tuya”. Y fue a la cruz para salvarnos de nuestros pecados. La mente de Cristo está libre de egoísmo, y el mismo sentir y pensar que tuvo Él, debe ser nuestro sentir y pensar ¿Y cuál es el sentir de Cristo? Creo que el apóstol Pablo lo aclaró bastante bien en su Carta a los Filipenses, Filipenses 2:5-8 dice: “Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. El sentir de Jesús es un sentir de amar sin esperar nada a cambio; tanto es su amor que abandonó todos sus derechos y títulos celestiales, despojándose de su divinidad para venir a la tierra y vivir una vida perfecta, logrando así los derechos de ser la única persona quien pudiera traernos la salvación. En su perfección dio su vida muriendo en nuestro lugar, y lo único que pide es que aceptemos su sacrificio pues sólo así es que podemos ser salvos. Todo esto lo hizo por amor al Padre y por amor a nosotros, eso es lo que hay en la mente de Cristo. Jesús nos dejó con dos mandamientos simples para gobernar nuestras vidas, el primer mandamiento es: Amar a Dios con todo nuestro ser; y el segundo es: Amar a los demás como a nosotros mismos. Nuestra mente que es la de Cristo, nos impulsará a llevar a cabo estos dos mandamientos en nuestras vidas. Lo único que nos estorba es nuestra naturaleza carnal, por eso es que nuestro texto nos dice: “Renovaos en el espíritu de vuestra mente”. ¿Cómo cambiarían nuestras vidas, si pensáramos antes de actuar? Siempre nuestra mente y nuestro corazón nos reprender antes de cometer una falla, pero muchas veces sin pensar actuamos y es por eso que caemos. Nuestra actitud es afectada por la manera en que pensamos, al iniciar el estudio leímos un versículo en Proverbios que señala que el hombre es lo que piensa en su corazón, las personas que viven leyendo pornografía y pensando en basura así van a vivir, por eso es que la Biblia nos enseña a pensar en las cosas que son dignas de ser estudiadas. Al pensar en Dios y cosas buenas nos renovaremos, nuestro vivir, nuestro actuar será diferente, porque nuestro pensar será diferente. No me sorprende la maldad que existe en nuestro mundo hoy día, pues mira lo que la gente vive dando de comer a sus mentes, cuántas horas pasan las personas frente a la pantalla de una televisión, viendo novelas y películas que se componen de pura basura; que este la abandonó para irse con la otra, y que la fulana está durmiendo con quien sea para desquitarse y dar celos al fulano, que vino el otro y la mató porque no podía ser de él; y eso le dan de comer a su mente por horas y horas, día tras día, mes tras mes, y año tras año. De repente lo que vemos es que su propia vida se ha convertido en una novela. Lo que piense el hombre en su corazón, así es él. Si uno tiene en verdad a Cristo habrá un renovamiento en el espíritu de su mente, como hijos de Dios debemos obedecer a la mente de Cristo, la cual recibimos al aceptarle como nuestro Salvador. Para terminar, quiero que leamos el versículo 8, del capítulo 4 de Filipenses, dice: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”. Vamos a orar. Padre gracias por damos tu palabra, la cual nos enseña cómo crecer en la fe para poder servirte a ti por medio de servir a la humanidad en tu nombre. Ayúdanos a renovarnos en el espíritu de nuestra mente. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jul 21, 2022
Si Le Perteneces A Cristo

Lucharas En Contra Del Viejo Hombre
No puedo contar las veces en que he estado en un servicio religioso, donde el mensaje de Dios tocó profundamente mi corazón, y donde he pasado al altar para ponerme de rodillas, pedir perdón por mis faltas y renovar mis deseos de servir a Dios con toda mi vida. Cada vez que lo he hecho he sido honesto y sincero, me levanto con una determinación de poner al diablo en su lugar y de levantar en alto a mi Salvador Jesucristo. Salgo del templo sintiéndome contento y listo para encender al mundo por Cristo, pero en la noche antes de dormir me pongo a pensar en lo que pasó durante el día y encuentro que he vuelto a fallar. Quizás fue una mala actitud, una mentira con buena intención, un enojo que provino debido a orgullo o un sin número de cosas; la cosa es que falté. Nuevamente tengo que pedir a Dios que me perdone y que me ayude en el día de mañana a ser un poco mejor. ¿Nunca te ha pasado esto a ti? Yo sé que sí. Creo que lo único que me consuela es el hecho de que en mi ser yo sé que he cambiado, puedo ver mi vida y hoy soy mejor persona que hace un año atrás, tengo muchos defectos en mi vida y sin embargo no son tantos como lo eran antes, me siento más cerca del Señor, he madurado en lo espiritual, y ya no soy derribado con tanta facilidad. ¿Qué es lo que ha sucedido? Bueno lo que sucede es que se está viendo algo, un proceso en mi vida que señala que Jesucristo verdaderamente mora en mí, y que yo le pertenezco. Vamos en nuestras Biblias al Libro de Efesios, capítulo 4, y leamos los versículos 17 al 22, en este pasaje encontraremos la tercera cosa que señala que uno verdaderamente sea de Cristo, leamos: “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así de Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos”. Como podemos ver en esos versículos si uno en verdad es de Cristo, ya no andará como las demás personas, pues seguirá las enseñanzas de Cristo. Pero el versículo que deseo que estudiemos hoy, es el versículo 22 “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos”. Una cosa que podremos ver en la vida del verdadero cristiano es que hay un crecimiento; poco a poco su vida dejará de ser lo que era; Cristo será más fuerte en su vida al pasar del tiempo, porque el creyente poco a poco irá comprendiendo el propósito de su existir; cada día su amor por las cosas del mundo irá disminuyendo, y las cosas del cielo le serán más preciosas; al madurar su deseo será servir a Dios con todas sus fuerzas; irá despojándose de los errores que había en su vida antes de recibir a Jesús como su Salvador; llegará a sentir un gran disgusto por el viejo hombre. ¿Pero quién es este viejo hombre? Toda persona que recibe a Jesús tiene una naturaleza doble: tiene la naturaleza física y una nueva naturaleza, la cual es espiritual. La naturaleza física es carnal, y es afectada mayormente por los deseos de la carne, esa naturaleza se opone a las cosas de Dios y siempre luchará en contra de lo espiritual. Gálatas 5:16 y 17, dice: “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis”. Pablo lo explica de otra manera en Romanos, capítulo 7, versículos 14 al 24, el apóstol describe la lucha del viejo hombre con el nuevo hombre de la siguiente manera: “Porque sabemos que la ley es espiritual; mas yo soy carnal, vendido al pecado. Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. (Saltemos al versículo 18) Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. (Y ahora el versículo 22) Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?”. Así que el viejo hombre es nuestra carne, y como lo dice en nuestro texto en Efesios 4:22 “está viciado conforme a los deseos engañosos”. No cabe duda que el viejo hombre perjudica mi bienestar espiritual, hace que quite mis ojos de Dios para fijarme en las cosas de este mundo; en vez de depositar mi confianza y vida en Él, comienzo a depender de mis propias habilidades; dejo de glorificar a mi Creador y comienzo a glorificarme en mi mismo; comienzo a sembrar para la carne y no para el espíritu. Y esto no conviene pues, Gálatas 6:8 nos dice: “Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna”. Ahora que hemos aprendido que el viejo hombre debe morir, ¿Cómo nos despojamos de él? El apóstol Pablo dijo que él golpeaba su cuerpo y lo hacía servir a Dios, en 1 Corintios 9:27. ¡No que se daba de golpes en su cuerpo, sino que no permitía a su cuerpo hacer lo que le daba la gana! Al tener el deseo de mentir Pablo decía: ¡No! Lo cual era una cachetada al orgullo de su cuerpo; cuando el cuerpo deseaba hacer algo que iba en contra de su naturaleza espiritual, Pablo simplemente le decía: ¡No! Y la hacía sujetarse a la dirección del Espíritu. Las Escrituras nos dan otro consejo en Romanos 6:12 y 13, dice: “No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias (o sea un deseo exceso de gozo sensual); ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia”. La manera de despojarnos del viejo hombre es por medio de mantenernos ocupados en asuntos espirituales y la obra de Dios, si estamos ocupados en las cosas del Señor, no vamos a tener tiempo para la carne. Si uno en verdad tiene a Cristo en su corazón se irá despojando de este viejo hombre, me gozo en gran manera cuando pienso que las personas están viviendo con fe en el Señor; y al mismo tiempo me causa gran tristeza, cuando las personas dicen ser mis hermanos en la fe, y sin embargo viven todo lo contrario a lo que es un cristiano. A esos uno les tiene que hablar como a carnales, pues aún no viven conforme al Espíritu. Tampoco digo que tenemos que ser perfectos pues, eso no lo lograremos hasta que Dios nos transforme al llevarnos con Él al cielo, pero si debemos ir tras la perfección y debemos realizar cambios en nuestras vidas. Cambios que podemos lograr únicamente por el poder de Dios. Jesús dijo que podríamos conocer a los suyos por medio de sus frutos, o sea que los que realmente son suyos van a servirle y van a obedecerle, y esto sería imposible a menos de que se despojen del viejo hombre. ¿Qué tan fuerte está ese viejo hombre en tú vida? Si se ve más de él que del nuevo hombre, entonces las cosas van muy mal. Debemos meternos de lleno en servicio a Dios y comenzar a mostrar que realmente somos de Cristo. Vamos a orar. Padre pedimos que tu Espíritu nos de las fuerzas que necesitamos para resistir los deseos de nuestra carne, y llevar a término los deseos de nuestro espíritu. Señor ayúdanos a vencer al viejo hombre porque es necesario que Cristo crezca en nuestras vidas y que nosotros mengüemos. Esto lo pedimos en el nombre de Jesús, para honra y gloria tuya. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jul 20, 2022
Si Le Perteneces A Cristo

Andarás De Acuerdo A La Enseñanza de Cristo
En nuestro estudio pasado vimos que la persona que realmente tiene a Cristo en su corazón ya no andará como las demás personas del mundo. En nuestro estudio hoy vamos a ver la segunda marca que señala la persona que verdaderamente es de Cristo. Vamos a ver también que el estudio de hoy lanzará un poco de luz sobre el ser diferente a las demás personas. Vamos a Efesios, capítulo 4, en nuestras Biblias y leamos los versículos 17 al 21, dice: “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús”. Según lo que acabamos de leer la persona que en realidad es de Cristo andará conforme a lo enseñado por Cristo, será obediente a sus mandatos siguiendo en las pisadas del Señor. Muchas personas hoy dirían que sería imposible tratar de aprender todo lo enseñado por Jesús, para poderlo poner a práctica en sus vidas. Por eso es que Jesús nos ha simplificado el asunto, para que no nos cueste tanto. En vez de hacernos una larga lista de cosas que no podemos hacer, Jesús nos ha dado dos reglas positivas por medio de las cuales podemos encaminar nuestras vidas en sus veredas. Jesús no quiere que la perdida cristiana nos sea pesada; Él no quiere que sea una carga para nosotros, acuérdate que fue Él quien dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mí yugo es fácil, y ligera mi carga”. 1 Juan 5:3, dice: “Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos”. ¿Cuáles son los dos mandamientos o reglas, que nos da el Señor Jesús, para dirigir nuestras vidas? Pues se encuentran en el libro de Mateo, capítulo 22, versículos 37 al 40, escucha lo que dice: “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Éste es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas”. Y estas son las dos reglas: En primer lugar: Amar a Dios, y, en segundo lugar: Amar al prójimo. ¿Qué significa amar a Dios? Bueno, antes de entrar a la explicación de esta pregunta, siento que es necesario que comprendamos que la palabra Amor, es una palabra mal usada en nuestros días; muchos mal usan esta palabra intercambiándola por la palabra sexo; otros dicen: “Te amo”, cuando realmente quieren decir: “Me caes bien, porque estás a mi favor”, cuando la persona cinco minutos después se le opone, sus palabras cambian a: “Te odio”. Esto no es amor. Amor es esperar el bien y hacer bien a otros sin esperar nada a cambio; es una entrega activa, sin egoísmo. Amar a Dios es honrarle y glorificarle; es entregarle alabanza y agradarle por medio de obedecerle, confiando en Él, no importa lo que suceda. El versículo que terminamos de leer fue explícito en decirnos cómo debemos amar a Dios, pues dice que debemos amarle: “Con todo nuestro corazón, toda nuestra alma, y toda nuestra mente”. O sea, que debemos amar a Dios con todo nuestro ser. Las palabras te amo salen tan fáciles de nuestra boca, pero respaldar estas palabras es otra cosa, acuérdate que el término amor es un término vivo y activo, es una palabra que entra en acción. Me acuerdo de la historia de un joven enamorado que contaba linduras a una señorita diciendo: “Yo te amo tanto, que iría a la luna por ti, sin traje espacial. Te amo tanto que me cruzaría todo un desierto para llegar a ti. Me iría hasta las profundidades del mar, sin equipo de bucear, por sólo un beso que me dieras”, cuando había hecho todas estas fantásticas promesas la señorita le preguntó: “¿Y vas a venir a visitarme más tarde?”, a lo cual él respondió: “Si no llueve”. Pienso que así son la mayoría de los creyentes, decimos cuánto queremos a Dios, y lo que haríamos por Él, y luego ni siquiera asistimos a su casa por ir a pasear o por ver un programa televisado, o porque caen unas cuantas gotas de agua. Te pregunto: ¿Será esto amar a Dios con todo nuestro ser? Claro que no, escucha otra vez lo que dice 1 Juan 5:3, “Pues este es el amar a Dios, que guardemos sus mandamientos”. Si amo a Dios haré todo para complacerle y no haré nada para lastimarle, siempre haré todo lo que pueda para que Él sea orgulloso de mí, y ese es el primero y grande mandamiento. El segundo mandamiento o regla que da Jesús es: “Amar al prójimo, como a uno mismo”, el dicho del humanismo secular es: “Hazles a otros, antes de que te lo hagan a ti”; siempre se nos ha dicho que debemos cuidar al número uno, siendo nosotros ese número uno, y tal no es la enseñanza de Cristo, Cristo nos enseña a poner en primer lugar a Dios, en segundo lugar, a otros y en tercer lugar venimos nosotros. No solo debemos amar a otros, sino debemos amarles como a nosotros mismos, y eso no es fácil de aceptar pues siempre buscamos nuestro propio bienestar, todo lo queremos para nosotros mismos sin realmente pensar en los sentimientos y deseos de otros. La verdad es que no está en nuestra naturaleza carnal el poner a otros en frente de nosotros, a menos de que nos sea provechoso. Al amar a otros como nos amamos a nosotros mismos, estaremos buscando siempre el bienestar de ellos; para nosotros siempre buscamos lo mejor, y eso debe ser precisamente lo que buscamos para otros. Viendo las cosas desde este punto de vista, nuestra vida logra tener un propósito, donde antes el propósito era uno de egoísmo, ahora es uno de amor, ¿Y de quién nos recuerda eso? Así es, de nuestro Señor Jesús. Jesús, siendo Dios, no buscó su propio bienestar, sino que se humilló y se entregó a la muerte en una cruz, para nuestro propio bienestar; es Jesús quien nos dice en Juan 13:34 y 35: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”. Si en verdad somos de Cristo, vamos a caminar de acuerdo a sus enseñanzas, esta es una marca que identificará al verdadero cristiano. A sus seguidores Jesús dice, en Juan 13:15-17: “Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis”. Vamos a orar. Padre sabemos que nuestro deber es vivir las enseñanzas de Jesucristo en este mundo. Sabemos que las enseñanzas de nuestro Señor se pueden resumir en dos: Amarte a ti con todo nuestro ser y amar al prójimo como a nosotros mismos. Padre te estamos pidiendo que nos llenes y nos ayudes para llevar a término estos dos mandamientos, sólo lo conseguiremos si Tú estás con nosotros, porque Tú eres amor. Vive tú vida en las vidas nuestras, te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jul 19, 2022
Si Le Perteneces A Cristo

No Andarás Como Los Demás
El mundo tiene un concepto torcido de lo que es un cristiano, aparentemente el mundo cree que el creyente en Cristo es alguien quien se mete a un cuarto, privándose de toda comunicación, para leer su Biblia y orar. Creen que un cristiano no puede reírse pues, mostrar los dientes es pecado; piensan que el creyente en Cristo es alguien que se deja abusar de todos, sin levantar un dedo para pelear por la justicia, y que no tiene sentimientos. Quiero decirte que yo soy una persona que no se siente decepcionado al tener vida, y yo soy creyente en Cristo; de hecho, yo no cambiaría lugares con nadie; amo a Dios; amo a la vida; soy feliz y me gozo en la realidad de que Jesucristo mora en mi corazón. Fíjate que no fumo, no bailo, no tomo licor, no uso drogas, y aún con no hacer ninguna de estas cosas, me gozo de la vida. El asunto es que cuando uno ha conocido personalmente a Jesús, sus deseos cambian ¿Por qué? Simplemente porque cuando uno recibe a Jesús, recibe una nueva naturaleza también, una naturaleza espiritual. Algunos cristianos usamos el término “nacer de nuevo”, para explicar el cambio que ha habido en nosotros. Conste que todavía tenemos los mismos deseos que teníamos antes, debido a que todavía estamos con nuestra naturaleza carnal, pero al recibir la naturaleza espiritual, la cual viene de Dios, viene a nuestras vidas deseos nuevos. Esos nuevos deseos tienen más importancia que los de la carne, por lo consiguiente tienen prioridad, el andar en el Espíritu de Dios llega a ser nuestra meta, pues eso es lo que agrada a nuestro Padre celestial; andar en las cosas de la carne no le agradan, y por eso tratamos con todas nuestras fuerzas de no dar lugar a esos deseos en nuestra vida. Esto es una lucha constante, y claro está que, si uno realmente es de Cristo, se verá un cambio en su persona. La persona que tiene a Cristo en su corazón ya no es la misma persona de antes, hay algo diferente en su diario caminar; no es como las otras personas, hay algo distinto. Ahora habla constantemente de Jesús; habla de la Biblia y lo que agrada a Dios; los vicios ya no tienen importancia para el cristiano; y los defectos lentamente van desapareciendo de su vida; el cristiano tiene un pensar nuevo y se ve que su persona cambia diariamente para algo mejor. Es como si se estuviera transformando de un monstruo a algo bello, ¿Qué es lo que está sucediendo? Lo que sucede es que está creciendo espiritualmente. Quiero que vayas conmigo al Libro de Efesios, capítulo 4, y vamos a leer los versículos 17 al 24, quiero que demos por inicio hoy una nueva serie de estudios sobre cinco cosas que veremos en la vida de la persona, si es que en verdad ha recibido a Jesús como su Salvador. Efesios 4:17-24, nos da una lista de cinco eventos que se deben llevar a efecto en la persona que ha depositado su fe en la persona de Cristo Jesús, leamos “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza. Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”. Notemos que la primera cosa que observaremos en la vida de una persona que realmente tiene a Cristo en su corazón, es que ya no andará como las demás personas. Aquí no estamos hablando de la forma en que camina uno, o sea de las piernas, sino de la manera en que uno vive. ¿Y cómo viven la mayoría de las personas? El versículo 17 del texto, nos indica que viven en la vanidad de sus mentes, antes de conocer a Cristo el hombre tiene una mente totalmente diferente, su propósito de vivir es sacarle el jugo a la vida, su naturaleza carnal dice que él es Dios y que debe buscar cuidar al número uno; en su orgullo se olvida de Dios y busca glorificarse a sí mismo. Por no tomar en cuenta a Dios, Dios le entrega una mente reprobada, y eso es exactamente lo que tenemos hoy, un mundo gobernado por personas con mentes reprobadas. Un mundo donde el hombre muy hombre es aquel que puede ingerir más cerveza sin perder el equilibrio; tener una docena de mujeres, y hablar con el vocabulario más obsceno que puede. Un mundo donde las mujeres sofisticadas son aquellas que están dispuestas a bañarse desnudas en las playas, y dormir con cualquier hombre sin mencionar al matrimonio, y si resulta el embarazo, pues para eso se inventó el aborto. Un mundo donde los jóvenes en vez de aprender una vocación, para mejoras de la humanidad, aprenden a robar, mentir y engañar para poder mantener su diario consumo de drogas, las cuales le degeneran de tal forma que ni aún la vida les interesa. Tal no es el proceder de la persona que tiene a Cristo en su corazón, ¿por qué? Porque su meta ha cambiado. La persona que tiene a Cristo, le tiene porque se ha dado cuenta del destino al cual le lleva el camino de la carne, el creyente en Cristo está hastiado de esa clase de vida, sabe que en esa vida no hay ninguna satisfacción que dure, sabe que todo es temporáneo y que luego la carne sólo le pedirá más y más, ha estado en esa vida y nunca le trajo paz ni verdadera felicidad. El creyente en Cristo sabe que la única felicidad es tener una buena relación con Dios, pues para eso fue creado, su meta ahora es la de agradar a Dios por medio de honrarle con su vida. En eso se encuentra su felicidad. Por eso es que ya no anda como las demás personas, su comportamiento es diferente, su vocabulario es diferente, sus gustos son diferentes; por eso es que el mundo no le comprende y le menosprecia, pero no importa porque el Señor Jesús ya le había hablado de ello. Jesús hablando con sus seguidores en Juan 15:18-20, dice: “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra”. El creyente en Cristo ya no andará como las demás personas, porque ahora Cristo mora en su corazón, ya no es la misma persona de antes, de hecho, es una nueva criatura, no ha alcanzado la perfección, pues todavía tiene su naturaleza carnal; y tendrá que luchar con esa naturaleza carnal día y noche, puede ser que caiga de vez en cuando, pero aborrecerá esos momentos y no encontrará felicidad en el pecado. Únicamente se sentirá bien cuando anda nuevamente en los caminos y en la voluntad de su Padre celestial. Repito: si en verdad una persona es de Cristo, ya no andará como las demás personas, Te lo aseguro. Vamos a orar. Padre queremos darte gracias por el Espíritu Santo quien mora en todos los que hemos recibido a Jesús como nuestro Salvador. Debido a Él es que nuestra meta y nuestro proceder en la vida ha cambiado. Pedimos que permitas que nuestros amigos miren el cambio, la paz y la felicidad genuina que nosotros tenemos en Cristo Jesús, y que por ver el cambio que hay en nosotros se den cuenta que hay algo mejor. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Por: Pastor - Ricardo Robinson
(Centro De Vida)
Aired on Jul 18, 2022

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